Prospectiva: Se los cargará la tómbola

Prospectiva: Se los cargará la tómbola

José Gerardo Mosqueda M.

Los senadores del oficialismo no tienen claro qué hacer con los resultados del sorteo donde pusieron en ruta de salida de sus respectivos cargos a jueces y magistrados. Mientras que, ante la opinión pública, insisten en declarar que la reforma al poder judicial, no será detenida por nadie y siguiendo los dichos de la presidente de México, no habrá nada que los detenga, se sigue conformando un escenario por decir lo menos confuso, irracional, legalmente indescriptible y cada vez, de más alto riesgo para la credibilidad del poder ejecutivo del país.
No era necesario la declaración valentona de la señora presidente, y sin embargo ha dejado un precedente que va más allá de las expresiones caprichosas e ignorantes de su antecesor, cuando ante la evidencia de sus actitudes arrogantes, afirmó una y otra vez: “no me vengan con que la ley es la ley”.
Cuándo la señora presidente descalifica a la juez que ordena retirar del diario oficial de la Federación la publicación del acuerdo de las votaciones para elegir a los nuevos miembros del poder judicial por considerar que no tienen el sustento jurídico de fondo, y tampoco tiene el apego al procedimiento; la respuesta igual de arrogante que el presidente antecesor es exponencialmente más grave ( por si no se ha entendido ). Al afirmar que no atenderá la instrucción judicial y que el proceso de la reforma anunciada en el diario oficial, no la detiene nadie, en concreto la presidente de México dice que no tiene por qué atender la instrucción de la juez, porque “una jueza no puede estar por encima del pueblo de México”.
Señora presidente, lo que usted está manifestando es un desprecio por la ley, igual que su antecesor, y también es un desprecio a la persona concreta que tiene la responsabilidad de ejercer la instrucción del cumplimiento de la ley; una jueza como usted le llama no tiene por qué estar por encima del pueblo de México y usted tampoco puede estar por encima de la ley.
Lo que usted ha hecho es la lección que ningún mexicano debiera de tomar, simple y sencillamente por el respeto a la dignidad de las personas, incluyéndole a usted, que son responsables de garantizar la armonía y el orden constitucional, que a todos los mexicanos nos obliga y por lo cual usted juró cumplir y hacer cumplir; es el ordenamiento jurídico que se establece en primer lugar en la Constitución política de los Estados Unidos mexicanos.
Interpreto que en las prioridades de su movimiento ideológico y político tenga urgencia de constituir un poder judicial a modo, que sea gestor de un formato “constitucional” que agilice sin complicaciones todos los procedimientos que le faciliten a su movimiento ajustar la institucionalidad del Estado mexicano a las premisas ideológicas de su movimiento. Que lamentable, apenas unos días de asumir la responsabilidad constitucional para ser la jefe del Estado mexicano y usted no tiene interés en estar a la altura de la calidad jurídica del Estado y, por tanto, del respeto, conforme a derecho, que merecen todos los mexicanos.
Lo que usted ha hecho, es absolutamente contrario a su compromiso de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen.
Tampoco su consejera jurídica y su asesor, el ex ministro Saldívar han logrado explicar por qué la jueza no tiene sustento jurídico… es más simple de lo que parece, deberían atender el procedimiento vigente para la apelación… pero ustedes, los de su movimiento populista, oficialista de izquierda burocrática, no están dispuestos a reconocer un orden jurídico que no sea el que se comporte a modo de sus prioridades ideológicas, aunque quede de manifiesto su desprecio por la ley, su desconocimiento del derecho y las facultades constitucionales, el derecho de amparo y los procedimientos que también están establecidos en el código y que usted ha decidido pasar por encima de ellos, y con esto crear el precedente para cualquier mexicano: Al que no le guste lo que la ley indica, solo tiene que decir, como usted, que no tiene sustento y que no estarán obligados a cumplir la ley, por lo tanto no se acata y punto.
Para usted y los de su movimiento es suficiente con desacreditar y con eso dar por atendido el asunto y continuar con las prioridades y las prisas que indica la estrategia de su movimiento, populista, totalitario y por definición autócrata. Es decir, autoritario, y sin fundamento.
Por si le hiciera falta al escenario, todavía cabe la amenaza de turnar el asunto al Consejo de la judicatura del poder judicial de la Federación, es decir, “para lo que no me gusta” es usted enérgica en decir que no cumplirá con la ley y para lo que sí, le gusta, entonces la estructura jurídica tiene que estar a su servicio: la jueza está mal, usted está bien, el Consejo de la judicatura, si obedece a sus órdenes, está bien. La ley a modo, siempre que sea en función de sus intereses particulares, los de su movimiento.
Lamentablemente el estado mexicano subordinado a su ideología y la ambición política de las tribus que tienen tomado el poder.
En los próximos meses veremos escenarios de confrontación entre los mexicanos que hoy están amenazados con perder sus puestos de trabajo y sus historias de vida profesional e institucional desde el poder judicial de la Federación, y en una siguiente etapa los poderes judiciales de cada una de las entidades y los poderes ejecutivos del mismo modo de la Federación y de los estados del país.
La determinación de los actores políticos por parte del poder judicial es continuar con su lucha de defensa legítima, y por el otro lado las tribus que hoy son conductoras de las posiciones políticas del Estado mexicano que sirven al desmembramiento del poder judicial se sostienen en la postura de destruir este poder judicial sin haber sustentado en un solo ejercicio de evaluación, sin tener un solo indicador de referencia que permita hacer una interpretación de su comportamiento institucional, y sin tener un proyecto que aproveche las experiencias internacionales sobre reformas al poder judicial.
Las prisas en la reforma no tienen como motivación mejorar la visión de servicio a la nación mexicana, desde la perspectiva de la administración de justicia, en su lugar tienen la urgencia de acomodar un poder judicial subordinado que avale las arbitrariedades que se derivan de las urgencias de un movimiento ideológico al que le apremia capitalizar un poder legislativo, que con argumentos espurios e interpretaciones electorales torcidas, han conseguido tener las mayorías calificadas para hacer del Estado mexicano un subordinado de la ideología populista de quienes hoy ostentan el poder.
Que lamentable, cuando tiene la mejor oportunidad de servir a los mexicanos, sus prisas son derivadas de un fanatismo ideológico, que, por otro lado, sólo ha tenido experiencias de fracaso en toda su existencia, pero al parecer la autocracia que es el común denominador de este movimiento no les permite ver más allá de sus prisas, por consolidarse en el poder.
Hasta la próxima en prospectiva.

José Gerardo Mosqueda M.
gmg@gerardomosqueda.com.mx
20 octubre del 2024

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