PROSPECTIVA: La pobreza, la incertidumbre y la certeza

PROSPECTIVA: La pobreza, la incertidumbre y la certeza

J. Gerardo Mosqueda M.

En México, el INEGI es la institución responsable de evaluar los indicadores que se refieren a la pobreza en nuestro país, todavía en el 2022 CONEVAL hacia la evaluación con metodología similares y también con resultados parecidos, pero que en el ejercicio de análisis podían llevar a distintas profundidades de conclusión en el conocimiento del tema, técnicamente se conoce como la medición multidimensional de la pobreza en México.
Desde luego que la pobreza es un fenómeno multidimensional, que comprende aspectos relacionados con las condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social.
Curiosamente, nuestro país fue el primero del mundo en contar con una medición oficial multidimensional de la pobreza, es decir, que además de considerar la insuficiencia de los recursos económicos, utiliza varias dimensiones adicionales sobre las cuales debe realizarse la política social.
A partir de una metodología que vincula dos enfoques: el del bienestar económico y el de los derechos sociales, se dispone de una aproximación conceptual sólida al problema de la multidimensionalidad de la pobreza. Se reconoce que la población pobre padece, insuficiencia de recursos económicos y, al mismo tiempo, se ve vulnerada en el ejercicio de sus derechos fundamentales, debido a la falta de acceso a la alimentación, a la salud, a la educación, a la seguridad social, o al menos a una vivienda digna.
A partir de esto es posible transitar hacia un esquema del desarrollo social integral, fundamentado en un enfoque de derechos, y dar seguimiento a distintas dimensiones que inciden en el desarrollo social y humano, y que guían la generación de políticas públicas, en favor de la plena inclusión social (tomado del documento oficial de CONEVAL).
Esta medición multidimensional de la pobreza, está basada en la ley general de desarrollo social, y permite establecer lineamientos y criterios para la definición, identificación y medición de la pobreza, a partir de los siguientes indicadores: ingreso, rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, acceso a la alimentación, calidad y espacios de la vivienda, acceso a servicios básicos de la vivienda, grado de cohesión social. Debido a que estas dimensiones repercuten de manera directa en el desarrollo social de la población, la superación de la pobreza debe traducirse en acciones de política pública, que propicien empleos bien remunerados, que cuenten con prestaciones básicas, con beneficios adicionales, como la protección ante accidentes o enfermedades; la asistencia escolar de niños y jóvenes, y la cobertura universal de la educación básica; la exigibilidad de la atención a la salud, las condiciones mínimas de habitabilidad de las viviendas, así como la adecuada cantidad, calidad y variedad de la alimentación.
La medición se realizaba cada dos años a nivel nacional y por entidad federativa y cada cinco años a nivel municipal. Para ello, el CENEVAL utilizó la información que genera el INEGI, la periodicidad de la medición y su desagregación territorial, tiene la finalidad de proporcionar diagnósticos rigurosos para proveer a las y los tomadores de decisiones de elementos para mejorar el diseño de las políticas públicas y sobre la calidad de vida de la población.
La posibilidad de comparar a lo largo del tiempo es una cualidad distintiva de las medidas de pobreza multidimensional, desarrolladas por el CONEVAL, además de todas las particularidades en los espacios de bienestar económico y de carencias sociales. El análisis se conduce a nivel estatal para focalizar cuáles entidades federativas, tienen mayor proporción de pobres, así como observar la desigualdad que hay entre la región norte y la región sur, sureste del país o concluir que más de dos terceras partes de las personas pobres residen en las áreas urbanas. El análisis del contexto territorial constituye un elemento importante en la toma de decisiones de política pública para mejorar el bienestar social y la definición de prioridades para la asignación de recursos públicos en zonas geográficas, donde la pobreza tiene una mayor presencia.
Desde 2010, con estas mediciones se encontró que los municipios con mayor porcentaje de población en pobreza eran rurales y que los que contaban con mayor número de personas en pobreza eran urbanos. En 190 municipios en su mayoría urbanos y metropolitanos se concentraba más de la mitad de las personas en situación de pobreza.
La forma en que la pobreza afecta a las personas es diferenciada. Otra cualidad de las medidas multidimensionales es que pueden apreciarse por grupos específicos de población. En virtud de ello es posible profundizar en el comportamiento que tiene la pobreza en cada uno de ellos, como en los casos de la población indígena y de la conformada por niñas, niños y adolescentes. En 2014, en ambos grupos, la pobreza tenía una presencia más aguda que en el panorama nacional, ya que siete, de cada 10 personas indígenas y poco más de la mitad de los menores de 18 años, eran pobres multidimensionales.
En México, más de 46 millones de personas viven en situación de pobreza, con un 29.6% de la población en pobreza moderada y un 5.3% en pobreza extrema, a partir de la medición DEL CONEVAL en el 2022, este fenómeno se considera multidimensional.
En el protagonismo de los discursos, después de que logran entenderles a las cifras, se presenta un fenómeno por su propia definición, lamentable y que consiste fundamentalmente en atribuirle la autoría, de la disminución en los indicadores de pobreza, al portavoz en turno… de manera que si es un miembro del poder legislativo tiene que ver con las reformas constitucionales y las nuevas leyes, y si el discurso se da en voz de algún representante del poder ejecutivo, entonces tiene que ver con la aplicación de las políticas públicas, y si tiene que ver con algún personaje de liderazgo en el partido oficial, entonces la explicación es todavía más fácil, tiene que ver con las decisiones del movimiento de renovación nacional, por desgracia, así sucesivamente.
La realidad tendrá que ser interpretada de muchas maneras, pero el indicador más sólido es el que se refiere a la posibilidad de contar con ingresos económicos propios, con una fuente de empleo, con la posibilidad de acceso a la salud y el sistema educativo del país y desde luego contar con un ingreso directo, que le permite que cambien los indicadores de la pobreza multidimensional a la que nos hemos venido refiriendo.
Los factores que reducen la pobreza en México: crecimiento económico, inclusivo y formal, la inversión en servicios sociales básicos, como salud y educación, el fortalecimiento de la protección social, los “programas de bienestar”, la mejora de la productividad agrícola y la formalización del empleo, así como la implementación de políticas laborales que se traduzcan en salarios dignos y en condiciones justas.
Para el crecimiento económico más robusto y sostenido es fundamental generar los recursos necesarios y financiar mejores servicios sociales, lo cual es clave para la reducción de la pobreza.
Formalización del empleo para pasar de trabajos informales a empleos formales, aumentan la seguridad social y la estabilidad económica de las familias, permitiéndoles mejores ingresos, y desde luego la autonomía en su ejercicio del gasto.
Incrementar la productividad en el sector agrícola, es fundamental, especialmente en las zonas rurales, donde la pobreza es más acentuada.
Desde luego que existen factores sociales y de bienestar que contribuyen a la mejora, porque tener acceso a servicios esenciales, como: salud, educación y una vivienda digna, son causas clave para la disminución de la pobreza, y desde luego también tienen que ver los programas y las transferencias de recursos que se derivan de las políticas gubernamentales, como los programas para las pensiones de adultos mayores o las becas para estudiantes, que tienen un impacto positivo al asegurarles, un ingreso y algunas oportunidades para diferentes grupos.
Todos estos actores deberán estar asociados a otros más que son fundamentales, y que, si bien no tienen que ver con un gasto directo personal en el Grupo de personas que se encuentran en esa dimensión de pobreza, si resuelven factores fundamentales que tienen que ver con las condiciones de vida, por lo tanto, otro grupo de factores fundamentales son los que se refieren a la inversión en el entorno.
Tan importantes son los factores anteriores, como los que se refieren a la inversión en
infraestructura, especialmente la que tiene que ver con la mejora en servicios, como saneamiento, transporte y especialmente en zonas rurales que contribuyen al bienestar.
Otros factores, evidentemente fundamentales, son los que tienen que ver con el aumento del salario, no sólo del salario mínimo los incrementos significativos en el salario han permitido recuperar el poder adquisitivo, y desde luego la mejora de ingreso de los trabajadores y también políticas laborales justas, como por ejemplo la eliminación de la subcontratación y otras prácticas laborales. El fomento a la participación en las comunidades por su propio desarrollo, y desde luego respetar sus derechos y valores culturales como un indicador fundamental.
La pobreza ha tenido indicadores de disminución de carácter histórico, en buena medida por el fortalecimiento de los ingresos por el trabajo. Las carencias sociales siguen siendo visibles. El acceso al servicio de salud. Crece en matrícula, disminuye en calidad de servicio y en ambos casos hay conexión con infraestructura laboral.
El INEGI ha dicho que da por confirmado el indicador que más de 13 millones de personas salieron de la pobreza en el sexenio anterior, pues este indicador está directamente asociado con el mercado laboral, no está asociado en primer lugar con las políticas de bienestar que estimula el gobierno mexicano.
La mejora en los ingresos observada entre el 2018 y el 2024, está directamente asociado al aumento de los recursos económicos obtenidos por el trabajo. El trabajo aporta 75 de cada 100 pesos del ingreso monetario de los hogares hasta el 2024, y sumado a las pensiones que son producto del trabajo del pasado y aportan otros nueve pesos, representa 84 de cada 100 pesos, sin perder de vista que este diferencial positivo es resultado indirecto del trabajo, convertido en impuesto y de allí convertido un gasto para el bienestar.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.

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