GRAN RETO PARA EL VOTO CIUDADANO

GRAN RETO PARA EL VOTO CIUDADANO

G. C. Samayoa Madrigal

No obstante la ola de inconformidades, disgustos, descalificaciones y divisiones de militantes, dirigentes y simpatizantes, el líder nacional del Movimiento de Regeneración Social (MORENA), Mario Delgado hace como que no oye —como que la virgen le llama, se expresa popularmente— y opta por el triunfalismo, asegurando que su partido se encuentra más fuerte que nunca y que la oposición se desfonda cada vez más. Enarbola la lucha por la transformación y apenas se da cuenta que el pueblo “ya despertó”.

Cabría aclarar que el pueblo ya despertó desde hace mucho tiempo, de suerte tal que empezó por retirarle voto de confianza al PRI después de más de 70 años de acaparar el gobierno. Le otorgó la oportunidad al PAN, al que sólo aguantó dos sexenios y volvió a depositar sus esperanzas en el Revolucionario Institucional, que no entendió y repitió errores.

El pueblo ya estaba más que despierto en la jornada electoral del 2018. Creyó entonces en MORENA y su líder moral, llevándolo a la presidencia con más de 30 millones de votos, presintiendo que ahora sí habría cambios, los necesarios, los urgentes… tres años después continúa la desesperanza no obstante las versiones oficiales de una “gran transformación”… la que realmente mucho trastorna y nada resuelve.

La conclusión es muy clara: entre los partidos no hay opositores ni adversarios, sólo existen las complicidades, los abusos, los excesos, la soberbia y la traición, prevaleciendo la influencia priísta y deteriorando el sistema partidista, así como desprestigiando y demeritando el oficio político.

Algunas de estas plataformas han sido constituidas con la intervención de expriístas renegados, como el PRD (Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel López Obrador, entre otros), el Movimiento Ciudadano (Dante Delgado), el PANAL (Elba Esther Gordillo) y MORENA (Manuel López Obrador y otros). Algunos han optado por el mercenarismo —se venden al mejor postor— como el PT y el PVEM. Todos los vigentes, incluyendo el PAN, convirtieron sus respectivas dirigencias en verdaderas mafias de poder impenetrables, tendientes a eternizarse.

Con esa actitud los partidos en México abandonan la calidad de organizaciones ciudadanas, omitiendo la obligación constitucional de promover la participación del pueblo en la vida democrática… y hacer posible el acceso ciudadano al ejercicio del poder público.

También desatienden la indicación de la Ley General que los regula, respecto a que “los partidos políticos promoverán los valores cívicos y la cultura democrática, la igualdad sustantiva entre niñas, niños y adolescentes…”. Evidentemente no es de su interés.

Lamentablemente el quehacer político en México se va devaluando peligrosamente y cae en la mediocridad, ganando terreno la grilla. La diferencia entre una y otra puede localizarse en las definiciones que de ambas ofrecen la Real Academia Española sobre política y el Diccionarios Español de México sobre la grilla

Política: “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo… Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado”.

Grilla: “Ambiente de murmuración, chismes y calumnias que se produce en círculos políticos, sindicales, empresariales, etc., debido a los intentos de varios de sus participantes por sacar ventajas personales y obstaculizar a sus rivales”.

Los partidos políticos pierden rumbo en aras de acaparar poder y dinero. Sus dirigencias están dispuestas a la “negociación envilecida” que decepciona e irrita a las militancias ciudadanas, por ello cada vez es más común el cambio indiscriminado de “camiseta”, principalmente en fechas electorales en que se agudizan las peleas por la nominación de candidaturas, como las que se están protagonizando escandalosamente al interior de MORENA, el partido que ostenta el poder gubernamental, aunque evidencia una clara debilidad de liderazgo.

Los métodos morenistas para designar candidatos son sumamente cuestionados, encontrando uno de los más severos señalamientos en la Breve Historia de un Método de Engaño, de la autoría de Gibrán Ramírez, quien contendió por el liderazgo nacional del movimiento. “Varios competimos y fuimos eliminados de manera arbitraria en encuestas simuladas”, reprocha.

El cargo fue para Mario Delgado de reciente afiliación, de quien exhibe su menosprecio a la militancia morenista en el 2021 en que se multiplicó el engaño y la humillación. “Las encuestas para diputados federales se falsearon casi por completo y personas de la comisión de elecciones convalidaron el autoritarismo de Delgado a cambio de candidaturas para ellos o los suyos. Cientos de precandidatos fueron apartados por Delgado para privilegiar la reelección de los diputados y candidaturas para recién llegados panistas, priistas, criminales y poderes fácticos”, relata.

Aprecia Gibrán Ramírez como mayor fraude encuestas para el proceso del 2022 en que se definirán seis gubernaturas. Advierte que “tras el desgaste, el movimiento se encontrará en la complicada situación de haber ofendido a la mayor parte de sus dirigentes”. Y prevé que “en 2023 no habrá forma de evitar nuevas turbulencias en Morena si las encuestas prevalecen sobre las elecciones primarias para elegir al candidato a gobernador en el Estado de México”.

Así la grilla… así las mafias de los partidos… así el ficticio triunfalismo de Delgado… así las complicidades de las organizaciones… así el abandono del pueblo… de ese tamaño el reto del voto ciudadano.

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