EXTORSIONES, TAREA PENDIENTE
Por Juan Miguel Ramírez Sánchez
La extorsión es una acción ilegal que consiste en amenazar o coercer a otra persona para obtener dinero, bienes o servicios. Además de todos los problemas que enfrentan los empresarios y/o emprendedores día con día, las extorsiones en el municipio de Celaya es otro de los problemas que tiene que hacer frente y que cada día va en aumento. Esto es muy preocupante para las micros, pequeñas y medianas empresas, ya que de cada 10 empleos en Celaya 6.5 son generados por una pequeña empresa.
Los comercios fijos y ambulantes son los más dañados por estas prácticas delincuenciales. Esto es el resultado de una estrategia fallida por parte del ayuntamiento que provoca que no se desarrollen completamente algunas actividades económicas y, por lo tanto, se abandone la infraestructura social y productiva.
El tema de las extorsiones es un tema que afecta a personas con actividades comerciales diversas: venta de comida ambulante, tiendas de ropa, ferreterías, tortillerías, restaurantes, negocios de servicios y profesionistas. En muchos casos incluso alcanza a afectar a grandes negocios establecidos desde hace muchos años.
Algunos pequeños y medianos empresarios y/o emprendedores tienen que entregar parte de sus ganancias a los delincuentes, generando conflictos existenciales, morales, pero sobre todo de quebranto financiero a sus negocios, esperando con ansias el día en que las autoridades impondrán la seguridad en nuestro entorno.
Por otro lado, en todo Celaya encontramos negocios pequeños, medianos y grandes abandonados, porque muchos de los dueños prefieren cerrar que pagar las extorsiones o exponerse a que los amedrenten o asesinen.
Una de las tareas pendientes, admitió el alcalde de Celaya, son las extorsiones. Hasta noviembre de 2023 se habían denunciado 187 casos, de acuerdo con datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública. A pesar de que hay muchos, muchísimos delitos de extorsión que no se dan a conocer ni se denuncian por miedo a represalias, en muchos casos de la misma autoridad.
Aunque se realizan operativos con relativa frecuencia, en los que se detienen o desarticulan células de delincuentes, el impacto en las extorsiones es mínimo, ya que las autoridades competentes del municipio o del estado no ejercen acciones en contra de jefes criminales de envergadura ni en contra de los agentes -jefes y subalternos- ni mucho menos contra alcaldes y/o funcionarios públicos coludidos con el crimen organizado.
Pero no solo los grupos delincuenciales son los generadores de inseguridad, sino que también influye la insuficiencia de espacios recreativos, deportivos y culturales, la deficiencia en los servicios públicos, los salarios bajos, escasa vigilancia policial en la mayoría de las zonas de la ciudad y de las comunidades, la falta de conciencia y compromiso social de las autoridades, entre otros, que siguen afectando el tejido social de Celaya.
