LÓPEZ, REBELDE ELECTORAL
Por G. C. Samayoa Madrigal
Definitivamente, Andrés López Presidente no puede contener al Andrés López rebelde electoral que lleva dentro… le gana este último, aunque coloque a aquél en la presunción del delito electoral… Pesan más 18 años de activismo divorciado de las regulaciones, demoledor de las barreras constitucionales y legales, que casi tres años como jefe del ejecutivo, comprometido con la Carta Magna y las Leyes que de ella emanan a trabajar por y para el pueblo.
En esta inusual, increíble y espectacular contienda personal política, queda clara la prioridad de Andrés López: impulsar a su movimiento y que éste obtenga el triunfo el próximo domingo 6 de junio, así ponga en riesgo la investidura que le otorgó el voto ciudadano el 1 de julio de 2018… Seguramente le apuesta a su influencia presidencial para borrar cualquier intentona de fincarle responsabilidades por la presunción de violaciones a las leyes electorales.
Está acostumbrado a actuar amañadamente pretendiendo eludir los riesgos… y ello vuelve a suceder, pasando por alto un acuerdo de civilidad firmado con los gobernadores y jefa de gobierno, así como desafiando a las normatividades… Si como activista no tuvo ni midió límites, como dueño del país menos.
Pretendiendo encubrir al activista, el presidente inicia giras de trabajo que etiqueta como privadas. La primera ha sido en Ayoxuxtla, Puebla, para conmemorar el 102 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata. Narra la crónica que acudió al “jacal” donde el Caudillo del Sur le dio forma al Plan de Ayala.
En el mismo despacho se informa que, no obstante los términos de la veda promocional del gobierno que comenzó el 4 de abril, López mencionó varios de los programas del bienestar, como la pensión universal para los adultos mayores, los apoyos dedicados a los niños con discapacidad y los diversos beneficios a los jóvenes. “Estamos haciendo todo lo posible para que no haya corrupción y que el presupuesto le llegue a la gente, que se devuelva al pueblo”.
Lo anterior no obstante que la veda sólo permite al gobernante proporcionar informaciones sobre temas de salud, de protección civil, de seguridad y de educación. De ninguna manera promocionar imagen y acciones.
“Ya hay un programa de adultos mayores, de apoyo a personas con discapacidad, para jóvenes. Hay municipios donde se está ayudando para mejorar las escuelas, en fin, se está trabajando, pero hace falta más”, expuso el líder moral —tomado de la versión periodística— por encima de la limitante presidencial.
Para curarse en salud, por las redes sociales precisó que no anunció su viaje, ni al gobernador, al que le habló por teléfono cuando ya iba en camino. Expresó no pretender acto alguno para evitar se malinterprete, sólo se trataba de una conmemoración cívica, señaló.
El hecho de que haya habido personas de la sociedad civil, en edad de votar, ajenas al gobierno, aunque sólo haya sido un individuo o un par de ellos, le convierte en acto público de promoción electoral. Más aún si en la comitiva hubo reporteros de la fuente o si el área de Comunicación Social permitió la difusión de este evento en los medios, pues al publicarse y circular la nota, de inmediato perdió la calidad de “privado” y coloca a Andrés López y funcionarios que le acompañaron en el supuesto de violación a las regulaciones electorales, lo que fortuitamente debe ser analizado de inmediato por la Fiscalía General y la Fiscalía especializada, pues al sospecharse delito electoral, éste se persigue de oficio, no requiere de denuncia.
Las fiscalías son autónomas, no dependen del ejecutivo, no hay cortapisa alguna que les impida iniciar el procedimiento que permita confirmar si hay elementos para abrir una carpeta de investigación.
Ese es el reto, resultado de la contienda de Andrés López Presidente vs Andrés López activista rebelde.
¿Habrá que esperar nuevas argucias del Andrés en campaña permanente por más de 18 años? ¿Seguirá superando el activista al presidente? ¿Permanecerán inamovibles las Fiscalías? ¿No habrá reacción de los partidos opositores y sus candidatos? ¿La sociedad se mantendrá callada?
En resumen, ¿se consolida la impunidad?