CALAVERAS LITERARIAS
ELVIRA PANIAGUA
Dos de noviembre, recuerdo,
la Parca vestía de fiesta,
celebraban en Celaya
el funeral de la alcaldesa.
Su historia muy bien la cuenta,
la Muerte en este romance:
soñó con ser presidenta,
por no estar en sus cabales.
Entre tanta inseguridad
y ediles de oposición
la llevaron a la tumba,
junto con Jaime, su asesor.
También conspiró la Muerte
con Alianza Ciudadana,
elaboraron encuestas,
a modo, contra Paniagua.
Con resultados en mano,
sentencia del “Pueblo Bueno”,
la Parca cargó con todos
por insolentes y rejegos.
Vuela, vuela mariposa,
de alas negras, panteonera,
dile al Cabildo de Celaya,
que aquí está su Mera, Mera.
Así pongo punto final,
suplicando a la Pelona,
nos libre de todo mal
y de políticos malhoras.
DON DIEGO SINHUE
En esta tierra sembrada
de cadáveres en trozos,
la Muerte iba de turista
con su guadaña en lomo:
Donde antes fue un granero
a instancia de tanto esfuerzo,
con Alvar y Zamarripa
se viralizaron los muertos.
No es que la Parca lo goce
y venga aquí de Catrina,
anda buscando a los jefes
de la estrategia fallida.
Sinhue Rodríguez Vallejo,
que de por sí rehuye el tema,
oyó a la Parca decir:
“Yo vengo por tu cabeza”.
La estadística que es fría,
Guanajuato va punteando,
“el refrigerador de México”
suplirá a los camposantos.
-Nada de qué ufanarse,
-reprocha La Jefa a Diego-,
ni la Big Data te salva
al ver al crimen creciendo.
-No está el horno para bollos,
ni la tumba pa’ tantos muertos,
ampliaremos los panteones
para tu nuevo gobierno.
Desde ese día en el bunker,
que renta en Puerto Interior,
se ve ufana a la Catrina
de invitada en este panteón.
BENJAMÍN CASTILLO
El pueblo vistió de luto
en tan solemne ocasión,
sepultaron al obispo
tal como él lo estipuló.
Además de liturgia exequial
con todo su presbiterio,
dejó por ley de su ministerio
estrenar la nueva Catedral.
El tiempo, como la Muerte,
no perdonan desatinos,
ni con milagros divinos
pudieron cambiar su suerte.
Quedó consignado en oficio
la causa de su deceso;
dice: murió por exceso
de sermones contra el vicio.
De acuerdo a planes del cielo,
la Muerte se hizo presente,
Don Benjamín obediente
obtuvo paz y consuelo.
JAIMITO, EL ASESOR
Por su fama bien ganada
de asesor de la alcaldesa,
la Parca se obsesionó,
con cortarle la cabeza.
Pocos sabe de los detalles,
pero de algo no queda duda,
la Parca quería como trofeo
esa testa tan sesuda.
El deceso de Jaimito,
paralizó a la alcaldesa;
la Muerte privó a Celaya
de innovadoras propuestas.
SOPHÍA HUETT
La Parca que es muy aguda
cuando de ironías se trata,
celebró que «El Marro» ande
espantado y «a salto de mata».
En palabras de Sophía Huett:
«Ya mero cae El Marro».
La Parca se ríe y no cree,
que Zamarripa saque las manos.
A la vocera de seguridad,
se le agotan las excusas;
la Muerte considera mejor
protegerla en una tumba.
Para Alvar y Zamarripa
abrió fase de alegatos,
cientos de muertos les cargan
en tierras de Guanajuato.
Con la Huesuda por jueza,
se esperaba tal sentencia:
recoger descuartizados
que deja la delincuencia.
MÁRQUEZ Y DIEGO
Cómo Marquez anda enojado
por los desatinos de Diego,
la Calaca fue por él
para quitarlo de enmedio.
No es que justifique errores,
pero la Parca da por sentado,
que imposiciones de Márquez
a Diego le ató de manos.
Pa’ no meterse en disputas,
y librar la encrucijada,
echó en la misma tumba
a políticos de marras.
También Zamarripa y Álvar,
gozando de preferencias,
la Parca los condenó
a penar en la vida eterna.
SANTIAGO NIETO
Dicen que la Unidad
de Inteligencia Financiera,
se propone cazar corruptos
con software de una hechicera.
Santiago Nieto presume,
de la Cuarta Transformación,
una inversión millonaria
con la Parca de pilón.
Con ese artefacto digital,
promete ser muy certero,
aunque la Huesuda le advierte
no cavar su propio agujero.
Principio y fin de Nieto,
fue su osada transformación,
quedó atrapado en sus cuentos
como calaca del panteón.
Fue su afán tecnológico
emprendimiento fallido,
la Parca no tuvo empacho
de condenarlo al olvido.
LA CATRINA AZUL
Vestida toda de azul
llegó la Parca a Celaya,
se presentó en el Cabildo
a reclamar su mesada.
Empezando por Mauricio,
Morenos e Independientes,
pagaron “derecho de piso”
en este panteón celayense…
De los panitas ni se diga,
cargando llevan la Muerte,
van derechito al panteón
por un nuevo presidente.
De todos en el Cabildo
sólo el del Verde es feliz,
paga “derecho de piso”
en el panteón de Beatriz.
La Catrina con su jarana,
toda vestida de azul,
hace su arribo a Celaya
por los caminos del sur.
Su misión es muy discreta,
casi orden presidencial:
enterar a los panistas
en una urna electoral.
Apoquinados como andan
frente a la oposición,
a la Parca le facilitan
realizar la operación.
En el panteón de Celaya
hay un letrero que reza:
“Aquí yacen los cuerpos
de una fallida estrategia”.
ROBERTO HUGO
Contenta se ve la Muerte
con logros de su cosecha,
y no por eso desecha
lo que Dios le puso en suerte.
Sorprendió una presa inerte,
reposando en los balcones,
luego de negociaciones
de cambios en el gabinete.
La Parca que en todo está,
ante tal hecho evidente,
cargó con Arias García,
que se hacía el inocente,
aunque de prueba tenía
el acta y el expediente.
EPITAFIOS
Este panteón se construyó
con el apoyo del pueblo,
lo hizo a perpetuidad
para políticos etéreos.
Aquí se pueden leer
epitafios y recuerdos,
de los seres del poder
para su propio consuelo.
MOISES GUERRERO
Aquí descansa Moisés,
panista reVerdecido,
su triunfo bien merecido,
con un gobierno al revés.
Es de todos conocido
que fue de piel muy sensible,
su afán rayó en lo risible
hasta verse perseguido.
En recuerdo a su memoria
repiten este refrán:
“El que a dos amos sirve
con alguno queda mal”
ALEJANDRINA LANUZA
En esta tumba descansa
la honorable presidenta:
Alejandrina Lanuza,
mandamás de Salvatierra.
Acosada por el crimen
perdió gente de su grupo,
luego surgieron enredos:
la verdad nunca se supo.
Con ese legado pendiente
aquí descansa Lanuza
descartando asesinatos
y a la prensa por intrusa.
ARIEL CORONA
En una lápida de oro
del panteón de Cortazar
dedicaron un epitafio
al presidente municipal:
“Aquí yace el esqueleto
de Ariel en su lozanía,
le recuerdan por su hazaña,
de acabar con Estefanía.
Destacó por su activismo
buscando la reelección,
pero fue sólo el destino
que truncó con su ilusión.
CIFUENTES NEGRETE
En un panteón del estado,
pagada por feligreses
hay una tumba del líder
Román Cifuentes Negrete.
Su epitafio no es elocuente
pero es muy claro en su dicho:
“Descansa aquí el presidente
de un partido en retiro”.