PROSPECTIVA: Tiempo de partidos, crisis de partidos
(parte dos)
Dr. José Gerardo Mosqueda
Casi dos siglos de partidos en nuestro país, de todas las formaciones políticas, con todos los intereses conjugados y con la motivación que se renueva cada tres años (antes cada cuatro) es imposible omitir que el Partido Nacional Revolucionario (PNR) formó un comité, que presidía Plutarco Elías Calles; su declaración de principios contenía, entre otros puntos; absoluto respeto y sin reserva de ninguna naturaleza del sistema democrático y la forma de gobierno que establece la Constitución y hacer efectivo el sufragio libre y el respeto al triunfo de las mayorías en los comicios, cumplir las leyes que constituyen una garantía de los derechos del proletariado. Se comprometía a luchar por la clase trabajadora y por la protección de los indígenas, la soberanía nacional, la elevación del nivel de cultura, la alfabetización de todos los mexicanos, el desarrollo industrial a base de capitales mexicanos y no extranjeros.
La dinámica de los partidos, como el representado por el presidente Plutarco Elías Calles, era una magnífica manera de cerrar los procesos políticos, mediante los cuales los liderazgos militares de la época podrían entrar en un proceso de negociación, de reparto del poder, de respeto a los tiempos y los espacios, de encontrar las mejores fuentes de inanciamiento y desde luego el cierre de un proceso que se conoció mejor, como la revolución mexicana, y que en realidad fue la lucha sangrienta por el poder, sin importar la destrucción social y el daño generacional que esto representó para el país, derivado de persecuciones, confrontaciones y desde luego el dominio del más fuerte, políticamente hablando, pero también amenazante por los controles territoriales, y eventualmente de armamento con el que se podría llegar a discutir y hasta aceptar posiciones políticas.
En 1930, el presidente Emilio Portes Gil firmó un decreto en el que establecía la obligación para los empleados públicos de cooperar con el sostenimiento del partido nacional revolucionario, aportando “ una pequeña parte de los emolumentos que disfrutaban”; en 1938, se disolvió el PNR y en su lugar se formó el Partido de la Revolución Mexicana PRM y a su declaración de principios agregaron la imposición de un programa educativo oficial a las escuelas privadas, la intervención y la autodeterminación de los pueblos como principios rectores del derecho internacional, la igualdad política-social de la mujer, el establecimiento del seguro social, el control de precios y la construcción de vivienda popular…
En 1946 en una asamblea del PRM se dio la mutación al Partido Revolucionario Institucional (PRI), 18 de enero de 1946, siguieron ganando las elecciones, independientemente de todas las habilidades políticas desarrolladas por sus militantes en cualquiera de sus niveles; se practicaban todas las trampas posibles para no perder el control político, y desde luego para no perder el poder… historia que permaneció vigente hasta el año 2000 en que perdió las elecciones presidenciales con el 36.10% de votos y a partir de ahí pasó a ser la segunda fuerza electoral en nuestro país hasta la elección presidencial del 2012.
El Partido Acción Nacional (PAN) fue fundado en el marco de una asamblea en septiembre de 1939, en la ciudad de México, como una iniciativa de Manuel Gómez Morín y el principal apoyo de antiguos miembros de la Unión de Estudiantes Católicos que se oponían a los estatutos y acciones políticas del PNR, también querían el sufragio efectivo, planteaba la vigencia real de los principios democráticos, la soberanía de los estados y la subordinación en lo político, de la actividad social y del Estado a la realización del bien común, obtuvo su registro en 1948.
En el año 2000 con la coalición: alianza por el cambio (PAN-PVEM) obtuvo el 42.52% de los votos y el PAN ganó por primera vez la elección presidencial.
De los años 40 en adelante se fundaron otra larga lista de partidos políticos en la lógica de pelearle el poder o al menos algunas fracciones del poder al hegemónico Partido Revolucionario Institucional; también se fundó el Partido Popular Socialista (PPS), tiene sus
antecedentes en el partido laborista. En 1951 después de desaparecer el sector militar del PRI, un grupo de generales encabezados por Jacinto B. Treviño, formaron la Asociación Política y Social Revolucionaria, hombres de la revolución de la cual surgió el PARM en
1954; proponían desterrar a los falsos revolucionarios que obstaculizaban la realización a fondo de una reforma política.
El Partido Demócrata Mexicano (PDM) se formó en 1975 y entre sus fundadores están antiguos militantes de la Unión Nacional Sinarquista (UNS). Su ideología se basó en la democracia integral y humanista y su acción política en la filosofía social del cristianismo.
Dentro del PRI, en 1986 y encabezada por Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y Cuauhtémoc Cárdenas se creó la corriente democrática, orientada a fortalecer al partido, transformarlo profundamente y darle vigencia a los principios de la revolución; proponían la democratización del PRI, suprimir el tapadismo y recuperar la autonomía del partido frente al Estado.
En 1976, y como producto de la fusión de la liga comunista internacional y la liga socialista se fundó el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Obtuvo su registro en 1982. El Partido Mexicano Socialista (PMS) se formó en 1987, obtuvo su registro el mismo
año y se definió como una fuerza revolucionaria de masas de carácter socialista y patriótica basado en teorías socialistas.
Fundado en 1986, obtuvo su registro como Partido Verde Ecologista de México (PVEM), en 1991; nace con un interés particular por el cuidado y la conservación de la naturaleza y del medio ambiente. Hoy es difícil identificar cuáles serían sus principios políticos, lo mismo ha estado en alianza con el PAN, con el PRI, con el PRD o con MORENA… por el momento tiene la expectativa de ser la tercera fuerza política después de la reciente elección.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) surge de los integrantes de la denominada corriente democratizadora al interior del PRI, en 1989; en poco tiempo se alinearon al Partido de la Revolución Democrática una lista importante de organizaciones de izquierda,
empezando por el propio Partido Mexicano Socialista. A partir de la elección 2024 este partido pierde su registro por obtener menos del 3% de los votos.
El Partido de los Trabajadores (del trabajo.) (PT) se constituye 1990 con un registro provisional que perdió en las elecciones del 91 y se forma con la integración de organizaciones sociales y activistas de la igualdad social.
El Partido Convergencia (PC) nace como agrupación política nacional, obtiene su registro en 1999; se identifica con la social democracia renovada; desde su fundación, la preside el ex-priista Dante Delgado y en la campaña reciente su mensaje político es ser el portador de la nueva política.
Otros partidos han surgido en las dos últimas décadas, sin mayor aceptación por parte de los votantes.
Constituido en 2011, bajo el nombre de Movimiento de Regeneración Nacional (morena), como una asociación civil, dedicada a impulsar la campaña de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones federales del 2012, por parte de la coalición movimiento progresista; en julio del 2014, morena obtiene su registro, el partido se declara de izquierda, democrático, anticorrupción y opuesto al neoliberalismo; en las elecciones de 2024, obtiene 45.5% de los votos.
Desde luego que hay una lista muy larga de partidos políticos que han tenido periodos de presencia en la vida política del país o de la mayoría de los estados, algunos como partidos nacionales, otros solamente en las entidades, pero que hoy no están vigentes y sumarían aproximadamente a la fecha: 82 locales y 47 nacionales, es decir, iniciativas para crear partidos políticos en nuestro país no han faltado, ciertamente la manera de acceder a los recintos del poder político de nuestro país, sólo es en la vía electoral.
La actuación política de los mexicanos a través de los partidos, ha resultado en un alto grado de confusión, derivado específicamente de las negociaciones que se hacen en niveles cupulares para distribuir una lista de representaciones populares de carácter plurinominal que representan una gran oportunidad de permanencia de ciertos personajes de cada uno de los partidos en las actividades legislativas, tanto en la cámara alta como en la cámara baja; 200 diputaciones plurinominales, por poner un caso, no son un asunto menor, representan una fuente de ingresos, la posibilidad de presionar políticamente y en la próxima legislatura la posibilidad de modificaciones constitucionales, si es que se consolida la maniobra con la que se manipula los porcentajes de distribución de esas posiciones en las cámaras, derivada de la interpretación de la ley para asegurarle a MORENA tener una mayoría calificada que no ha ganado en las urnas.
Pese a la longevidad de la democracia a través de partidos políticos en nuestro país, hay un hecho contundente, lamentable, que refleja el poco interés de la mayoría de los mexicanos hacia las propuestas de los partidos políticos. A nivel nacional, la participación de los mexicanos en los procesos electorales está entre el 60 y el 65%, es decir, en general hay 3 o 4 de cada 10 mexicanos que simplemente no tienen interés en los procesos electorales, casi 37 millones de mexicanos decidieron no ir a votar y prefirieron que la votación de otros, sea el patrón de conducta del proceso electoral.
Es verdad que la Constitución mexicana no propone la votación con carácter obligatorio, como también es verdad que el ejercicio ciudadano de elección de sus gobernantes ha dejado ver resultados insatisfactorios para el desarrollo del país.
Los partidos políticos, en los tiempos modernos, han dejado de ser del interés de los ciudadanos y estos, los partidos, empezando por sus diligencias nacionales, han hecho lo posible por no distinguirse entre ellos, de tal manera que cualquier ciudadano en este país, con mediano conocimiento de la política nacional pueda decir con aplomo que todos son iguales, refiriéndose a la incongruencia entre los discursos y las acciones, a la corrupción, a la impunidad, a las negociaciones espurias, al uso y abuso del voto ciudadano para erigirse en una autoridad, arrogante, ofensiva, ignorante y decepcionante para los mexicanos que de pronto han encontrado una motivación en las nuevas propuestas políticas de los últimos 30 años.
Por el momento, el PRI, partido más longevo, obtuvo en la reciente elección el 11% de la votación… en lo que se resuelve el atraco político de la sobre-representación con la interpretación de la ley electoral y la sinuosa dirección del proceso por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) y el consejo político nacional ratifica que su presidente puede ser reelecto por ocho años más, es decir, el partido histórico de la no reelección, hoy está en la circunstancia política de modificar sus estatutos y reglamentos institucionales para poder
reelegir a su actual presidente.
La estructura normativa electoral del país prevé el financiamiento de los partidos. Autoridades electorales actuales han dejado con un altísimo nivel de tolerancia que el presidente de México haya intervenido impunemente en el proceso electoral para conseguir que su sucesora se posicione y ganar la elección cometiendo tantos delitos electorales, como le fue posible, los tribunales electorales han sentenciado que las intervenciones del presidente son constitutivas de delito electoral, pero conforme a la ley, los delitos electorales del presidente no son sancionables, es decir, puede hacer lo que quiera, recibir el señalamiento de parte de la autoridad electoral y seguirlo haciendo.
Entraremos al análisis de procesos internos de los partidos que se mantienen vigentes, de cara al futuro político de nuestra nación… no será la parte tres porque no tendrá perfil cronológico.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
Dr. José Gerardo Mosqueda