TRUMP… AIRE EN SAN JUAN
Por G. C. Samayoa Madrigal
En San Juan también hace aire, versa la conseja popular mexicana, puntualmente aplicable al conocerse el lamentable resultado en el Senado norteamericano que exonera a Donald Trump de uno de los más terribles y desastrosos sucesos en la historia política del vecino país del norte… al que se considera todavía la primera potencia mundial y… ¿ejemplo de la democracia, después de eso?
Los republicanos optaron por la confabulación partidista, privilegiando los intereses facciosos por encima de los de la nación, la democracia y la legalidad… aun a riesgo de perder prestigio, respeto y credibilidad… afrentan al pueblo y desconciertan al mundo.
Las pruebas videograbadas parecían irrefutables, contundentes, pues mostraron a un Trump furioso azuzando a los grupos rebeldes, violentos, radicales, inconscientes, mercenarios… sin temor a duda alguna, apátridas.
Increíble, inconcebible, absurdo… el propio presidente en funciones, habiendo jurado velar por el orden y la paz en su país, convocando el disturbio, la ofensa a las instituciones, la agresión a las personas, provocando pánico, destrozos, lesionados y hasta muertos.
¡No prosperó el cargo de “incitación a la insurrección”!, lo que podrá derivar a un gran riesgo para la nación más poderosa del mundo… exponerla a la burla universal.
¡Complicidad de los republicanos ante uno de los hechos más vergonzosos de Estados Unidos!
La implicación de esta torpe decisión favorece y alienta la perversidad característica de Donald Trump, quien tras declararse objeto de una “cacería de brujas”, advierte que “acaba de empezar su movimiento ‘Hacer a Estados Unidos grande de nuevo’”, clara amenaza contra el pueblo, la nación y, particularmente, la nueva administración Biden, iniciada apenas el 20 de enero de este año.
¿Los republicanos continuarán sumisos y apoyarán, participarán y serán cómplices de esta nueva embestida anunciada por el señor Trump, alucinado por el presidencialismo y cegado por sus ambiciones de poder político y económico?
Dios agarre confesados a los norteamericanos y al presidente Biden, como también versa la conseja popular mexicana.