¿VOTAR EL DÍA 5? ¡SÍ?… ¿POR MORENA? ¡NO!
G. C. Samayoa Madrigal
México, históricamente, se ha distinguido mundialmente por tener un pueblo solidario, humano, leal a las causas nobles, capaz de desprenderse de la camisa por el amigo. De ello hay una gran diversidad de experiencias, principalmente frente a grandes tragedias, como el sismo del 85, en el que hasta arriesgaron la vida por salvar o rescatar damnificados. A éste se suman incontables ejemplos.
Hoy la Nación está urgida de esa solidaridad ciudadana que esté dispuesta a rescatarla, salvarla del tirano empeñado en destruirla y entregarla al crimen organizado, como él mismo lo ha testimoniado a lo largo de más de tres años negándose a gobernar y más insistentemente en las fechas recientes.
Si la promesa de “abrazos, no balazos”, fuera insuficiente, con mayor claridad lo reiteró al revelar su intención de proteger a los delincuentes del crimen organizado, porque —se justifica— también son seres humanos, no obstante que las sangrientas acciones de éstos rayen en la inhumanidad, en la bestialidad y en la barbarie.
Y por si aún quedasen dudas, el mesías hizo un viaje especial para rendirles tributo en la propia tierra del narco al norte del país, proponiendo que el famoso triángulo dorado de las drogas sea renombrado triángulo del bienestar, de la gente que trabaja. Sólo le faltó agregarle “noble profesión” del crimen organizado.
Su apego o sumisión al crimen organizado despierta temores, inquietudes, suspicacias y sospechas, a grado tal que se especula que el apellido materno de los juniors López, es decir, el Beltrán podría estar íntimamente ligado a los tristemente famosos hampones Beltrán Leyva… y más allá, se corre la versión de que alguien de esos Beltrán de los López incluso emparentó con alguno de los Guzmán Loera del clan del Chapo.
Hasta alcanza para mal pensar o bien pensar —según la óptica— de que la fuerza del fiscal general de apellido Gertz Manero radica precisamente a su conocimiento de esta presunta relación de la familia real López con el influyentísimo Cártel del Golfo, que hoy por hoy encabeza el Mayo Zambada y al que pertenecen los Guzmán Loera y los Beltrán Leyva… organización y personajes que “merecen” todo el respeto del inquilino de Palacio Nacional, que así lo ha manifestado en sus diálogos circulares cotidianos mejor conocidos como “las mañaneras”.
De ahí surge la duda de que si el funcionario encargado de la procuración de la justicia en el país podría tener preparadas carpetas de investigación sobre las actividades de los juniors y el patriarca de los López, lo que —de ser cierto— le procuraría fuerza e impunidad. Quizá de ello podría tener información la agencia antidrogas del vecino del norte, la que —según despachos periodísticos— ha pedido a Gertz colabore en la extradición del Mayo Zambada y a cambio los norteamericanos le aseguran blindaje contra el régimen de la cuarta transformación… ¡Imagínense!
La inseguridad y la violencia, según se demuestra en estadísticas oficiales, alcanza niveles históricos, muy por encima de lo heredado por los gobiernos neoliberales que antecedieron al mesías Andrés.
El presidente está entregando el país a los peores delincuentes del país. Sumando a ello prácticas nocivas gubernamentales que están descapitalizado a la nación, que empeoran los sistemas de salud y educación, que provocan la improductividad, el desempleo y desalientan la inversión, pues su “visión” se reduce al ejercicio electoral para perpetuarse en el poder, no porque pretenda la reelección, pero sí porque quiere imponer a sus sucesores que estén bajo su manipulación, teniendo como ejemplo claro su esclava Claudia Sheinbaum.
El pueblo está harto de este desgobierno y de tanto abuso, corrupción, impunidad, discriminación e insultos del primer mandatario, lo que está llevando a una participación ciudadana efectiva que empezó a construir —y va fortaleciendo— la resistencia civil pacífica, reflejada el 10 de abril con la inasistencia al proceso revocatorio, siete días después con el desecho de la contrarreforma energética, últimamente con el amparo —ya concedido— en contra de la contratación de médicos cubanos… también cuenta el amparo que ha frenado la obra del tramo 5 del Tren Maya.
Acciones todas ellas que cumple un par de cometidos sustanciales, pues por un lado lo sujetan al estado de derecho y, por otro, debilitan sus ambiciones de poder. El mesías se está quedando solo y cae cada vez más en la incongruencia y la torpeza.
Dentro de esa resistencia civil habría que pensar en el desmoronamiento de Morena, con dos acciones inmediatas.
La primera, el próximo domingo 5 de junio asistir copiosamente a los comicios que tendrán lugar en diversas entidades, siendo que en seis de ellas se renovarán los gobiernos estatales… Sí, votar el 5 de junio, pero no por Morena, para evitar que alcance el 3% de sufragios y pierda el registro en esos municipios y estados, lo que fracturaría la infraestructura nacional del partido.
La segunda, y en forma paralela, los mexicanos afiliados a Morena, pero que se sientan afrentados, que estén en contra de esta tiranía y simpaticen con la estrategia de la resistencia civil, renunciar por escrito a su militancia y enviar copia al Instituto Nacional Electoral, para que este movimiento nada regenerador no alcance el promedio de inscritos que exige la Ley General de Partidos Políticos y pierda su registro (“bajo ninguna circunstancia, el número total de sus militantes en el país podrá ser inferior al 0.26 por ciento del padrón electoral federal”, artículo 10, inciso b).
Si Morena pierde registro antes del 2024, no podrá participar en la elección presidencial y se anularán las ambiciones perversas de López, quien seguramente tendrá que retirarse y quizá enfrentar a los tribunales por tantas violaciones a las leyes en que ha incurrido y que él mismo ha confesado.
A la Nación le urge la solidaridad de los mexicanos.