INFORME FISCAL CARLOS ZAMARRIPA
Por Juan Miguel Ramírez Sánchez
El pasado 23 de febrero Carlos Zamarripa Aguirre presentó su Informe Anual de Actividades 2022 de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato y este lunes 13 de marzo compareció ante los y las diputadas del Congreso del Estado. Si bien responde al cumplimiento de un mandato constitucional y legal, debería de ser analizado de manera imparcial, minuciosa y sobre todo crítica. Pero no fue así.
La crisis de inseguridad en el estado y en los municipios es fruto de un complejo sistema de desigualdad, corrupción y abuso. Los arreglos entre grupos de poder, salarios precarios, desigualdad, falta de coordinación gubernamental efectiva y falta de oportunidades para los jóvenes en educación, cultura, deporte y recreación han ocasionado esta crisis.
El Estado de Guanajuato, ocupa desde hace varios años los primeros lugares con mayor índice de violencia en el país. El municipio de Celaya lo ha acompañado convirtiéndose en una de las zonas metropolitanas más peligrosas del mundo. Resulta preocupante escuchar a un Fiscal indolente, desconectado de la realidad que a diario vivimos.
Los hechos violentos, secuestros, cobro de piso, los robos con violencia, la disputa por el territorio está presente a lo largo y ancho del municipio, es más, en lugar de desaparecer los diversos grupos de la delincuencia organizada que se fueron estableciendo en Celaya y la región, se han robustecido. Maquillan las cifras y ocultan los delitos, para presumir algo que no existe, que la realidad los contradice. Guanajuato no es seguro para nadie
Ni las tres masacres que se registraron durante la semana en el estado, ni la incontenible violencia contra las mujeres que incluye desapariciones y feminicidios, inmutaron al fiscal durante la comparecencia que, en teoría, sería un ejercicio de rendición de cuentas. Nos queda claro que Zamarripa no es solo el fiscal, él es la Fiscalía y festejar esos resultados es presumir el fracaso.
La población no confía en la policía ni en los proyectos ni programas que la secretaria de seguridad y la fiscalía han propuesto. En Guanajuato debe de renovarse a las instituciones encargadas de garantizar la paz y la tranquilidad de los habitantes del estado
No parece haber sombra para quien se convirtió en el hombre más poderoso de Guanajuato. El fiscal que ha visto pasar tres gobernadores que le han aceptado todo: grandes presupuestos, crisis, justificaciones de la creciente violencia. Primero como procurador estatal y, luego de una reforma legal, como fiscal con total “autonomía”. Increíble que de los 32 años que el PAN ha gobernado el estado, 14 pueden ser contados como la era Zamarripa, sin contar que el final de su mandato es hasta el 2028.
El fiscal no es parte de la solución, es parte del problema.