DE DOS PRESIDENTES INSÓLITOS
JOSÉ CARLOS GUERRA AGUILERA
“No, las intenciones son perversas,
la maldad habita en Palacio. (…)
Administrar odios enloquece, por eso
no le importa que México se esté
empobreciendo y volviendo más injusto.
La confusión y la ignorancia, también
son responsables. Pero la perversidad los guía.”
Perversidad.
Federico Reyes Heroles.
1.- El primero, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, el que fue Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, rápidamente el poco prestigio que tenía se desvaneció. De alguna manera lo justiprecie bien cuando junto con Don (él sí Don) Eduardo Ferrer Mac Gregor se dieron a la tarea de verificar primero la edición venezolana denominada “La ciencia del Derecho Procesal Constitucional” y después nada menos que doce tomos denominados “La ciencia del derecho procesal constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como investigador jurídico.” En el año de 2008 fue ello, vivía Don Hector Fix, me llamó mucho la atención esos juristas en una obra enorme.
2.- Cuando llegó Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, a ser Ministro de la Corte Mexicana, me pareció saludable que lo fuera, debido a que provenía del litigio; en Italia el Tribunal Constitucional funciona muy bien con tres componentes: litigantes conocedores; maestros universitarios destacados y funcionarios judiciales brillantes.
3.- Cuando concluía su labor como Presidente me llamó la atención la invención de una teoría de lo que se ha llamado algo así como “Derecho al Libre Desarrollo de la Personalidad”. Eso implica tres vertientes: una sobre un tema sexual, otra sobre el tema del uso llamado lúdico de la mariguana y la última sobre el trámite del divorcio sin expresión de causal o causales.
4.- Después la salida de la Corte, de Arturo Zaldívar, sin justificación, su adhesión descarada e inmediata a un Partido Político crearon un franco desprestigio, pero la confesión de esta semana enorme del Presidente de la República, de que “respetuosamente” intervenía por medio de él para que los jueces verificaran conductas ímprobas, cayó totalmente lo que tenía de prestigio.
5.- Y esta misma semana el Presidente de la República en forma lastimosa frente a preguntas de una reportera en su conferencia “mañanera”, se le ocurrió establecer:
Que su autoridad moral y política está por encima de la Ley. El señor ya había dicho hace mucho en una de sus campañas, la frase muy suya: “Al diablo con las instituciones”. Después siendo Presidente ordenó que no quitaran una sola coma a una iniciativa legislativa suya. No hace mucho se burló gravemente de la legalidad, del Estado de Derecho y del respeto al orden, cuando exclamó que no le vengan con el cuento ese de que la Ley es la Ley. Obviamente él debe estar, todos estamos debajo de las leyes, él debe obedecerlas aun cuando no le gusten, incluso aun cuando no las conozca, bajo el principio aquel de la ignorancia de la ley no obliga a su desobediencia, que está en el artículo 21 del Código Civil Federal.
6.- Por supuesto todo esto ha levantado un revuelo, después de la confesión aquella, toda una serie de corrosivos comentarios en contra, más que justificados. Pero todo esto solo nos hace conocer un poco a dos Presidentes de dos Poderes, que quizás no debieron ser, pero no pasará esto de un gran ruido de los medios de comunicación. No habrá juicios contra esos Presidentes.