PROSPECTIVA: Otras sobre el presupuesto 2025…
José Gerardo Mosqueda Martínez
Los diputados mexicanos cumplieron con su responsabilidad de revisar el presupuesto para el ejercicio del gasto del próximo año, debatieron algunas horas, lo que usted quiera entender estimado lector por debate, es decir, los del grupo oficialista, votaron, los del grupo opositor, argumentaron e hicieron propuestas.
El resultado de ese “largo debate” es que no hubo correcciones sustantivas al presupuesto de egresos para 2025, quedará en la memoria del diario de debates en los argumentos de la oposición, y a partir del 1 de enero se empezará a ejercer el presupuesto de egresos, tal como lo mandó el ejecutivo federal y ha sido publicado en el diario oficial de la
Federación.
El gasto neto será de 9.3 billones de pesos, es decir, un incremento de 235,970 millones de pesos, respecto del 2024.
El proyecto se avaló con 349 votos a favor y 129 en contra, se registraron más de 1000 reservas al dictamen y alrededor de 100 legisladores, hicieron uso de la tribuna, como era de esperarse, ninguna reserva fue aprobada.
El dictamen fue avalado por 353 votos y así fue publicado.
El presupuesto 2025, prevé un déficit presupuestario de 1,170,000,000,000 de pesos (BILLONES), además se contempla la asignación de 2,633,000,000,000 de pesos (BILLONES) para el gasto federalizado, lo que representa un incremento en 3% en comparación con el año anterior. Esto quiere decir que en la lógica de quienes decidieron el ejercicio presupuestal, es decir, el poder ejecutivo, habría que hacerle un ajuste equivalente al 3% en casi todas las cuentas por ejercer, con ajustes menores, pero siempre en el Marco referencial de un 3% del gasto.
En cuanto a la política social, la distribución del dinero representa el 69.7% del gasto programable por lo que se estiman recursos por 4,548,000,000,000 (BILLONES) de pesos.
En la propuesta del poder ejecutivo se plantean ocho ejes prioritarios, a los cuales se tienen que someter las acciones de todas las dependencias y entidades de la administración pública federal en el próximo año, con la intención de generar el mayor valor público posible.
Dentro de las modificaciones y ajustes a la propuesta del poder ejecutivo, se establece una reducción de 540.5 millones de pesos en el presupuesto destinado al poder legislativo para 2025, en particular se prevé una disminución de 2.4% en la cámara de senadores y una rebaja del 13% para la auditoría superior de la Federación.
Hay ajustes que destacan, particularmente por las reducciones. El poder judicial, por ejemplo tendrá una reducción del 16.3%, lo que representa una disminución de 14,000 042.2 millones de pesos, esta decisión afecta a la suprema corte de justicia de la nación, al Consejo de la judicatura federal y al tribunal electoral del poder judicial de la Federación.
Hay otras reducciones presupuestales a los organismos autónomos, como el INE, por ejemplo, en donde se establece una disminución de 13,476 millones de pesos.
Con un poco de interés en el tema, es importante valorar elementos del entorno y especialmente los antecedentes del gasto programado durante el 2024, en donde se dio un crecimiento desproporcionado del gasto y la ausencia de una reforma fiscal, por lo que el actual gobierno se está viendo obligado a ajustar a la baja el gasto público, hay una radical
diferencia entre una cultura de austeridad en el ejercicio presupuestal del país, y “ el no me queda otra, tenemos que ajustar a la baja el gasto público”.
La Secretaría de hacienda, proyecta que el crecimiento de la economía mexicana en el 2025, se ubicará en un rango de entre 2.0 y 3.0%, esta estimación es idéntica a la calculada originalmente y que fue publicada a finales de marzo, según los cuales el Producto Interno Bruto crecería en el mismo rango, pero esta proyección no coincide con las expectativas de
crecimiento de los organismos internacionales y otros actores del sector público y privado.
Por ejemplo, el banco mundial estima el crecimiento del 1.5%, el Fondo Monetario Internacional el 1.3%, la organización para la cooperación y el desarrollo económico en 1.2%, el banco de México 1.2%, BBVA el 1.0% y la encuesta de Citibanamex de expectativas 1%, si perdemos de vista que sólo la Secretaría de hacienda, proyecta el crecimiento económico al que me he referido, será lamentable, pero en el avance del ejercicio presupuestal, creo que tendrán que hacer ajustes, porque la expectativa de ingreso no corresponde a la realidad, no obstante, la iniciativa de ley de ingresos de la Federación para 2025, se basa en el Marco macroeconómico previsto en los criterios generales de política económica y el sector público estima obtener un total de 9.30 billones de pesos de ingresos.
Del monto previsto, 9.30 billones de pesos de ingresos, 1.25 billones de pesos, que equivale al 13.4% de los ingresos totales, corresponden a ingresos derivados de financiamientos. Es decir, recursos provenientes, principalmente de la contratación de deuda pública para cubrir las necesidades de gasto previstas por el presupuesto de gasto federal.
Los 8.06 billones de pesos restantes, que representan el 86.6% de los ingresos totales, corresponden a ingresos presupuestarios. Es decir, ingresos ordinarios que obtiene el sector público por la venta de bienes y servicios, así como el cobro de impuestos, cuotas y aportaciones de Seguridad Social, derechos, productos, aprovechamientos, entre otras
contribuciones.
Estos ingresos que reflejan la capacidad real del sector público federal para cumplir con sus responsabilidades, serían del 5.4% ( 726.7 MMDP) mayores en términos reales a los estimados para 2024, que fue de 7.33 billones de pesos. ¿De dónde va a salir la diferencia para el gasto?
Los señores diputados de este país hicieron lo que les ordenaron, levantaron la mano aprobaron, hicieron como que oían a la oposición, se registraron 1000 reservas, no se atendió ninguna y fue aprobado el presupuesto de egresos para el 2025, no sin antes dar a conocer a la opinión pública los pleitos internos en el partido oficialista, especialmente entre el líder de los morenistas diputados y el líder de los morenistas senadores. Es decir, lo que pase con la agenda presupuestal de nuestro país está en segundo plano, los legisladores discuten por qué se recortan el presupuesto entre ellos y salen a relucir unos contratos misteriosos y nuevas acusaciones, entre ellos que motiva a que la presidenta le llame la atención. De seguir el pleito, veremos en el corto plazo nuevas fuentes de corrupción. Es decir nada nuevo.
Si el gobierno mexicano, espera cumplir con las expectativas de ingreso y con el presupuesto de gasto, tendrá que incrementar los ingresos, o en su defecto, ajustar el gasto público a la baja, de forma que la contención del déficit y la deuda sean un compromiso creíble no sólo para el 2025, sino también a mediano y largo plazo.
Además de la necesidad de estabilizar la razón deuda/PIB es necesario corregir y mejorar otros factores que afectan las calificaciones crediticias, la certidumbre jurídica, el marco regulatorio y la fortaleza de las instituciones. Es verdad que la Secretaría de hacienda busca reducir el déficit del sector público de 5.9% del PIB en 2024 a 3.9% en 2025, para mantener la deuda pública alrededor del 51.4% del PIB, pero la posibilidad de este ajuste es incierta y se debe a que su principal supuesto de crecimiento económico de entre el 2% y el 3%, no coincide con ninguna de las proyecciones nacionales e internacionales que se han hecho sobre el tema. Es pronosticable que las tengan que corregir cuando era ideal haber partido todo el proceso con un sensato apego a la realidad.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez
gmgm@gerardomosqueda.com.mx