DE VARIOS PENSAMIENTOS CERTEROS DE DENISE DRESSER.
JOSE CARLOS GUERRA AGUILERA.
1.- “Te escribo estas líneas, sentada en mi escritorio, con el pulgar manchado de tinta indeleble, con sentimientos encontrados. Esperanza y zozobra. Alegría y temor. Gozo por lo que decidimos dejar atrás e inquietud ante lo que vendrá.
Sé por qué ganaste; sé por qué el voto se volcó en tu favor. Como nadie recorriste el país y entendiste su enojo. Como nadie capturaste el sentir de los indignados, los enfurecidos, los enojados. Años de democracia diluida, transición trastocada, desigualdad creciente, pobreza lacerante. (…)
Y tú, el insurgente, ofreciste lo que tantos querían oír. La refundación. La transformación. El rompimiento con el viejo régimen. Invitaste al país a hacer historia contigo. Y la mayoría te acompañó; algunos con entusiasmo, otros con ambivalencia, muchos para darle un puntapié al priismo.
(…) Y tú fuiste de plaza en plaza, de pueblo en pueblo, dándole voz al horror. Atizando los agravios y reconociéndolos. Triunfaste porque tu diagnóstico es el correcto. México ha sido expoliado por sus élites y exprimido por sus intereses enquistados y victimizado por su vetocracia sindical y empresarial. El péndulo de la historia se corrió de la acumulación a la redistribución; de la derecha a la izquierda como lo explicara Albert Hirschman. Todo eso lo entiendo, lo reconozco. Pero aun así, no soy de las jubilosas que quiere abrazarte, izarte en hombros. Porque no sé cómo gobernarás, a quiénes escucharás, a cuáles miembros de la “mafia en el poder” perdonarás, qué modelo económico instrumentarás, qué sistema de justicia edificarás, si serás el líder aplaudible de una izquierda progresista o el líder cuestionable de un lopezobradorismo conservador. Ante nosotros se vislumbra una Terra Incognita.
No temo que México se vuelva Venezuela. Temo que México siga siendo el mismo México. Un país clientelar alimentado por un Estado dadivoso que crea recipientes en vez de participantes. Un país que mantiene el capitalismo de cuates, solo que con otros cuates, los tuyos. Un sistema de partido hegemónico renovado con pocos contrapesos. Un andamiaje institucional corroído cuyas falencias sean suplidas por el presidencialismo resucitado.
(…) Me preocupa que ataques a la prensa, desdeñes al Congreso, denuestes a la Suprema Corte, descalifiques a la sociedad civil, dividas a la población entre los “buenos” que te apoyan incondicionalmente y los “malos” que lo son sólo por cuestionarte. Y es cierto que muchas de las organizaciones y las instituciones que señalas son indefendibles. Pero habrá que remodelarlas, no saltar por encima de ellas.
Hoy, el día después, estaré haciendo la tarea que me toca: vigilarte, exigirte, recordarte el imperativo de reconciliarnos. De gobernar en nombre de todos y no sólo de quienes votaron por ti. De reconocer el pluralismo y promover la tolerancia. De combatir privilegios y corrupción, pero también en tu propio partido. Y decirte: México no es el país de AMLO o Morena o sus gobernadores o sus diputados. Es el país de uno. El país nuestro. En 2018 y siempre.”
Carta Abierta. A vigilarte. 2 de Julio de 2018.
2.- “Finalmente, aprovecho la expedición del presente memorándum para recordarle que sobre su cabeza no está posada una corona. Más bien encima de su pecho hay una banda presidencial. Y esa no le confiere un derecho divino, le impone una obligación constitucional”.
La columna para refrescarle la memoria a López Obrador. 1 de julio de 2019
3.- “En los tiempos más tristes para tantos, AMLO alardea los avances del Tren Maya. A pesar de estar presuntamente vacunado, no recorre hospitales, no se reúne con víctimas, no honra a los muertos, no reorienta recursos para salvar vidas, no cambia el guion. (…) Él se mantiene impasible. Él a lo suyo. Regodearse en la popularidad, impermeable e intacta a pesar de la mortandad; encerrarse en su visión de la «Cuarta Transformación», como si la realidad no exigiera repensarla. Parece ser de esos hombres que nunca se retractan de sus opiniones, porque se aman más a sí mismos que a la verdad.”
Trágica terquedad. 21 de diciembre de 2020.
4.- Suscribo todos sus conceptos. En estos tiempos negros, de luto, más tristes para muchísimos, de muertos y más muertos; de mentiras oficiales amontonadas; de muchos prójimos desconocidos que mueren solos, como abandonados en hospitales abarrotados; de familias vendiendo todo para sobrevivir; de empleados desempleados, sin salario, sin esperanza; de médicos, enfermeras, camilleros, que están como en los tiempos primitivos, al frente de batalla, muriendo primero. Entristece los enfermos que no alcanzan camas, medicinas, que son relegados, que no tienen misericordia oficial. Da coraje que el señor no recorra hospitales, y que se diga que asistió a un hospital fingido, de tramoya, sin enfermos reales; que no se reúne con víctimas, que no honra a los muertos, que no reorienta todos los recursos para salvar vidas, que se mantenga tercamente impasible.
Diciembre 28 de 2020.