
//ROSPECTIVA// Desde los organismos internacionales…se desvanece la identidad democrática de México.
J. Gerardo Mosqueda M.
Múltiples y variados son los enfoques que se puede tener de la economía de nuestro país, cuando nuestra referencia y perspectiva proviene de argentinos internacionales, específicamente porque la vinculación del Estado Mexicano con esos organismos tiene el referente obligado de los compromisos contraídos por los gobiernos de los respectivos países, que se suman al cumplimiento de las leyes, que de alguna manera se encuentran sustentadas en la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y que no está en contradicción con las normas que rigen el comportamiento interno de dichos organismos.
Desde luego, las perspectivas son muy importantes, tanto de las coordinaciones generales de dichos organismos, como de los representantes de los países ante los mismos, y aunque las ópticas parecieran encontradas, la primera gestión en dichos organismos tiene que ver con que prevalezca el compromiso de cumplir con los contenidos de los acuerdos.
Los organismos internacionales sirven como mediación y cooperación mutua, para mantener la paz y la seguridad entre las propias naciones, y se rigen por los acuerdos o tratados que mantienen sus propias leyes y principios, respetando las normas de cada país en términos generales; estos organismos fomentan el crecimiento económico, la armonía entre las naciones que se adhieren a esos acuerdos, las relaciones óptimas y las alianzas con otros países, promueven mayor inversión extranjera y gracias a esto existen criterios de competitividad, con los cuales se analiza, se compara, y se regula, con el propósito de sostener las mejores condiciones en la relación de sus integrantes.
Algunas organizaciones internacionales radican su importancia en la atracción y retención de nuevos capitales, de mejores comportamientos en los mercados, especialmente financieros y procuran hacer más atractivos los espacios de inversiones, procurando generar mejores beneficios, mediante las oportunidades que se generan en las estrategias de sus organismos, y también contribuyen a reducir los riesgos de mayor acceso de capitales y fortalece la presencia de estas organizaciones en el contexto internacional.
Enfocado principalmente en las organizaciones que tienen como propósito la cooperación económica internacional, asegurar la estabilidad del sistema monetario internacional y mantener los tipos de cambio que fomenta la economía, evitan que se generen condiciones que contribuyan a los escenarios de evaluaciones cambiarias.
Por lo mismo, organizaciones como el Fondo Monetario Internacional, o como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Económica para América Latina, por mencionar solamente algunos, que por su propia gestión son referentes para estudiar el comportamiento de las economías y desde luego para normar los criterios, la visión, pero sobre todo las estrategias que contribuyen a las mejores condiciones económicas y financieras del país, no es un asunto menor referirse a las organizaciones internacionales, como si sólo se tratará de un punto de referencia, cuando en realidad en la gestión de estos organismos se tiene al alcance, el conocimiento, el análisis y la prospección de las economías regionales, nacionales y sus tendencias, es decir, el referente económico internacional, con el que se pueda generar escenarios y condiciones que puedan impactar positivamente en el país.
Desde la perspectiva del país, son principalmente Secretarías de Estado las que conducen la política exterior mexicana en cualquiera de sus manifestaciones y lamentablemente siguen siendo pocos los organismos internacionales no gubernamentales que asumen la preocupación del desarrollo económico de la nación mexicana, teniendo como referente los acuerdos institucionales que se derivan de los propios organismos internacionales, es verdad que cada gobierno está interrelacionado con algunos organismos internacionales, con el propósito de lograr un crecimiento económico, generar espacios para la innovación y la calidad de las gestiones productivas, y desde luego crear un espacio que contribuya a impulsar el desarrollo y mejorar las condiciones de relación entre los países, donde el objetivo principal de las organizaciones internacionales es mantener la paz, mejorar las negociaciones y tener un impacto económico positivo que permita priorizar la unidad entre las naciones y su ayuda mutua. Naturalmente, en espacios democráticos que ayudan a hacer crecer la vida institucional de los países, en la cultura de la participación y de la presencia de organizaciones de ciudadanos, fortalecen la democracia.
Pero esto no aparece estar sucediendo, en el caso de nuestro país, cuando se analiza o cuando se refiere el análisis de la política internacional a un aspecto fundamental para la armonía de una nación, como lo es el equilibrio de los poderes para sustentar una nación democrática o también la confianza que la nación inspira a su concierto de naciones, por el modo como se conduce el estado en turno, con relación a la impartición de justicia, del mismo modo que otros temas de importancia vital para la armonía del país, como los estándares internacionales, en educación, el fomento a la salud, la alimentación y los espacios para el crecimiento económico de cada país.
Con un enfoque específico a los temas de la economía internacional y su impacto en las economías locales en particular de nuestro país, es importante no perder de vista que nuestra nación es una de las 13 economías más importantes en el comercio internacional, que exporta su producción a los cinco continentes, aunque es inevitable afirmar que hay una gran concentración en el continente americano y particularmente en los Estados Unidos de Norteamérica, el último año Estados Unidos recibió el equivalente al 89% de las ventas de este país. Desde luego que nuestra ubicación geográfica, colindante con la economía más poderosa del mundo y por lo tanto del país consumidor número uno. Europa es el segundo continente de importancia para los productos mexicanos, pero es inevitable enfatizar que sólo se vende aproximadamente el 4% de las exportaciones.
Es muy importante reconocer que hay una disminución preocupante de exportación de petróleo y otros productos primarios, derivados, y desde luego han crecido las exportaciones de manufacturas automotrices, electrónicas, químicas, entre otras y por otro lado la apertura comercial de nuestro país expresada en la pertenencia a los organismos internacionales, como la Organización Mundial de Comercio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, entre otras, así como la firma de un número muy importante de tratados comerciales, que de alguna manera contribuyen a factores de equilibrio en el comercio internacional.
Es incuestionable que la Secretaría de economía mantiene una participación activa en número importante de comités y grupos de trabajo de la organización para la cooperación y el desarrollo económico, son temas de su competencia y se requiere la coordinación con sus organismos descentralizados como la Comisión de Mejora Regulatoria o la Comisión Federal de Competencia o el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, la participación en estos comités y otros son fuentes de información para la visión de un mundo globalizado, y lo ideal será siempre que la participación del país tenga que ver con obtener el mejor provecho en términos de crecimiento y desarrollo económico a través del análisis de temas relevantes para México, y desde luego el diseño de políticas para mejores prácticas internacionales.
Si mantuviéramos el enfoque sobre los principales temas de trabajo en el ámbito de competencia del Estado Mexicano en materia de fomento económico, deberían ser prioridades y preocupaciones la promoción del comercio y la inversión, la creación de un ambiente propicio para la inversión nacional e internacional, el diálogo con empresas multinacionales y desde luego ser un punto de contacto para promover líneas directrices de las empresas multinacionales, analizar las políticas que faciliten las estructuras resultantes de las nuevas tendencias en los procesos de apertura y globalización, las políticas públicas que fomenten el uso y desarrollo de nuevas tecnologías y mejores prácticas, en general mejores prácticas en competencia, regulación, protección al consumidor, derechos de propiedad industrial.
Es probable que el gobierno mexicano, mantenga una relación activa con los diversos organismos internacionales, a los que pertenece el país, en general, estos organismos abarcan áreas desde el comercio, la cooperación técnica, el desarrollo, la salud, la educación, la cultura, la seguridad, y desde luego que el país participa en casi todos los foros, multilaterales o negociaciones comerciales y colabora en proyectos de desarrollo. Pero si bien existe un entorno global incierto y cambiante, la política exterior del Estado mexicano ha dejado de jugar un papel prioritario en el impulso y el intercambio de mercancías y servicios en los mercados internacionales, a partir de las decisiones confusas e ideologizadas con las que el gobierno mexicano actual pretende reaccionar ante los estímulos, especialmente negativos de las políticas que emanan derivadas de las decisiones del gobierno de los Estados Unidos de América, y cuando se ve como un escenario crítico que México no sólo preserve, sino que incremente su presencia y su liderazgo en los organismos, en los foros y mecanismos internacionales, hay una especie de confusión y bajo perfil contrario al papel de creciente relevancia que se necesita para mantenerse en el entorno económico internacional.
Es verdad que en este momento, el Estado Mexicano está presente en diversos espacios de influencia y de colaboración internacional, y que este es un estatus que sea obtenido a lo largo de décadas del trabajo y de la actuación institucional, pero es particularmente preocupante que se diluya la valoración de la agenda internacional, que se margine o se subestime la representación en los organismos internacionales y que por ello esté disminuyendo la credibilidad, derivado de un enfoque de subordinación ideológica, por parte del gobierno mexicano, que se refleja también en los organismos internacionales.
México como un actor global, somos un país relevante en el plano internacional, además de su posición como la economía número 13, derivado del producto interno bruto que se genera es el 10º país con mayor población y es el sexto país más visitado del mundo, también es uno de los más conectados comercialmente, especialmente por la vigencia de 12 tratados de libre comercio con 46 países, 32 acuerdos para la promoción y la protección recíproca de las inversiones y desde luego que ha ganado un espacio de participación activa en los propios organismos y foros multilaterales, pero el México, que ha conquistado todos estos espacios de participación en las organizaciones mundiales o regionales de los distintos temas que que han mencionado, hoy se encuentra en un espacio desdibujado porque al Estado Mexicano le hace falta un gobierno que parta de una visión de servicio a la sociedad, y que esa visión no puede ser, no debe ser ajena a toda la estructura de participación, presencia, interés y aprovechamiento de los entornos internacionales.
Hoy en los organismos internacionales, hay un serio cuestionamiento que se deriva de la
preocupación confusa del gobierno mexicano sobre la promoción de la Paz, la capacidad de
transmitirle a los ciudadanos del país y del mundo, el interés del gobierno mexicano por la armonía interna de los organismos internacionales … la manera como se ha manejado desde el gobierno, la nueva identidad de la impartición de justicia, y sobre todo la forma en que se ha ignorado una cantidad importantísima de irregularidades para el nuevo poder que entrará en vigor en breve y que pone un ingrediente de desconfianza hacia dentro de las instituciones Internacionales que estarán cambiando el esquema de relación con nuestro país y generando indeseables consecuencias.
En la agenda internacional, el gobierno mexicano ha puesto todos los elementos que generan desconfianza y un retroceso en el reconocimiento a nuestro país, México no es más un referente de promoción a la vida democrática. El gobierno mexicano ha hecho lo necesario para mostrar su incompetencia y también su colusión con las lacras que a ninguna sociedad le hacen bien, como la corrupción, la connivencia con el crimen organizado y el comportamiento autócrata de los gobernantes.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.