DE DON ARMANDO OLIVARES, LA ESTRELLA DE GUANAJUATO.

DE DON ARMANDO OLIVARES, LA ESTRELLA DE GUANAJUATO.

JOSÉ CARLOS GUERRA AGUILERA


“TODA CASA DE ESTUDIOS DEBE SER COMO
UN RESONADOR POTENTE QUE REGISTRE
LAS PEQUEÑAS VIBRACIONES QUE VENGAN
DE TODOS LOS RUMBOS DEL DESTINO DEL HOMBRE”.
ARMANDO OLIVARES CARRILLO.


1.- Se cumplen el 13 de octubre de este año, 60 largos años del fallecimiento de Don ARMANDO OLIVARES CARRILLO, oriundo de la ciudad de Guanajuato, célebre abogado y filósofo. Nacido el 2 de junio en el emblemático año de 1910, fue el primer rector de la ahora benemérita Universidad de Guanajuato, en 1945 antes precisamente Colegio del Estado; en ese evento refirió: “Urge la transformación de la Universidad, de la académica y pasiva, que se limita a la simple trasmisión del conocimiento para la formación profesional, en la Universidad actora creadora, capaz de dar definición científica de nuestra patria.” Destaco como catedrático, en la literatura, en el teatro y como universitario integro y entregado.
2.- Creador del servicio social universitario, que fue una de las más grandes aportaciones de la comunidad estudiantil, basándose en la solidaridad, en la formación integral del ser humano, en el reconocimiento de los valores trascendentales, así como, la dignificación del ser humano; colocando a la Universidad de Guanajuato, como una de las primeras instituciones educativas en América Latina, con verdadero sentido social.
3.- También creo el Teatro Universitario, los Entremeses Cervantinos, la Imprenta Universitaria, la gran Biblioteca que lleva orgullosamente y merecidamente su nombre, fue Diputado local, Juez de Distrito puntual, concreto, que dictaba sus sentencias en la audiencia llamada constitucional. Hombre culto, sensible, en muchos sentidos ejemplar.

4.- La frase que destaco al principio, está muy cerca del patio central de la Universidad, subimos unos escalones para leerla o releerla y vemos su profundidad: las pequeñas vibraciones que vengan de todos los rumbos del destino del hombre, en la casa de estudios.

5.- Amaba el arte intensamente, de suerte que hay una frase significativa de Diego Rivera: “De las toneladas de tinta que se han gastado en mi favor o en mi contra, es esta la primera vez que con claridad se piensa y se expresa lo que realmente soy: un guanajuatense.” Otro guanajuatense muy destacado, visto y comprendido por otro.

6.- Cuando murió Don Eduardo Cruces Sánchez, secretario del Colegio del Estado y de la transición a la Universidad de Guanajuato, otro gran personaje; recuerdo que su nieta Montserrat Georgina Aizpuru Cruces, indicó que se le había preguntado si el nombre de su abuelo estaba en alguna aula y ella contestó certeramente, su nombre está en los cimientos; y el nombre de Don Armando está también en los cimientos y en todo el imponente edificio de la Universidad de Guanajuato.

7.- Cuando murió Don Armando, Ernesto Scheffer, refirió emotivamente: “Nos queda como legado tuyo esta Universidad que tú fecundaste y por la cual viviste, a la que vivificaste hasta darle exactamente la última gota de sangre. Y queda, por lo tanto, este cuerpo cálido y vivo de jóvenes universitarios, que han entendido tu nítido mensaje con toda claridad ávidos de acción, llenos de fe, pletóricos de posibilidades y que tú has encaminado definitivamente por los únicos cauces posibles.”

8.- Se había apagado la estrella. Eso mismo, mi padre Carlos F. Guerra me dijo al saber la muerte de Don Armando: se había apagado la estrella de Guanajuato.

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