EL DESFILE DE LOS CARROS ALEGÓRICOS DE NAVIDAD DE 1840 AL 2019
Una tradición que inició el sacerdote franciscano fray Mariano Sánchez, en 1840
Desde 1840 a la fecha, con algunas interrupciones o con reducida participación algunas veces, se realiza en Celaya el Desfile de los Carros Alegóricos de Navidad, registrando también épocas de gran auge con la participación hasta de 30 carros, según cita de Don Luis Velasco, quien dice que a fines del siglo XIX ya se complementaba con todos los atractivos de la Feria.
La iniciativa de los carros alegóricos surgió del padre franciscano fray Mariano Sánchez, quien pretendía para darle más auge y esplendor al «Rosario de Navidad», que tenía verificativo durante las nueve noches que preceden al 24 de Diciembre, en cuya ocasión se acostumbraba llevar por las calles un carro adornado en el que iban colocados los «Santos Peregrinos», que era conducido en procesión hasta cada uno de los barrios de indios que rodean a Celaya.
En este recorrido se rezaba el «Rosario», se cantaban villancicos y letrillas al son de panderetas y pitos de aguinaldo.
LOS CUADROS ORIGINALES DE LOS CARROS ALEGÓRICOS
Fray Mariano decidió representar en carros alegóricos algunas de las invocaciones de la «Letanía Lauretana» y escenas bíblicas: «El Paraíso», «La Torre de David», «La Fuente de la Gracia», «La Estrella de los Mares», «El Espejo de Justicia», «La Ciudad de Sión», «La Casita de la Virgen», «La Cabaña de los Pastores» y «El Nacimiento», seguidos por la comitiva de los Reyes Magos con su recua de mulas cargadas con cofres y barriles dorados.
Para el arreglo de los carros, se contó con la ayuda del Ayuntamiento y por algunos vecinos acomodados, que se echaron a cuestas el compromiso de adornarlos, desplegando ello todo su ingenio, asesorados por el escultor Don Longinos Núñez, logrando la admiración de los celayenses y sus visitantes.
SE COMPLEMENTÓ CON LA FERIA DE NAVIDAD A FINES DEL SIGLO XIX
“Con los años, este desfile llegó a alcanzar un gran renombre y celebridad, pues hubo alguna vez en que llegó a treinta el número de carros que hacía el recorrido por las calles, y para fines del Siglo XIX ya era complementado con una famosa feria, en la que no faltaban las corridas de toros, las peleas de gallos, los bailes populares y el juego en la «Partida» de grandes sumas de dinero.
En otra cita de Don Luis Velasco, aludiendo a 1903, dice que Celaya conservaba sí, algo de lo de antaño, sobre todo en sus fiestas; y en las de «Navidad» no deja de salir el tradicional desfile de carros alegóricos, que había llegado entonces a alcanzar una inusitada importancia por su número y por lo vistoso de su arreglo.
SARITA MONTOYA Y EL SISMACC RESCATAN LA TRADICIÓN
Por muchos años, principalmente entre los ochenta y noventa del siglo pasado, para rescatar esta tradición, que iba en decadencia, Sarita Montoya, mejor conocida como la poetisa de Celaya, arreglaba por su cuenta el carro de la posada para llevarlo a cada barrio durante los nueve días de posadas, para motivar a los vecinos a que arreglaran su propio carro y el 24 y 25 de diciembre participaran en el desfile.
En la actualidad, la Casa de la Cultura y el Sistema Municipal de Arte y Cultura de Celaya son los encargados de preservar esta tradición, que reúne cada año a los barrios para llevar a cabo el desfile más representativo de los celayenses en esta época decembrina.