OFUSCACIÓN, DEFENSA, CÁTEDRA

Por G.C. Samayoa Madrigal

El presidente López definitivamente está ofuscado y, ciego de la ira, reacciona como los pendencieros de barriada que tiran golpes al por mayor mientras reciben tremendas palizas de los rivales, aquellos por los que se forjó la frase célebre: caí, pero no perdí la guardia o me rompieron la crisma, pero no la guardia.

El inquilino de Palacio Nacional está furioso porque nada le sale bien como consecuencia de su ignorancia en materia de leyes —crearlas, reformarlas, modificarlas— y de los procedimientos legislativos. La mayoría de sus iniciativas son frenadas por los procedimientos de impugnación, de amparo y hasta controversias constitucionales. Lo que se agudiza porque no está dispuesto a escuchar consejo alguno, incluso si viniera de sus “colaboradores” y lo peor es que de éstos, no hay quien se atreva corregir, conservándose en el servilismo vil.

Imagínense —expresión cotidiana del rayo de luz— en su desesperación por justificarse y respaldar sus absurdas decisiones, el mesías tabasqueño se atrevió a equiparar a Arturo Zaldívar con los héroes de la Patria.

Sorprendente, pero cierto. Esto sucedió en el engendro mañanero del 26 de abril, al abordar el tema de la reciente reforma del Poder Judicial, en cuyo artículo 13 transitorio se prevé que Zaldívar prologue dos años más su presidencia en la Suprema Corte de Justicia y en el Consejo de la Judicatura Federal, lo que se ha considerado una violación constitucional, un procedimiento reeleccionista y un pretendido sometimiento del Poder Judicial al Poder Ejecutivo.

López, amparado en su convicción personal de que “sí son importantes las instituciones fundamentales, pero también los hombres o las mujeres que las dirigen”, argumentó que las reformas que propuso sólo podrían llevarse a cabo si el titular de SCJ y del CJF “fuese una gente honorable, íntegra, que no perteneciera a los mismos grupos de poder económico y político que llevaron a la ruina al país, a la decadencia, los que avalaron la corrupción”.

Fue entonces que, “guardadas todas las proporciones”, evocó la participación independentista de Hidalgo, que luchó por la justicia y Morelos, por la igualdad. Para inmediatamente después exaltar la figura de Juárez, destacando que sin él no hubiese habido Reforma; “ahí sí es Juárez el que encarna esa transformación”, remató sin recato alguno. Terminó aludiendo a la Revolución, cuestionando: ¿qué hubiese pasado sin Madero? Él es el que da la confianza al pueblo para revelarse en contra de Porfirio Díaz”.

Señaló a Zaldívar como el único, en una descalificación tácita de los demás magistrados.

“Entonces, ¿qué pasa en la Corte? —reflexionó— si termina el periodo el año próximo el actual presidente, Arturo Zaldívar, los miembros de la Corte eligen al nuevo presidente, el actual presidente Arturo Zaldívar continúa como ministro, pero ya no como presidente y como ya no sería presidente, tampoco sería presidente del Consejo de Judicatura, que es el órgano encargado de cuidar el buen comportamiento de los jueces, de los magistrados, de los mismos ministros; es el órgano que puede llevar a cabo la transformación del Poder Judicial, vigilar que los jueces no estén, como ahora, al servicio de los potentados”.

Ante la actitud presidencial, el experimentado político y diputado por MORENA Porfirio Muñoz Ledo anunció la creación de un Frente Amplio en Defensa de la Constitución al que convocará a académicos, juristas, jueces, periodistas, intelectuales y ciudadanos en defensa inmediata de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los órganos autónomos, señalando al periódico Reforma que es el momento de parar “el país de un solo hombre”… es un momento por la restauración de la democracia”, precisó.

Explicó que «se trata de que defendamos la Constitución, reflexionando y haciendo propuestas. De defender la autonomía de las instituciones como el INE, INEGI INAI y todos los órganos autónomos constitucionales, producto de un avance democrático en el país que impulsamos muchos sectores».

Respecto a la intención presidencial de incorporar al INE al Poder Judicial, Muñoz Ledo comentó que «estas expresiones sólo se explican en razón de que el presidente cree que ya se ‘comió’ al Poder Judicial, pero el INE tiene que mantener su autonomía».

Por su parte, el diputado panista Juan Carlos Romero Hicks, tras expresar que el licenciado López “miente, provoca y se victimiza o cambia el uno dos: provoca, miente y se victimiza”, se permitió, en conferencia de prensa, explicar lo que ignora o quiere ignorar el inquilino de Palacio Nacional:

“El caso es muy claro, la ley nos protege a todos y quien infringe la ley se atiene a sus consecuencias, a eso se le llama estado de derecho, no estado de chueco, y los valores fundamentales del derecho son tres: justicia, bien común y seguridad, y eso es lo que el legislador en su oportunidad determinó para regular las precampañas. Ahora resulta que por aplicar la ley se está atentando contra la democracia.

“No. El Presidente miente, el presidente traiciona a la democracia cuando descalifica a todas las instituciones del estado de derecho. Ya se le han hecho reconvenciones por parte del Instituto Nacional Electoral, pero lamentablemente llegó con el virus del odio y la soberbia, y él protestó guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, por lo tanto si viola la Constitución y/o las leyes reglamentarias incurre en falta y esa falta es muy sencilla. De hecho, si llegase a promulgar la reforma inconstitucional del poder judicial federal va a incurrir en dos faltas: uno, perjurio y dos, corrupción. Nosotros estaremos muy atentos para que todo esto funcione.

“Cuál es el papel del Presidente de la República en esto, ser un ciudadano más y ser un observador y permitir que la fiscalía especializada para delitos electorales, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Judicial de la Federación en el ámbito de su competencia sean los que determinen lo que procede. Nosotros estaremos muy atentos para reflexionar y para exigir que todos los contendientes, todos los partidos y todos los que esté interactuando estén apegados a la ley. No queremos un Presidente que mienta y que traiciona, lo está haciendo, nos apena mucho como mexicanos”.

Triste la realidad nacional.