CALAVERAS LITERARIAS 2024
DIA DE MUERTOS 2 DE NOVIEMBRE DE 2024
La Muerte, la Catrina, la Calaca,
lo mismo que la Huesuda
y también la Calavera,
la Pelona o mujer de alcurnia
como la Dama de Negro,
todas saltan de la tumba
a presumir su esqueleto
para votar en las urnas.
Cualquiera impone respeto
desde planos siderales,
la Calaca por su cuenta
obtiene lo inconfesable
de políticos bisoños
y de viejos irremediables,
sólo hay que apretar la tuerca
a políticos inmorales.
No hay dedicatoria alguna
en esta ardua faena,
más vale ser precavidos
a exponer la calavera
ante un gobierno infiltrado
de odio hasta la testa:
cada quien tome lo suyo
y acallen su conciencia.
HONORABLE AYUNTAMIENTO
Llegaron las calaveras
en este día de muertos;
vienen por los políticos
podridos y deshonestos,
que se escudan en su cinismo.
Se han visto en los portales
fantasmas desconocidos,
son los nuevos ediles
que perdieron los estribos,
por el poder que les asiste.
Ediles de cuarto grado
confunden aparador
con cristalería, lamenta
la Parca con su trinchador
para una limpia completa.
Instalada en el Cabildo,
como lo haría el presidente,
dicta sentencia condenatoria
por el bienestar celayense,
la Calca inquisidora.
Todas, todos y todes,
pa’ no dejar cabos sueltos,
cavan su propia tumba
presumiendo sus complejos
de emparentar con la Huesuda.
En el panteón de Celaya
se escuchan tristes lamentos,
son los ediles en pena
que vagan como los muertos
donde ya nadie los pela.
A MODO DE ELEGÍA A LA GOBERNADORA
Murió una gobernadora
en el Palacio de la Presa;
no hay explicación mundana
que justifique la pena.
La política era su afán
soñaba con su gobierno,
quería cambiar el mundo
con lo del Nuevo Comienzo.
Por apoyar a las mujeres
se mantuvo en su promesa,
acabó un fideicomiso
por financiar su tarjeta.
Terminó exhausta y rendida
decretando su victoria,
con el sartén por el mango
cayó al fondo de la fosa.
La Parca vino por ella,
en la cumbre del poder,
por trastorno de equilibrio
y sentido del deber.
CONGRESO DE LA UNIÓN
La Muerte cual justiciera
de políticos en traición,
sentenció a legisladores
por salvar de la Patria el honor.
Al recurrir la sentencia,
con lo que llaman amparo,
fue improcedente el recurso
para los parlamentarios.
La Parca selló el decreto,
usando la misma treta,
enterró el salvoconducto
con otra cláusula pétrea.
Hay luto en la República
declaró la presidenta;
llevaba un bastón de mando
como guadaña sangrienta.
Apareció la huesuda
conduciendo su carreta;
llevaba un montón de huesos
al panteón de la vergüenza.
DEL CLERO CELAYENSE
¡Sacrosanto imperio eclesial!
-grita un beato anonadado-,
¡Es el obispo Aguilar!
en fúnebre cierre de año;
va con su presbiterio
en exequias al camposanto:
“líbranos de todo mal”,
repetían en su rosario,
cuando la sombra cubría
al cuerpo del episcopado.
La Calaca dio por hecho
que la providencia allanó
el camino terrenal,
para llevar al panteón
al ministerio selecto
para preservar su honor.
En las cuentas por saldar
con ánimo salvador,
la Muerte llega pareja
cosechando del montón.
(fotos y gráficas de Printeret y redes).