DE EXTORSIONES, DE LOS APROVECHADOS

JOSE CARLOS GUERRA AGUILERA

1. Las noticias del cierre de negocios limpios, de años de antigüedad, en la dulce y nada fuerte ciudad, nos ha provocado, como siempre, más que tristeza. Y no es solamente que la tradición de cuarenta años de una panadería, se acabe para siempre. Es el daño a los trabajadores, a la economía sana, a la imagen de un pueblo que se levantaba cada día, en comercios honrados, en fuentes de trabajo necesarísimas.

2. Pero también hay que considerar que la famosísima delincuencia llamada organizada, no puede ser la virtual culpable de todas las extorsiones. Hay también, los que llamaré, los aprovechados, los nuevos delincuentes que, sin disfraz, sin tapujos, se hacen pasar por otros, a quienes se atribuyen muertes entre ellos. Haciéndose pasar por el cártel fulano o zutano y al cobijo y lo más grave con la complicidad del gobierno federal, sabiendo que reina la impunidad, que no se detiene, que no se investiga, que no se denuncia, pues a amedrentar, a provocar zozobra, miedo y buscar el dinero fácil de la extorsión.

3. Y como no hay, ni habrá, más agencias de Ministerios Públicos. Como ahora es más barato matar. Como los tres niveles del gobierno se juegan con la pelotita de la responsabilidad, aventándose, mutuamente la misma, pues la omisión de uso de la fuerza, provoca y seguirán provocando el cierre de empresas pequeñas y no tanto.

4. Que nos asombre que la verdadera delincuencia organizada cobre el dizque derecho de piso a la Iglesia, y que el inmóvil Ejecutivo Federal esté más ocupado en atacar en su discurso de cada día a sus adversarios, que en proteger a la ciudadanía, pues esto seguirá como maldición.