DEL SUJETO QUE TRANSMUTÓ A LA NACIÓN
JOSÉ CARLOS GUERRA AGUILERA.
1.- Quién lo creyera, el alumno que duró 14 años en la Universidad Nacional Autónoma de México, para titularse; que denostó a los que tuvieron estudios de posgrado; que gritó, en su tiempo, que “al diablo con las instituciones”; y hace poco que no le vinieran con el cuento de que “la ley es la ley”; ese señor con la alianza de sus pares y de sus legisladores transmutó la Nación.
2.- El señor que se recibió como licenciado (con minúscula) en ciencias políticas, que se peleó (y sigue la pelea absurda y demostrando ignorancia) con España, además con la Santa Sede, con Perú, sobre todo, donde fue designado como no grato, y con muchos políticos y que inventó las pausas diplomáticas, que demostró no tener cualidades y la educación de “político”, fue nuestro Presidente.
3.- El individuo que no dejó piedra sobre piedra, de lo construido de uno de los aeropuertos que sería el más modernos del mundo y que inventó una elección “a mano alzada” entre quienes quizás jamás habrían subido a un avión, fue el Presidente de todos los mexicanos.
4.- El ejecutivo (con minúscula) que no cumplió con lo que le ordenara el Poder Judicial de la Federación en varias suspensiones de amparos, se va impune.
5.- El hablante que, en su lugar predilecto, en la llamada “mañanera” se dedicó a intervenir en el anterior proceso electoral, sin obedecer al INE, se retira sonriente como si fuera un travieso.
6.- El habitante de un Palacio, que indebidamente era su dulce hogar, mismo que convirtió en un Bunker, se va por fin.
7.- El sujeto que confesó que tenía hechizado al Presidente de la Corte, para que las sentencias del Poder Judicial Federal fueran a su conveniencia, lo que fue una descarada confesión y un atropello, se retira alegre como si fuera un inocente.
8.- El personaje que se dedicó a echar la culpa de casi todo, a un expresidente; el que rifo un avión y luego lo vendió; el que mintió cuantas veces quiso; el que no permitía entrevistas; el que intimido demasiado a más de un periodista, el que creyó que construir 100 universidades públicas era igual que construir una mega botica, acaba su tiempo.
9.- El sujeto que, a pocas horas de la extinción de su mandato, amplia dos años el permiso para que los vehículos llamados “chocolate” puedan circular en el país, sin importar el impacto múltiple que significa eso, termina por fin su gestión.
10.- Quien dijo a una reportera que no se tumbaría ni un solo árbol para el Tren Maya, cuando hubo millones de árboles talados, cenotes dañados, alteración del sistema ecológico con alarma mundial y sin atender las suspensiones de jueces federales, se va contento de su logro destructor. Llamando traidores a quienes no le obedecían, su odio fue contra todo el Poder Judicial de la Federación que esperemos no destruya, aun cuando lo está minando. Su quinquenio fue el de mayores muertes en el mundo, en la Pandemia; también de muchísimos menores desatendidos en su cáncer. Su periodo gubernamental, el de mayor endeudamiento y el de más sangre derramada. De hecho, mandó al diablo a muchas instituciones. No somos los mismos.