
PROSPECTIVA: Balanza y negociaciones del T MEC
Gerardo Mosquez Martínez
En breve se estará dando la agenda de consultas conocidas como consultas espejo, a los sectores productivos que forman parte de las negociaciones del tratado de libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, en el mes de noviembre estará desarrollándose el nuevo espacio de negociaciones para una nueva etapa de tratado. Por lo mismo resulta importante identificar desde la perspectiva de una evaluación macroeconómica, como lo es la balanza comercial, escenarios futuros, retos, áreas de oportunidad que tendrán cambios radicales ante una variable de política económica que está cambiando todos los escenarios de las relaciones comerciales, me refiero a las cuotas arancelarias que impone el poder ejecutivo de Estados Unidos y que ya ha provocado reacciones relacionadas con alianzas comerciales y apertura de nuevos escenarios de mercado entre los países afectados por esta decisión.
La balanza comercial es un indicador que mide la relación entre las exportaciones y las importaciones de un país en un determinado periodo, no incluye los servicios prestados ni tampoco los movimientos de capitales entre los países implicados, se consideren exportaciones los bienes producidos dentro de un país que se comercializa a clientes en otros países y las importaciones por su parte, son las compras de bienes realizados en el extranjero para ser consumidos dentro del país. Es quizá la afirmación más clara producida por el departamento de estudio económico de la firma Santander.
Por lo tanto, la diferencia entre las exportaciones y las importaciones es el saldo de la balanza comercial de un país que puede ser fundamentalmente en tres expresiones macroeconómicas, las que se consideran como superávit comercial: cuando está diferencia consiste en producir más exportaciones que importaciones y el país puede valorar siempre como el mejor resultado, ya que entran más recursos del exterior, por el contrario, el déficit comercial es la diferencia negativa cuando las compras realizadas en el extranjero, superan a las ventas al exterior.
Si esta situación, la de déficit comercial, fuese persistente en el país, se tendría que compensar con la emisión de deuda, ya sea pública o privada para poder seguir comprando bienes en el exterior, y esto naturalmente influye en los tipos de cambio, es decir, aumentará el valor de las divisas y se debilita la moneda del país, y como consecuencia, se incrementarán los niveles de endeudamiento y la pérdida del poder adquisitivo.
Cabe la posibilidad, siempre de qué haya un resultado en equilibrio, es decir, que los volúmenes de exportaciones y los volúmenes de importaciones expresados en valores monetarios, están equilibrados.
Es importante reflexionar que la balanza comercial es a su vez un indicador que forma parte de la balanza de pagos, que es la manera, como se registran todas las transferencias financieras.
Por esta, y otras razones es que en un mundo globalizado es indispensable contar con estadísticas que permiten conocer la evolución de los componentes del mercado internacional, a partir de esas estadísticas es que se pueden diseñar y evaluar las políticas públicas, en primer lugar, la toma de decisiones de los inversionistas particulares y también la realización de investigaciones que permiten clarificar las tendencias, especialmente las de crecimiento de la demanda.
Expresando las cifras en millones de dólares hasta julio del 2025, las exportaciones totales representan 56,707.8, y ha tenido una variación en el año de 4.0 contra las importaciones totales que han sido de 56,724.5 con una variación en el año de 1.7; la balanza comercial total es de -16.7. Estos últimos datos tomados de la secretaría de economía, banco de México, S.A.T., INEGI.
Los aranceles son impuestos aduaneros que con el libre comercio internacional surgido después de la segunda guerra mundial, fueron progresivamente bajando, ahora han regresado y con fuerza por iniciativa del presidente de Estados Unidos, quien asegura que son necesarios para proteger la industria de su país, pero también los utiliza como arma negociadora con sus rivales, muchos de ellos, como México, eran considerados aliados y socios comerciales de su país, el primer efecto de los aranceles impacta en el bolsillo de los consumidores, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos, normalmente son un porcentaje del valor del producto de esta forma, un arancel del 20% sobre los productos chinos, por ejemplo, significa que un producto que vale $ 10 tiene un recargo adicional de 2 dólares y las empresas pueden optar por trasladar una parte o la totalidad del costo de los aranceles a los clientes.
Tradicionalmente los aranceles estadounidenses eran más bajos, pero la economía de este país del mundo, cada día está interconectada con sus socios comerciales, con manufacturas que entran y salen varias veces de sus fronteras hasta que se convierten en el producto final.
Según datos del bando mundial en 2022, el arancel promedio ponderado era de 1.49% en Estados Unidos, del 1.37% en Canadá y del 1.3% en los países de la Unión Europea. En América Latina convive entre aranceles moderados como en México del 4.8% con otros elevados como en Argentina donde el promedio ponderado en 2022 era de 11.1%. Los aranceles generales del 25% y hasta del 50% ciertos productos con los que ha amenazado el presidente Trump son muy poco habituales y en la historia reciente sólo han aplicado en momentos de guerra comercial.
Pero el presidente de Estados Unidos, asegura que estos impuestos impulsarán la manufactura estadounidense y protegerán el empleo, además de aumentar los ingresos fiscales y hacer crecer su economía, él quiere reactivar y reconstruir la industria manufacturera de su país, que en los últimos 40 años ha perdido muchos empleos que han migrado a países que ofrecen salarios más bajos como México o como China, y también considera el presidente que Estados Unidos tiene un enorme déficit comercial y que otros países se están beneficiando de vender a los consumidores estadounidenses todos sus productos.
Como ya he mencionado, tener déficit comercial significa que importas más bienes y servicios de ese país, de los que exportas. Sin embargo, Trump a menudo describe el déficit comercial como si fueran pérdidas de Estados Unidos, la realidad es que los aranceles incrementarán los costos para todas las industrias.
Por ahora se ha sustituido la diplomacia por la amenaza arancelaria, haciendo que estos impuestos sean considerados como armas para conseguir que otros países se plieguen a los objeticos de los Estados Unidos, se han impuesto aranceles derivados de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional a Canadá, México y China, relacionados con la producción y venta de fentanilo, aranceles de seguridad nacional a automóviles, autopartes, acero y aluminio de todos los países al igual que una taza base de 10% con aumentos programados para más de 50 socios comerciales no obstante, que el tribunal de apelación de los Estados Unidos ha dictaminado que los aranceles de la ley de poderes económicos de emergencia internacional son ilegales pero por ahora se le ha permitido continuar, mientras el caso está en apelación.
Analizando todos los aranceles impuestos, el promedio ponderado aplicado sobre todas las importaciones aumentará al 19.0%, y la tasa arancelaria efectiva promedio que refleja cuántos ingresos arancelarios generarían los nuevos aranceles después de incorporar respuestas conductuales, aumentaría al 11.6 % de los aranceles actuales, es decir, la tasa promedio más alta desde 1943.
Con los nuevos aranceles se incrementarán significativamente las tasas que Estados Unidos aplica a la mayoría de las importaciones y de acuerdo con el banco mundial, el arancel promedio ponderado aplicado fue de 1.5% alcanzando el 19%, sin embargo, si los aranceles que se derivan de la IEEPA se suspenden de manera permanente, este aumentaría 48.8 por ciento, alcanzando el 6.3%.
Es decir, sigue vigente la expectativa de una resolución en los tribunales norteamericanos y cabe la posibilidad que invaliden los aranceles relacionados con las amenazas del control de la venta de fentanilo, si esto fuera así, desde luego que habría una modificación sustantiva en el porcentaje promedio de los aranceles, por lo pronto en este lapso del tiempo, el gobierno norteamericano está logrando someter a las organizaciones criminales y a los gobiernos asociados con estas, al igual que las autoridades de esos países que se han visto beneficiados con los recursos provenientes de las actividades criminales.
Este es el punto de contradicción entre la política del presidente de Estados Unidos, insistente sobre la imposición de aranceles que al final del día, son impuestos sobre la importación y la exportación de bienes, mientras que los tratados de libre comercio son acuerdos que buscan eliminar o reducir dichos aranceles y otras barreras entre los países para facilitar los intercambios comerciales.
En realidad los tratados de comercio libre, consisten en pactar la eliminación gradual de aranceles, lo que permite abaratar los productos importados y exportados, impulsando el comercio entre estas naciones, en estricto sentido tienen el propósito de eliminar o reducir al menos las barreras al comercio, incluyendo los aranceles, con el fin de incrementar los volúmenes de importaciones y exportaciones entre los países miembros de ese tratado; lo normal es que los tratados estén diseñados para eliminar progresivamente los aranceles que graban el comercio entre las naciones firmantes y al reducir los aranceles, los tratados del libre comercio fomentan la integración económica y permiten que los productos de un país circulen más libremente en el territorio del otro, beneficiando a los consumidores y a las empresas.
México ha decidido subir los aranceles a países con los que no hay tratados de libre comercio, y podrían representar un aumento en la recaudación por casi 100,000 millones de pesos, según la versión de la Secretaría de hacienda la decisión de subir los aranceles a países como China podría representar un incremento en los ingresos fiscales por 255,000 millones de pesos, según se tiene contemplado para el paquete económico 2026, en términos relativos este incremento equivale a un salto de 62.2% con relación a las finanzas 2025 y subraya el secretario de hacienda que responde este incremento a la estrategia del plan de México, orientado a fortalecer la industria nacional y blindar la economía frente tensiones comerciales y geopolíticas.
La política arancelaria que se está planteando el gobierno mexicano para el 2026, según el subsecretario de ingresos, Carlos Lerma representa más de 1400 fracciones arancelarias, implica prácticamente todos los sectores más sensibles de nuestra economía desde la parte automotriz, manufacturas, además de cadenas, donde los déficits se incrementaron en forma sustancial en los últimos meses, el subsecretario afirma que todo esto estará adentro de los marcos de los tratados internacionales que tiene México.
En breve, menos de tres meses, las principales noticias de nuestro país tendrán que ver con las negociaciones del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, este ejercicio de modernización que cambiará las reglas del juego de un acuerdo de julio del 2020 tiene dos variables dominantes en el proceso de negociación, la primera que se refiere a la política arancelaria del gobierno norteamericano y la segunda, una respuesta que el gobierno mexicano está dando a esta política arancelaria, promoviendo del mismo modo, un incremento de aranceles a todos los países con los que no se tienen tratados comerciales entre ellos China, que es el tercer socio comercial más importante de México.
Da la impresión que el gobierno mexicano está asumiendo una posición de subordinado económico a las políticas arancelarias de el presidente Trump, y está cerrando procesos de negociación anticipada en materia de aranceles combinando la estrategia del gobierno de Trump, con la estrategia arancelaria del gobierno mexicano, es decir, estamos ante un escenario de alto riesgo ante una interdependencia comercial que implica alteraciones de aranceles desde 25% sobre los productos mexicanos y los cinco principales sectores exportadores de México a Estados Unidos entrarán en una situación de confusión porque en conjunto estos cinco sectores representan entre el 75 y el 80% del total de las exportaciones de México hacia los Estados Unidos, de tal manera que la imposición de aranceles impactará de manera directa y desproporcionada a las empresas, proveedores, trabajadores y regiones económicas, ligadas a estos sectores; me refiero al sector automotriz, que representa 25%, el sector de maquinaria y equipo eléctrico 22% al sector de maquinaria y aparatos mecánicos, incluyendo computadoras, 19% al sector de combustibles minerales 7% y el sector de instrumentaciones y equipos médicos 4%.
Ante la expectativa de precios más altos, los consumidores podrán optar por posponer sus compras o buscar opciones más económicas de otros mercados, por ejemplo un arancel promedio del 20%, podría disminuir la demanda de vehículos mexicanos en Estados Unidos entre 18% y un 12% generando pérdidas anuales, considerables hasta por 10,000 millones de dólares y la cancelación de miles de puestos de trabajo.
Así es de qué a la acumulación de deuda externa, tendremos que agregar en el escenario el juego peligroso que significa una política arancelaria de altísimo, costo con el riesgo de perder la perspectiva y por lo tanto en vez de tener una política proteccionista, como es el propósito del gobierno mexicano, se tenga una reducción drástica en el flujo financiero, derivado de las exportaciones.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
Gerardo Mosquez Martínez