
Habrá elección. No habrá electores
J. Gerardo Mosqueda M.
El domingo 1 de junio está prevista una elección, primera elección, donde los ciudadanos estarán en condiciones de elegir a las personas que ocuparán los cargos clave en el poder judicial: ministros de la suprema corte, magistrados del tribunal electoral, jueces de distrito y en algunas entidades del país los cargos equivalentes para su propio estado.
De acuerdo con el INE, la elección incluye 881 cargos judiciales a nivel federal, además de los cargos locales de las entidades.
Por más que se polemizó en los recintos legislativos, la elección que se llevará a cabo en nuestro país, es un caso único en el mundo, especialmente por la magnitud que representa el proceso, existe un antecedente comparado con este, es el caso de Bolivia, que instituyó este proceso hace 15 años, en el caso de México se llevará a efecto tanto un proceso federal como el equivalente del proceso local que en algunas entidades, pero será en el mismo evento electoral y el Instituto nacional electoral, es el encargado de organizar todo el proceso en el que se elegirán: nueve ministros y ministros de la suprema corte de justicia de la nación, cinco magistraturas del tribunal de disciplina judicial, dos magistraturas de la sala superior del tribunal electoral del poder judicial de la Federación, 15 magistraturas de salas regionales del tribunal electoral. (tres por cada una de las cinco circunscripciones en el país.), 464 magistradas y magistrados de circuito, 386 jueces y juezas de distrito.
Existen algunos estigmas que marcan el proceso electoral de la elección del 1 de junio: primero, es una elección que corresponde a una reforma que no se hizo, en realidad corresponde más a la lucha interna en morena y la polémica se centra en una pelea por la presidencia de la suprema corte de justicia de la nación entre Yasmín Esquivel contra Lenia Batres, así que en estricto sentido la elección en el poder judicial, en realidad es una lucha por el poder que consolide a las tribus que tienen por ahora los controles del poder ejecutivo. Uno de los efectos negativos más contundentes de este proceso que lamentablemente podrá consumarse el 1 de junio, es que representa el fin de la carrera judicial de cientos de mexicanos, que durante décadas decidieron forjarse en la ruta del desempeño dentro del poder judicial, anteponiendo las exigencias de la capacidad de la técnica jurídica y del conocimiento de las leyes, por lo tanto de la probabilidad ética en el manejo de las mismas para pasar a convertirse en una pelea por recintos de poder sin pronósticos.
Uno de los enemigos comunes en el proceso de elección del poder judicial, es precisamente el exministro Arturo Saldívar, quien hoy despacha en el círculo cercano de la presidenta Sheinbaum, pero qué es quien ha hecho lo posible por la manipulación del proceso en su beneficio.
En las estimaciones de participación de los ciudadanos en día del proceso y dado el desorden y la complejidad con la que fue planteado, precisamente porque es la agenda de las tribus autócratas dentro de morena, hoy se estima que podrá haber una participación menor al 10% de los ciudadanos.
Los grupos de operación y de movilización de morena y los operadores a sueldo de la estructura gubernamental federal, no han logrado conseguir que se incrementen los indicadores de votación, porque es un proceso ininteligible, sin embargo, quedan todavía unos días para que fluya el dinero que permita conseguir el acarreo de un mayor número de votantes sin embargo, la presidencia del país sigue pronunciándose en el sentido de qué cualquier nivel de participación en el proceso es suficiente para asegurar que habrá un nuevo poder judicial, con aspirantes seleccionados por las estructuras del partido morena, y con la pretensión de subordinarlo, de manera sumisa a las decisiones del propio poder ejecutivo.
Dos son los escenarios principales ante la proximidad del proceso electoral. En el escenario A la presidencia de la suprema corte quedaría en manos de la abogada Lenia Batres, se contarían con leyes secundarias radicales en el poder judicial, las resoluciones generales del poder se harían al modo de que ostenta el Poder Ejecutivo y el país entrará en la mayor incertidumbre jurídica.
En el escenario B la presidencia de la suprema corte de justicia de la nación, quedaría en manos de la ministra, Yasmin Esquivel, se contaría con leyes secundarias moderadas en el poder judicial, las resoluciones generales también serán a modo y habría una incertidumbre jurídica moderada.
Es decir, venga como venga el proceso de la elección del poder judicial, estamos en la antesala de un retroceso histórico en materia de administración de justicia en nuestro país.
En estricto sentido, la baja participación, independientemente de qué representa un desconocimiento de los motivos, de las razones de la elección, independientemente del discurso del poder ejecutivo, y de las tribus en conjunto que ostentan el poder, el proceso nace descalificado, incompetente, insuficiente en la parte logística y técnica para su instrumentación, y con un resultado pronosticable negativo para la comunicación política y la transmisión de acuerdos que representen un estado de derecho confiable en un país que no logra transmitir madurez democrática, por el contrario, comunica inconsistencias gravísimas, en cuanto al conocimiento técnico del derecho y transmite y provoca toda clase de suspicacias para quienes requieren de un estado de derecho confiable en todos los procesos y mecanismos de intercambios económicos, financieros, de infraestructura, de
equipamiento, de tecnología de desarrollo del conocimiento. Finalmente, de desconfianza en un gobierno que no garantiza el respeto de las leyes.
Las conjeturas respecto a la eficacia del proceso llevan a unas conclusiones complejas como complejo y confuso es todo el proceso:
1. El ciudadano tiene que llegar a la casilla identificarse con la credencial para votar.
2. Recibirá seis boletas para votar por los distintos cargos del poder judicial de la Federación, en el momento que reciba las seis boletas, se le colocará el líquido indeleble en el pulgar derecho y marcarán la credencial para votar en el apartado elecciones federales una vez que suceda esto.
3. Podrá pasar a la mampara a emitir sus votos, para votar por las candidatas y los candidatos deberá escribir en los recuadros punteados de la parte superior de la boleta, el número que corresponda a cada candidatura que elija, es decir, deberá escribir el número que está tomándose del lado izquierdo del nombre … podrán ser decenas de candidatos y deberá estar seleccionando cada uno de estos nombres por si no le hubiera quedado claro, deberá escribir los números con claridad, es importante recalcar que las boletas incluyen las iniciales que corresponden al poder de la unión que postula esas candidaturas, es decir, si se postula por el poder legislativo, por el poder ejecutivo, por el poder judicial, si es una auto postulación y en las boletas, pues deberán de seleccionar conocer los nombres, poner los números, identificar qué poderes el que lo propone, y aunque todo esto viene descrito y con diferentes colores, las seis boletas que recibirá en algunos casos con decenas de nombres que no ha escuchado ni visto jamás en su vida.
4. Si es que encuentran la cantidad de funcionarios necesarios en cada casilla, no serán estos funcionarios los responsables de contar los votos. Los votos no serán contados en presencia de los ciudadanos, tampoco al concluir la jornada por parte de los ciudadanos representantes en las casillas, tampoco habrá representantes de partidos porque no es una elección de poderes legislativos o ejecutivos. Simplemente se tendrán que mandar las boletas sin conocer los resultados, sin exponerse en los concentrados que ordinariamente se publican en las fachadas del domicilio del centro de votación.
5. Como haya quedado, la votación será empacada y enviada a las oficinas distritales y se tomará todo el plazo que establece la ley hasta 12 días para conocer los resultados. Los ciudadanos no podremos saber los términos en los que se dio el proceso de recuento de votos.
6. Una vez que se haya concluido el recuento, si es que se hizo, se publicará lo que las autoridades electorales quieran publicar y se argumentará con las evidencias que la misma autoridad quiera publicar.
Estamos ante el proceso electoral, más opaco, confuso, retrógrado, perverso, como cuando las autoridades del gobierno eran los responsables de instrumentar los procesos, ejecutar los procesos, contar los votos, emitir los resultados, calificar las elecciones y renovar las autoridades… ningún mexicano, les creía no tenían interés en el resultado, daba lo mismo lo que pasara en el proceso electoral, porque normalmente primero se tenían los resultados y después se llevaban a cabo los procesos de votación.
Los candidatos registrados no son conocidos, y dentro de lo muy poco que ha trascendido respecto a los antecedentes de algunos candidatos, lo que ha quedado claro es que fueron procesados y son candidatos los afines ideológicamente al movimiento de morena, los que están participando condicionados por la entrega de los recursos provenientes del gasto social gubernamental, es decir, beneficiarios, mayores, de 18 años, de los programas sociales del gobierno, los que han estado reclutando a través de movimientos territoriales y de organizaciones sindicales o afines a los grupos de control en el poder ejecutivo.
Usted tiene interés en ir a votar el 1 de junio, hágalo pensando en que a pesar de todas las inconsistencias podrían existir algunas candidaturas que, pese a todas las irregularidades propiciadas por el propio gobierno, pudieran representar algún segmento de expertos del derecho que todavía quedan y que tienen interés en rescatar lo rescatable de administración de justicia de nuestro país.
También puede ser que usted participe por un interés sociocultural, quizá poder comprobar por propia experiencia, lo que por su edad no le fue posible conocer en los procesos del viejo sistema, es decir de los procesos electorales de los sesenta de los setenta que son exactamente iguales que los actuales, procesos electorales, sólo que, con siglas políticas distintas, los de décadas atrás con las siglas del PRI, los de la actual elección con las siglas de morena.
Si usted quiere vivir la experiencia y también la puede documentar y la puede compartir en redes sociales para conocimiento de los círculos de sus conocidos, y por qué no, experiencias que trasciendan, ayudarían en gran manera a dejar la evidencia de que la renovación de los poderes judiciales del país no es una garantía de entrar en un nuevo esquema del estado de derecho en nuestro país. Por desgracia, no hay ni un solo elemento que permita llegar a esa conclusión.
Si usted tiene la idea de presentarse en el proceso electoral, “para ver qué pasa” es probable que estará usted mal, invirtiendo las horas de descanso del domingo, y es más probable que usen su presencia para tratar de vender algunos mensajes de el interés por participar de los ciudadanos en el proceso electoral.
No tenga prisa, los resultados serán los que ya han estado estudiando desde las estructuras de asesoría del poder ejecutivo y que le indicarán al INE para que sea comunicado oficialmente.
Es una desgracia más para nuestro país, formar parte de un ejercicio de simulación, pero insisto, puede usted tener ubicado algún candidato, alguna candidata que no representa esa manipulación que ha conjugado las tribus de izquierda, dentro del poder ejecutivo y legislativo, y hasta puede ser que logren que algún destacado profesional del derecho represente una especie de Luz de Esperanza del proceso electoral del poder judicial.