DE LA RELIGIÓN EN LOS POLÍTICOS
JOSÉ CARLOS GUERRA AGUILERA
“Si los creyentes de las diferentes religiones actuales se esforzaran en
pensar, juzgar y actuar con el espíritu de los fundadores de tales religiones,
entonces no existiría la hostilidad basada en la fe que se da entre esos creyentes.
Y lo que es más, las diferencias en materia de fe pasarían a ser insignificantes”
Frase atribuida a Albert Einstein.
1.- De pronto dos argentinos se encontraron: uno que había hablado mal del otro, pero que ahora que es Presidente, debe comportarse diferente. El otro es un líder mundial indiscutible. El primero le pidió al segundo permitirle un abrazo, obviamente las fotos son elocuentes, las sonrisas desbordantes. El Presidente de Argentina, el economista Javier Gerardo Milei, abrazó al Papa Francisco y las fotografías se multiplicaron.
2.- Milei estuvo hace poco en Davos Suiza, él entiende el valor de estar ahí, en ese enorme foro; el Presidente de aquí no iría jamás. Hay sin razones y razones.
3.- Pues Xóchilt anduvo por España visitó a Felipe Calderón y las fotos otra vez se dispararon y de repente se apareció en Roma, visitando al Papa, sorpresivamente. Nuevas fotos y declaraciones “medidas”; por la red nos enteramos del encuentro. El líder del catolicismo con una aspirante católica es para “aprovechar” un encuentro. Inmediatamente -casi- después (al día siguiente) Claudia logró una visita con el Papa, para las fotos y la controversia.
4.- Y apareció en la red una virtual declaración de ella en la que se declara judía, no católica y no religiosa. Andrés Manuel, su jefe se ha declarado cristiano -ignoro si lo es- él mismo en “su” partido “utiliza” el nombre de “Morena” en clara alusión a la Virgen del Tepeyac probablemente, y se ha burlado de algunos signos del catolicismo.
5.- Pero sorprende que Claudia se declare, no religiosa. Considero que los judíos son personas, además de muy inteligentes, muy religiosas. Si fuera cierto que no tiene religión es obvio que su visita con el Papa era para” no quedarse atrás”, pero no por una devoción, sino por el efecto propagandístico de estar con el líder mundial del catolicismo.