EL GRILLERÍO

EL GRILLERÍO

*Reclaman seguridad al Presidente y al gobernador
*Dejan plantados a los empresarios por inseguridad
*Simental sentimental, se siente solo en la lucha
*El gobernador, más comprometido con Apaseo el Grande

POR AGP

Por primera vez en su administración, la alcaldesa Elvira Paniagua Rodríguez acepta, públicamente y desde la tribuna del Cabildo, ponerse a la cabeza de su Ayuntamiento para plantear un “firme llamado” (entiéndase exigencia), de apoyo real y efectivo, al Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, y el Ejecutivo Estatal, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, para abatir la inseguridad en la que dejaron sumir al municipio. La presión de empresarios, de la sociedad en general y de miembros del Ayuntamiento no le dejaron otro camino, más que hacer a un lado la institucionalidad y el respeto a las jerarquías, para dejarles en su manos la parte del paquete que les corresponde. Si López Obrador y Rodríguez Vallejo son buenos políticos deben entender el mensaje: NO es Elvira Paniagua ni los miembros del Ayuntamiento en pleno solos, es el pueblo de Celaya el que plantea tal exigencia, el que les reprocha su falta de atención y su sosería para tratar este asunto que ha costado vidas, que atenta contra el patrimonio de las familias y tiene en la zozobra a la población en general. Piden mayor presencia y coordinación de las corporaciones, pero con gastos pagados, no que se los carguen al municipio.

Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.

PRIMERO LEÓN Y DESPUÉS LEÓN
Los celayenses creen que el asunto de la inseguridad, que rebasa en esta zona a todas las corporaciones, no es cosa de grilla.Al menos, no debería de ser; pero tal parece que así es. El gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo no toma el asunto con la prontitud ni la contundencia con que lo haría, y lo hace por menos, tratándose de León. Es evidente -dicen- que él vive allá y le interesa más su ciudad que todo el estado. Este fin de semana dejaron plantados a los empresarios, que tenían concertada una cita en Celaya, donde iban a estar el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Ayala Torres; el Fiscal General, Carlos Zamarripa Aguirre; el secretario de Seguridad Pública del Estado, Álvar Cabeza de Vaca, y la alcaldesa Elvira Paniagua Rodríguez. La mañana del viernes, ya reunidos, recibieron la información de la cancelación de la visita; el mensaje se había recibido el jueves a las once de la noche y les pidieron que se trasladaran al C5. Los empresarios no se movieron.
El asunto no es de grilla, pero sí es evidente un claro abandono político y una soterrada lucha entre las corporaciones policiacas, aunque parezca que patrullan la ciudad los militares, la Marina, la Guardia Nacional, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado y la Policía Municipal.
Elvira Paniagua no es de la gente de Diego Sinhue -dicen- por eso la deja sola; la puso Miguel Márquez Márquez; pero es del PAN, igual que el gobernador; algo los debe unir, al menos el ideal de servir y el compromiso de sus campañas de devolver la paz al estado y al municipio.

Miguel Ángel Simental.

SIMENTAL “ABATIDO” E IMPOTENTE
Por otro lado, el secretario de Seguridad Pública de Celaya, Miguel Ángel Simental, no es de la gente de Álvar, ni del Fiscal General y salió, igual que el personal que trae, de la desaparecida Policía Federal; hay recelo de las demás corporaciones y de las propias autoridades. Es mucho aventurar lo que se dice, pero comentan que en los ataques que sufrieron el fin de semana, los dejaron solos.
Funcionarios municipales vieron al secretario de Seguridad, antes de la conferencia de prensa, “abatido” y poniendo en duda el apoyo de las otras instancias, pues las limitantes de legales de la Policía Municipal no les permiten ir más allá de las acciones preventivas, que en las actuales circunstancias resultan totalmente insuficientes y demasiado riesgosas para los elementos.

¿UNA BURLA “EL GOLPE DE TIMÓN”?
Las interrogantes que surgen de hechos como los sucedidos este fin de semana en Celaya y los que se han venido registrando en la región, merecen una respuesta de las autoridades, no sólo para clarificar los hechos, sino para atender el problema de manera coordinada y contundente, como lo requeriría un “golpe de timón”; de lo contrario hasta el nombre es una burla.
Es preocupante escuchar, hasta del Presidente mismo, que lo sucedido en Celaya es un hecho publicitario de los que -dice- se han quedado sin la base social que los apoyaba. Cree que ese ardid publicitario al que hace referencia son, en palabras llanas, “patadas de ahogado”. Las referencias que hacen sobre José Antonio Yépez Ortiz -El Marro- no terminan de convencer a los celayenses, pues el robo de vehículos y, sobre todo, las extorsiones le están pegando a la actividad económica de las familias y no se ven acciones contundentes para frenar esta actividad delictiva. Cada día hay más negocios cerrados.
Si detienen o no a José Antonio Ortiz, es asunto de las autoridades, a los celayenses, como a todos los guanajuatenses, lo que les interesa es que acaben con la inseguridad, los crímenes, los robos, las extorsiones y los asaltos, que regrese la tranquilidad, la paz.

Elvira Paniagua Rodríguez

¿EL CORONAVIRUS O EL “VIRUS DEL MIEDO”?
Sin de meritar la amenaza del Coronavirus (Cobid-19) y las medidas que están tomando las autoridades federales y estatales, como adelantar y ampliar las vacaciones de las escuelas del 20 de marzo hasta el 20 de abril, que a adoptado también la Universidad de Guanajuato y que ya había adelantado el Tec de Monterrey, más la página web: coronavirus.guanajuato.gob.mx, que presentó el gobernador para informar de todo lo relativo a esta “pandemia” y su evolución en la entidad, desde hace tiempo los celayenses y muchos otros municipios viven con el “virus del miedo”, que ha sembrado el crimen organizado, pero no ha ameritado de las autoridades ni locales ni estatales una atención similar. Una pandemia del “virus del miedo” puede ser peor que la del Cobid-19, sólo que, en el caso de Celaya, la ven más lejos.
Los celayenses coinciden en que es pésima la información que da administración de Elvira Paniagua Rodríguez sobre lo que pasa en la ciudad. Ante cualquier acontecimiento de esta naturaleza, las redes sociales se invaden de información, que muchas veces es real, pero otras tantas sólo contribuyen a viralizar, valga la redundancia, el “virus del miedo”.
Coinciden en que ésta debería ser una tarea primordial del propio municipio, que tiene la información de primera mano y en tiempo real; pero si el director de comunicación social no es de Celaya, ¿qué le puede interesar? o les gana el miedo a ser parte de la alarma; sin embargo, mientras más preciso y serio sea lo que se comunica puede ayudar a estar mejor informados. Lo mejor sería no ocupar este servicio, porque las autoridades se esmeren en poner orden, pero mientras tanto, se debe hacer algo a conciencia. La asistencia a las víctimas de robos asaltos o extorsiones, con orientación y acompañamiento, para poder proceder legalmente, de acuerdo a la decisión de la persona, sería otra forma de estar cerca de la sociedad y cambiar esa percepción de que a la autoridad no le importa lo que le pase a los demás, mientras no los toquen a ellos o a sus familias. Hay tela de dónde cortar, si la autoridad local quiere trabajar.

Rainier Hernández Ruiz.

¿QUE HACEN LOS PARTIDOS POLÍTICOS?
En este tenor del acompañamiento social, ¿qué hacen los partidos políticos? ¿los que aspiran en un futuro a gobernar esta ciudad o cualquier otra de la región? Dentro de un año ya casi van a andar en campaña. ¿Con qué cara se van a presentar a pedir el voto? ¿Con promesas nuevamente?
Los ciudadanos no ven al PAN actuando, participando, menos cuestionando a la autoridad. Rainier Hernández Ruiz, presidente del Comité Municipal, se esconde, como su alcaldesa para no opinar; mete la cabeza en la arena, como el avestruz, para no ver. Morena no tiene un dirigente visible, Fidelina Bautista y Enrique de Alba, que en algún momento pretendieron ostentar la dirigencia, fueron desconocidos por Alma Alcaraz, quien también vive enfrentada por la disputa de la dirigencia estatal con Ernesto Prieto. En el PRI, no termina de instalarse la nueva dirigencia, que encabezan Jaime Enrique Oyanguren Segura y Claudia Alejandra Salazar Hurtado.
Los comentarios en los corrillos políticos lo reafirman: todos han renunciado a tener un papel preponderante en la sociedad; por lo mismo, no tienen políticos de peso y de altura que puedan darle rumbo o fortalecer el rumbo que ya lleva la ciudad para aspirar a otros estadios, en lo económico y en la política. El ombligo de cada uno es la amplitud de su horizonte. Al menos, de los militantes más visibles.

Gonzalo Hernández Hernández.

EMPRESARIOS DE APASEO EL GRANDE
La Asociación de Empresas de la Zona Industrial de Apaseo el Grande, que preside Gonzalo Hernández Hernández, ha establecido una relación efectiva con las diferentes corporaciones militares y policiacas de la federación y del estado para poder mantener la seguridad, no sólo de Toyota, sino de las diferentes zonas industriales y del mismo municipio. Después de ser una zona donde sentó sus reales el “huachicol”, con casas de seguridad, y tránsito constante de grupos delictivos; han logrado bajar la incidencia delictiva con un trabajo coordinados de todas las corporaciones, coordinados por el ejército.
Mantienen una relación muy estrecha con el secretario de Seguridad Pública del Estado, Álvar Cabeza de Vaca Appendini, y hasta con el mismo general de la XII Zona Militar Regional, Miguel Hurtado Ochoa, quien los recibió en la misma sede de la Comandancia en Irapuato.
Se sabe que, próximamente, los miembros de esta asociación se van a reunir con el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo para plantear los proyectos de desarrollo del municipio. La asociación ha adquirido su propio peso, pues participan industriales de diversas empresas proveedoras de las armadoras de la región, abriendo su abanico con las nuevas empresas que están llegando a los nuevos parques industriales. El gobernador allá se siente más comprometido.

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