En Prospectiva: Los informes que no quieren ver…

En Prospectiva: Los informes que no quieren ver…

José Gerardo Mosqueda

Después del evento electoral del domingo 1 de junio, donde se hizo un montaje para que los ciudadanos mexicanos dieran muestra de cómo se deben “machetear” los acordeones, y después de qué todos los gobernadores que se comprometieron con la presidente de México, no cumplieron con las operaciones de manipulación, acarreo y fraude con la emisión de los votos por parte de los mexicanos, es de suponerse que vengan los informes, por ejemplo: alguien le tuvo que informar a la presidente de México del bajísimo nivel de participación de los mexicanos en las casillas y resultados que se obtuvieron en el proceso electoral pasado.
Fue posible conocer evidencias de casi todas las operaciones fraudulentas en un proceso electoral, como si nos hubiésemos remontado a los años setenta en donde la realidad acerca de la participación democrática de los mexicanos siempre estuvo maquillada con cifras y datos que se producían días antes de los procesos electorales y siempre sucedía con el propósito de resolver algunas negociaciones entre las diferentes facciones dentro del mismo partido gobernante de aquella época.
Nada distinto el día de hoy, nada que nos debiera de extrañar, si de procesos electorales se trata, la realidad es irrefutable, se cometieron todos los delitos electorales, todas las operaciones de acarreo que fue posible. Todo el chantaje y manipulación con los programas de gastos social, y la mentira que se manejó hacia los ciudadanos en el sentido de recordarles su obligación de participar en el proceso electoral, bajo el riesgo de perder los beneficios económicos de los programas de gasto social.
La elección del domingo 1 de junio fue la oportunidad para consolidar el engaño a los mexicanos por parte de MORENA, sucedió igual que sucedía en los tiempos del partido hegemónico, donde la democracia era una simulación con la cual se justificaba el resultado que convenía a los actores políticos principales, servía como el entorno político para la negociación, entre los grupos de poder, y desde luego, después de una negociación, también servía para las operaciones políticas que convenían a los grupos en el poder.
Recuerde usted estimado lector, que para el proceso electoral, donde fue candidato único por el viejo PRI, José López Portillo, la oposición decidió no presentar candidato y cancelar la participación del proceso electoral; el candidato del PRI tomó todo el tiempo necesario para recorrer el país, estar presente en todas las movilizaciones electorales que por esa época convocaba; dicho de otro modo, fue una campaña de rounds de sombra; en realidad a muy pocos mexicanos les importaba si estaba contendiendo contra sí mismo, y qué expectativa se podía tener, porque no había otros candidatos que pudieran representar un mínimo riesgo.
Todo el proceso electoral de aquellos años fue organizado, administrado y evaluado por el Consejo Nacional Electoral; el propio poder ejecutivo desde la Secretaría de gobernación, concentraba el poder político con el que se definía una sucesión política, el país entero tenía que esperar los resultados que emitieran la Secretaría de Gobernación, y por supuesto reconocerlos como válidos, porque con esas reglas se jugaban los procesos electorales de aquellos tiempos.
Hemos vuelto, desgraciadamente a esos nefastos tiempos de la política en México, para esta elección, no les alcanzaba el tiempo para desaparecer al INE, y tampoco es fácil querer engañar a los ciudadanos que ya aprendieron a que se puede elegir y hacer valer el respeto del voto para que los mexicanos tengamos a las autoridades que se elijan.
En las primeras 48 horas después del día de la elección, todos los mexicanos sabíamos que la elección del poder judicial había resultado un fracaso y que la mentira dialéctica del gobierno mexicano también ha sido un fracaso.
Conocer la realidad hace posible la demostración de que no es cierto que los mexicanos quieran una elección del poder judicial en el país, no acudieron los mexicanos a las urnas, y de los pocos que acudieron es necesario restar a todos los ciudadanos que deliberadamente acudieron a las casillas a anular su voto y a dejar los mensajes de repudio y manipulación de ese proceso electoral, todas las expresiones del más florido lenguaje mexicano para destacar a los corruptos del gobierno, para evidenciar que lo que los mexicanos queremos es una reforma integral a los temas de justicia, pero desgraciadamente los grupos políticos en el poder siguen sin entender que la democracia no es, ni debe ser, una simulación como lo han querido hacer los grupos políticos incrustados en morena, empezando por el propio dueño del partido, y hasta el último que se haya afiliado a morena, creyendo que está en el lugar correcto de la historia.
Nueve de cada 10 mexicanos no acudieron a votar y de los que sí acudieron a las urnas, un 30%, fue a manifestar su repudio al proceso, a las autoridades del ejecutivo federal y a los actores políticos de morena; pero la presidente de México dice que fue todo un éxito, que la elección para tener un poder judicial ha sido lo mejor que le podría haber pasado al país.
Sólo da pie a pensar que no queda clara la diferencia entre el cinismo y la locura, la presidente de México considera que es un éxito y se ufana de qué hayan ido a las urnas más mexicanos, que los que votan por la oposición… será que, para algunos casos, si es posible sumar peras con manzanas.
Sólo haré referencia a un informe, el que publicó esta semana, la Organización de Estados Americanos sobre la elección judicial en México: el informe reconoce que las elecciones fueron pacíficas, que se aplicaron criterios de paridad de género y que el INE tenía pocos recursos para administrar el proceso. A la Organización de Estados Americanos tampoco le parece bien que los jueces de un país sean electos por el pueblo, así es de que la versión de las tribus políticas mexicanas en el sentido de haber tenido una elección inédita en el mundo no ha provocado ninguna grata sensación en la representación de los estados americanos.
El informe de la OEA cuestiona y manifiesta que hay dudas porque hay listas completas de jueces propuestos por el Ejecutivo, primera sorpresa, los tres poderes del Estado mexicano propusieron a las personas a todos los cargos de la elección judicial; señala categóricamente la baja participación de los ciudadanos en el proceso.
El informe destaca que se trata de uno de los niveles más bajos de participación en la región latinoamericana para un proceso electoral, asimismo, destaca también el registro de un muy alto porcentaje de votos, nulos o no marcados; la misión de observadores también señala que la elección es resultado de la reforma constitucional, aprobada en septiembre de 2024, la cual se establece el voto popular para la elección en el Poder Judicial y no existe precedente en el mundo de qué la totalidad de los jueces de un país se elija mediante sufragio universal.
La comisión integrada por 16 personas de 10 nacionalidades distintas, analizó los comicios desde la óptica de su organización electoral, de su tecnología electoral, del proceso de evaluación de selección de las candidaturas judiciales, de la justicia electoral y la participación de las mujeres; se reunieron con los actores políticos, con algunos integrantes de la Suprema Corte, con el secretario de Relaciones Exteriores, con consejeros del Instituto nacional electoral, con la presidenta de la Sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el presidente de la mesa directiva del Senado, la Secretaría de Gobernación, los diferentes comités de evaluación, con la Fiscalía General de la República, candidatos y candidatas a los diferentes órganos del Poder Judicial de la Federación y representantes de organizaciones de la sociedad civil, que solicitaron ser
escuchados para expresar sus perspectivas desde los comicios y los cambios en el modelo de elección de jueces, a partir de estas reuniones y encuentros previos al proceso electoral, más la evaluación del proceso y de los resultados del mismo, generaron un contenido que no es del agrado de la presidente de México.. por lo tanto, el informe de la Organización de Estados Americanos está descalificado, a la señora Sheinbaum, no le gusta.
No le gusta que desde todas las perspectivas políticas, judiciales, académicas, de políticas públicas, dentro y fuera del país, se diga que la elección fue un fracaso, sólo para ella y las tribus que se alinearon con su liderazgo, ha sido el proceso más exitoso e inclusive rebasado en sus resultados a la expectativa que ellos mismos tenían, basta recordar el mensaje de la secretaria de Gobernación que tuvo necesidad de un diccionario a la mano para encontrar las palabras de mayor elogio que puede proporcionar el idioma.
La elección de autoridades del poder judicial comunica la indiferencia y el rechazo de los mexicanos a su iniciativa; sólo ese hecho es suficiente para pensar en la necedad que le mantiene en ese discurso de mentiras. Pero siempre hay posibilidades de corregir, de dejar de fingir, de asumirse con un compromiso democrático y tener la honestidad elemental de reconocer que se equivocó; tiene tiempo de corregir, y de darse cuenta de que los votos que usted obtuvo no tenían implícito, como usted, dijo, la reforma al poder judicial y su forma de instrumentarlo.
Si a usted le pesa más cumplir con la venganza de su antecesor, entonces no está usted pensando en el pueblo de México, ni siquiera en la parte de los mexicanos que votó por usted.
De casi 100 millones de ciudadanos mexicanos que pudieron avalar el proceso electoral que usted propuso; 9 de cada 10 no tomaron la propuesta, no tuvieron interés en su reforma ni 1 de cada 3 de los que sí votaron por usted.
Hasta la próxima En Prospectiva
José Gerardo Mosqueda

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