Del declive a la renovación. Un llamado a la acción

Del declive a la renovación. Un llamado a la acción

Por Velia María Hontoria Álvarez

Al cerrar el capítulo de luces y sombras que fue el año 2023, las llamas de las promesas se encienden, y la esperanza crece. En este momento crucial, es imperativo dirigir nuestra atención al pilar fundamental de toda sociedad próspera: la educación. Este factor se erige como una de las herramientas más importantes para desterrar la pobreza y fomentar el desarrollo económico.
Al Revisar los puntos más destacados y los desafíos que enfrenta la educación en México, lamentablemente observamos que el declive persiste debido a la falta de una dirección óptima. La “nueva escuela mexicana», iniciativa educativa de AMLO, parece no haber proporcionado los resultados esperados, como evidencian los datos del CONEVAL: «Más de 89,000 escuelas de educación básica en México carecen de drenaje, mientras que 39,568 no tienen red de agua potable y 9,989 carecen de energía eléctrica». Estas condiciones limitan de manera significativa tanto la labor de enseñanza como el proceso de aprendizaje.
Otro desafío es la desigualdad en el acceso a la educación. En las regiones rurales y colonias marginadas, donde se encuentran grupos altamente vulnerables, la calidad de la educación es incierta, sin una medición clara de la calidad ni la cantidad, además de la problemática de la deserción. Este último aspecto preocupante, ya que «el 56% de los adultos de 25 a 64 años solo cuenta con primaria o secundaria terminada». Se anota además un 12.6% más de deserción, atribuible en gran medida a la violencia, la pobreza y la orfandad, cuestiones lamentablemente exacerbadas por el aumento de feminicidios en nuestro país.
Es inquietante la falta de iniciativas concretas para abordar las problemáticas que afectan a nuestros niños y juventud pues en lugar de implementar medidas efectivas, el gobierno parece estar más interesado en polemizar, dejando en segundo plano los problemas que realmente nos importan como ciudadanos. ¿Cómo establecer canales efectivos de comunicación? ¿Qué instancias podrían promover un diálogo más constructivo? México necesita suma, basta de restar.
Las actitudes adoptadas por la administración, no solo carecen de empatía hacia las dificultades de la población, sino también parecen agravar aún más la situación. La falta de diálogo constructivo, la imposición de disposiciones que no consideran necesidades reales de la sociedad, el crecimiento de la corrupción genera un ambiente de descontento y frustración.
Es fundamental que, como ciudadanos, analicemos críticamente la gestión actual y exijamos respuestas concretas a los retos que enfrentamos. La inacción y, en muchos casos, la indiferencia solo perpetúa los problemas y socavan la confianza en las instituciones, es momento de cambiar la postura pasar de la intención del voto a votante consciente.
Explorar alternativas y propuestas que puedan ofrecer soluciones viables y beneficiosas para la comunidad. Analizar y considerar opciones alternativas, buscar líderes que estén dispuestos a abordar los problemas de manera efectiva y responsable.
El 2023 es testigo de desafíos persistentes, destacando la necesidad urgente de un enfoque efectivo, menos polarizado. La educación seguirá siendo un faro de esperanza para nuestra sociedad, podemos darle un nuevo enfoque ¿nos atreveremos a exigir y promover esas acciones?

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