DE LA ALTA COMPETENCIA DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
JOSÉ CARLOS GUERRA AGUILERA
“A las dictaduras no les conviene la Justicia Constitucional”.
Nicolás Martínez Cerda.
“Las injurias tienen una gran ventaja
sobre los razonamientos:
la de ser admitidas sin pruebas
por una multitud de lectores.”
Alejandro Manzoni.
1.- Tres ensayos periodísticos, llaman mi atención poderosamente, sobre un mismo tema.
1.1.- El economista Pablo Gómez, publicó en el Diario Reforma: “La Suprema Corte en el bloque opositor”. Aduciendo que la “Suprema Corte carece de capacidad para determinar la validez de los procedimientos internos del Congreso”. Quejándose de que la Corte Nacional no haya estudiado el fondo del llamado plan B, de carácter electoral, sin entender, ni conocer, y eso es lo más grave, ya que ha sido legislador, la alta competencia de la Suprema Corte, como Tribunal Constitucional.
1.2.- El ex ministro de la Corte Nacional, José Antonio Cossío, publicó en el Periódico El Universal, “Drama político constitucional en tres actos” en donde examina la conducta desde el 2005 de la Corte Nacional en relación con las violaciones graves al procedimiento legislativo, aduciendo que hay 32 ocasiones, en casos semejantes que se ha motivado la nulidad del procedimiento legislativo. Eso hace pensar en la ignorancia de los Congresos Estatales y del Congreso Federal, sobre ese tema toral, lo que implica, por su repetición, un desaseo abusivo y una vergüenza quizás extrema.
1.3.- El ministro de la SCJN Javier Laynez Potisek, en el periódico El Heraldo escribió un ensayo estupendo y doloroso, con altura de miras, con un titulo contundente “Normalizar la violación a la Constitución”, su ensayo definitivo, hace pensar que al Congreso Federal no le importa cumplir la Constitución y que pareciera que ese vicio implica una “normalización”, lo que es altamente grave.
2.- Bien escribe Nicolás Martínez Cerda, “A las dictaduras no les conviene la justicia Constitucional”. También afirma y muy bien, que toca al foro nacional defender nuestra justicia Constitucional y apoyar a la Suprema Corte cuando aplica y defiende el principio de Supremacía Constitucional, también debería ser labor de las Escuelas de Derecho y de las Universidades, que parecen todas silenciosas. Más en estos tiempos en donde un agresivo presidente de la República se burla, cuestiona y casi maldice a la Corte Suprema del País, a la que hace años indicó falsamente que respetaría.
3.- Muy pronto se olvidó de ello y apareció el injuriante quien, parafraseando, tiene la gran ventaja sobre los razonamientos, de que sus denostaciones suelen ser admitidas sin pruebas por una multitud de oidores en su “mañanera”.