¡IMAGÍNENSE!… ¡MORDIÓSE EL ORGULLO!
Por G. C. Samayoa Madrigal
El Presidente Andrés López (PAL) regresó con todo a las mañaneras… recargado, dirán algunos… remasterizados, expresarán otros… Las dos semanas de tratamiento y reposo no fueron suficientes para bajar los índices de odio, de revancha, de ira… Salió a lanzar indiscriminadamente los golpes que quedó a deber en ese lapso de cuidado a la salud.
Triste, pero cierto… continuaron las mentiras, las medias verdades, los engaños, los otros datos y la confrontación con adversarios, periodistas e intelectuales.
Sin embargo, el martes 9 de febrero de 2021 sucedió lo inesperado, lo increíble: PAL mordióse… soberbia y medio orgullo para comentar, claro, en forma muy breve:
Andrés Manuel López Obrador.
“Estoy buscando convencer a empresarios que tienen posibilidades económicas para que hagan un grupo, una sociedad y se queden con el avión presidencial, porque nos ha costado trabajo venderlo; y me cuesta trabajo también convencerlos, porque ya nadie quiere, como se dice coloquialmente, tirar aceite, andar ahí de presumido, ya es otra situación”.
¡Imagínense!
López acepta su derrota por primera ocasión… ¡no pudo —no ha podido— vender el avión presidencial!, el lujo que ofende a los mexicanos, según su apreciación, concepto y palabras.
Y más allá —recurriendo al verbo popular— “le pide frías” al sector que más ha golpeado, satanizado, desechado e insultado… a los empresarios.
¿Qué tal?
Así de complicado trae el asunto de la lujosa aeronave el austero creador de la cuarta transformación.
Pero… ¡imagínense!
PAL aún no se percata que, por el momento, dicho avión por mantenerse en condiciones de arrendamiento no tiene propietario que lo pueda ofrecer en venta… Más claro: el gobierno de México no es dueño del aparato, es usuario, sólo lo está rentando… Si hay opción de compra, sucederá hasta que se dé por concluido el contrato de arrendamiento.
Histórica mañanera (martes 9 de febrero de 2021), sin lugar a duda.
