PROSPECTIVA: Queremos medicinas. QUEREMOS VIVIR.

PROSPECTIVA: Queremos medicinas. QUEREMOS VIVIR.

J. Gerardo Mosqueda M.

Hace apenas una semana miles de personas entre pacientes con cáncer u otras enfermedades crónicas y sus familiares se manifestaron por las calles de distintas ciudades del País, unos el sábado nueve, otros el domingo 10 de agosto, para exigir el abastecimiento de medicamentos, especialmente medicamentos oncológicos en los hospitales públicos, en un principio, las inconformidades y las protestas fueron convocadas por la organización, nariz roja, AC y por la organización Con Causa, en el caso de la Ciudad de México, la convocatoria para la movilización reunión a todos los participantes, primero en el Ángel de la Independencia y desde ahí partir en una marcha.
Las manifestaciones son una reacción organizada tras un calvario de exigencia y de respuestas absurdas por parte de las autoridades sanitarias del país, es decir, por parte del gobierno, pese a todos los discursos, especialmente los de la presidente de México, Claudia Sheinbaum, quien un día sí y otro también afirma que “hora sí se podrán contar con el 96% de los fármacos oncológicos en el sector salud oficial”.
La triste realidad es que eso no ha sucedido, no se han atendido los abastos de medicamentos, no se ha respondido positivamente a los pacientes que lo necesitan algunos de ellos, con extrema urgencia, y algunos otros, lamentablemente, que han dejado de necesitarlo porque es humanamente imposible tener el recurso económico para pagar los costos de esos medicamentos y por tanto las enfermedades continúan haciendo sus estragos en la vida de las personas, de tal manera que la incompetencia del poder ejecutivo, la displicencia de las autoridades del sector salud, la indolencia con la que se sale ante medios frente a un micrófono, a decir nuevas mentiras, ha traído como primer consecuencia y como era de esperarse un incremento en el número de muertes por la falta de atención por la falta de medicamentos de los pacientes, especialmente los de enfermedades crónico, degenerativas.
Espero que también usted, estimado lector haya percibido, o se haya animado a participar y también haya pensado en la sensible expresión de los asistentes que además de ir con playera, camisa o camiseta blanca, llevaron un peluche para ser entregado al final de la movilización a los pacientes presentes, como una muestra de solidaridad en su lucha contra la enfermedad.
El desabasto de medicamentos, especialmente en los casos de medicamentos de carácter oncológico, está relacionado por un lado con el incumplimiento en las entregas por parte de algunas empresas farmacéuticas, y desde luego en otra parte por la incompetencia de los funcionarios del gobierno que hoy tienen desde todo el sexenio anterior, y lo que va de este que su incompetencia se ve expresada en la insuficiencia de los medicamentos.
El discurso oficial dice que la administración ha sido transparente y que hasta ahora se ha logrado adquirir el 96% de los medicamentos oncológicos; otra mentira más, también la presidenta ha dicho que existe un equipo dedicado a garantizar el suministro de medicamentos y que durante el mes de agosto está previsto que lleguen los insumos a todas las regiones del país; otra mentira más, hay más narraciones de obstáculos, de justificaciones, de explicaciones, que de eficacia en la entrega de estos medicamentos, que por su naturaleza, ni pueden ser sustituidos por otros, ni puede aplazarse su administración, ni puede suspenderse porque los efectos negativos producen en general una reacción de deterioro acelerado en el organismo que está requiriendo dichos medicamentos.
También en el discurso oficial de la mandataria está una mentira, rebuscada, a la firmar que ya se tomó una decisión muy importante para que haya una reserva, es decir, un inventario especial de medicamentos oncológico, para que si falta en un estado se pueda enviar de manera inmediata y para ello se están tomando todas las medidas para hacerlo posible. Una vez más…qué necesidad de mentir a la sociedad mexicana y de hacer creer que ahora sí van a tener su medicamento, cuando todos sabemos de las incompetencias, las limitaciones estructurales, las dificultades burocráticas, las justificaciones increíbles… el hecho es que sigue sin proveerse los medicamentos que los mexicanos necesitan.
El representante de la asociación civil, nariz roja, Alejandro Barbosa atribuye el desabasto a la falta de un censo actualizado de los pacientes con cáncer, además de denunciar la falta de insumos e infraestructuras deficientes en los centros hospitalarios. Como todos sabemos, la movilización se replicó en muchas ciudades del país y sólo por mencionar un caso, el de Aguascalientes, las madres de pacientes oncológicos señalaron la complicadísima, situación que viven a diario en los centros de salud por la falta de medicamentos necesarios para sus tratamientos, porque no se cuenta ni con lo
básico.
Al grito de “IMSS bienestar, fracaso nacional”. Los manifestantes salieron a las calles para señalar la falta de medicamentos y quimioterapias en los hospitales federales del país, de los que se manifestaron en la capital y que pudieron llegar a la plancha del Zócalo. También regalaron peluches a los enfermos y cantaron todos juntos el himno nacional.
No queremos más promesas enfatizo Alejandro Barbosa, presidente de la asociación civil
convocante y le pidió al gobierno de México, no más promesas, esperando que la administración que encabeza la presidente Claudia Sheinbaum cumpla con el abasto de los medicamentos.
Al día siguiente, la estación de propaganda que tiene el poder ejecutivo todos los días desde el salón de tesorería en el palacio nacional, mejor conocida como la mañanera, la presidenta del país sólo atino a decir “que Margarita Zavala encabezaba la manifestación”
El panorama es desalentador, complejo, y una vez más se ve imposible que puedan cumplir las promesas de tantos años para entregar a tiempo en los medicamentos, como lo han venido manejando en sus discursos, debido a que las licitaciones una vez más fueron realizadas fuera de tiempo con falta de transparencia y sin el cumplimiento de la ley de adquisiciones, además de qué de última hora y sin haber hecho una evaluación técnica indispensable para cualquier proceso de esta naturaleza, se corrigieron las adjudicaciones originales. De tal manera que, si no se cumplen los plazos y condiciones de fabricación, certidumbre jurídica, pago, oportunos, planeación y transparencia indispensables para un abasto puntual, el riesgo de desabasto es prácticamente una fatalidad.
Durante todo el año 2025, específicamente desde las declaraciones del 15 de enero del presente año, la presidenta de México describió cómo sería el nuevo modelo de adquisición y distribución de medicamentos, se refirió a una compra complementaria y vía anual, es decir que garantizaría los medicamentos hasta el 2026. Dijo, la presidente, que se hacía directamente a los laboratorios y la distribución se hacía con la contratación directa de la distribución o a través de los estados que están ayudando para la distribución de la última milla, como le llaman, es decir del almacén estatal, directamente al centro de salud o el hospital.
Menciono solamente que representó un gasto espectacular la llamada mega farmacia que no ha servido de nada, pero si tuvieron que pagar más de 4000 millones de pesos (según versiones oficiales), en una inversión de ocurrencias que nunca tuvo los abastos de medicamento y no sirvió de nada.
Por desgracia, la explicación más contundente, respecto a la falta de medicamentos y todas las consecuencias que esto trae, tiene una primera explicación, la corrupción que no ha desaparecido en el sector salud, como no han desaparecido en ningún otro de los sectores de la acción del poder ejecutivo de este país y como señaló el líder sindical del sector salud a nivel nacional; anualmente, ya se debe el presupuesto del año que va a correr y no será diferente en el 2025, por lo que otra vez no habrá insumos, a menos que se haga un rescate. Y de pasada, agregó que también tiene algo que ver la falta de visión con la que ha actuado el gobierno y que ha provocado esta situación de desabasto, que además siempre se agudiza en los meses de diciembre en enero y febrero, y es hasta marzo, cuando empieza a percibir un poco lo que queda del presupuesto que ya está gastado para el año y que pues es un asunto cíclico.
El líder del sindicato parece entenderlo bien… todos los demás del sector salud, hasta la misma presidenta, no parece entenderlo bien.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.

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