PROSPECTIVA: 10 de enero. De regreso a la libertad
José Gerardo Mosqueda Martínez
Casi 26 años y el que fuera el país más rico del Cono Sur, Venezuela está a unos cuantos días de consolidar el triunfo que por más de dos décadas, los venezolanos han estado esperando; algunos en el propio Venezuela, y tal vez más de 8 millones de ciudadanos venezolanos en distintas partes del mundo.
Algunos, víctimas de persecución, otros, tratando de encontrar el sustento que en su propio país perdieron como víctimas del desastre económico que ha propiciado el régimen chavista, que es igual que el régimen socialista, que es igual que un gobierno que le da la espalda a la sociedad, como en todos los regímenes socialistas de la historia en el mundo, que abusa de ella, y que, cual si fuera una banda de delincuentes, toma las posiciones de poder y hace todo un proceso de engaño a la sociedad venezolana.
Las estrategias del engaño con las que durante casi 65 años, el régimen cubano engañó a la sociedad; cómo ha sucedido con la sociedad boliviana de los últimos 20 años, como ha sucedido en Nicaragua, por más de tres décadas…
En el mes de julio pasado, en las elecciones presidenciales la sociedad venezolana representada por la Señora María Corina Machado, ganaron las elecciones de manera contundente, con diferencias de más de dos a uno en todas las provincias del país, sin dejar espacio para conjeturas y dudas de interpretación de los procesos electorales; Nicolás Maduro perdió la elección.
Se aplicaron con todas las artimañas del gobierno venezolano y lograron impedir que continuará en el proceso como candidata presidencial, la señora Machado; los venezolanos decidieron retirarle su confianza, en definitiva, a un gobierno dictatorial socialista, populista y vinculado a todos los negocios que se pueden derivar de la presencia del crimen organizado en las instancias gubernamentales de ese país.
El gobierno de Maduro nunca ha podido presentar pruebas fehacientes de lo que ellos llaman su triunfo electoral, sólo discursos, sólo artimañas, sólo mentiras para tratar de sostener lo insostenible mientras logran desaparecer los rastros de los indescriptibles, niveles de corrupción, que es con lo que se distinguen las estructuras del poder político de ese país.
Cómo ha declarado ya en el exilio, el doctor Juan Carlos Delpino: en Venezuela se violó la voluntad popular y cuando era posible pensar que los venezolanos portadores de uniformes militares, serían el resguardo de la confianza de los ciudadanos en las urnas, también el gobierno nacional violó el plan república (qué es el nombre con el que se identifica la participación de las fuerzas armadas en los procesos electorales) en esta ocasión, no les ordenaron, cuidar el respeto a las leyes durante el proceso electoral, sino que procedieron con instrucciones que derivaron en persecuciones, en represión y en la muerte de cientos de venezolanos que lo único que hacían era expresar su voluntad y manifestarse en un reclamo de libertad para volver a un régimen democrático, después de más de 25 años de engaños, desde los primeros intentos de golpes de estado promovidos por el
finado, Hugo Chávez.
El régimen socialista logró impedir que María Corina Machado se presentara a la segunda vuelta electoral, y de ahí derivó la propuesta de Edmundo González, como candidato presidencial; un venezolano ejemplar, de carrera diplomática y firmes convicciones para mantener en alto la moral, el amor a la patria y la firme convicción de terminar con una dictadura que ha llevado a toda la nación, al peor escenario de desastre, que jamás hubiesen imaginado en su historia. Con esas maniobras, el régimen logró consolidar el liderazgo moral de María Corina Machado, y proponer a un candidato presidencial, que estará por tomar posesión, jurando sobre su constitución, el próximo 10 de enero.
Durante los meses que han transcurrido entre el día de la elección, y el día de hoy se ha generado una corriente solidaria de identificación plena con el triunfo democrático, Edmundo González y María Corina Machado, que representan a una sociedad venezolana que recupera su sonrisa, que no tiene miedo, pero que como bien ha dicho la líder de todo este proceso, “no le tenemos miedo al miedo porque los venezolanos ya no somos los mismos, somos mejores”.
Los venezolanos escriben su propio futuro, porque han logrado vencer a la dictadura socialista, que está derrotada políticamente, electoralmente, espiritualmente… los venezolanos están decididos a construir una nueva nación donde todos son iguales ante la ley, y donde una madre no tendrá que bajar la cabeza por una caja de comida… La derrota del régimen está cerca y los planes de inteligencia-emoción-acción, se han convertido en una lucha espiritual y Dios está con nosotros así lo afirma la líder de todo este proceso.
La comunidad internacional ha ido fortaleciendo los apoyos hacia el gobierno electo de Venezuela y ha logrado reducir prácticamente a cero la indiferencia y la neutralidad, sólo los gobiernos de Brasil y México mantienen la posición de negociar para una tercera vía, es decir, que se reconozca que maduro no ganó las elecciones y que Edmundo González no ganó las elecciones. La posición absurda, pero qué identifica la posición ideológica de ambos gobiernos, que por lo visto tampoco están en ninguna disposición de servir a sus sociedades, que tampoco tienen interés en reconocer la voluntad popular, y que por el contrario obedecen a simpatías con las dictaduras socialistas.
En contraste con esto; los ciudadanos venezolanos se atrincheran en espera de la llegada a su país del presidente electo Edmundo González, que, junto con su equipo de trabajo, ha diseñado una estrategia de presencia solidaria internacional con un trabajo excepcional en los cuerpos diplomáticos de los países simpatizantes de la democracia y que inició una gira internacional, teniendo como primer punto de encuentro con los venezolanos radicados en Argentina con una recepción llena de Esperanza y con una gran motivación por parte de los venezolanos que ahora sí ven el próximo regreso a su gran nación después de duras y dramáticas experiencias, pero también, como ellos mismos lo declaran, contando con la solidaridad de todos los países de América, excepto los de filiación socialista, es decir, donde prevalecen, modelos, autocráticos, populistas y dictatoriales.
El presidente electo de Venezuela fue recibido como jefe de Estado, en la casa rosada de Argentina, y con un saludo generoso en la plaza de Mayo para los venezolanos radicados allá, el mismo día es recibido por el presidente del Uruguay, y una comitiva diplomática, la solidaridad del gobierno uruguayo, el apoyo y el compromiso de acompañarle en su defensa por la democracia venezolana; el día de mañana se espera que el presidente electo arribe a Washington, donde, además de tener reuniones con el congreso, con el próximo secretario de Estado del gobierno americano y con el propio presidente John Biden, se prevé declaraciones al unísono en el sentido de defensa de la democracia en Venezuela y del total respaldo de la nación americana al presidente electo Edmundo González, desde luego también habrá en el programa, un encuentro con los venezolanos que están exiliados o que las circunstancias políticas los han puesto fuera de su nación.
El presidente electo viajará a Venezuela, haciendo una escala en Panamá, donde su actual presidente lo espera con una recepción, por demás importante; ahí se reunirán una veintena de ex jefes de Estado de América, dispuestos acompañarle a su toma de protesta y con quienes se instrumentará estrategias agregadas de fortalecimiento de las relaciones con los círculos de poder internacionales, en torno a un acto de juramento en paz, antes de volar de Panamá, al país que gobernará, estará en Santo Domingo.
Tomo las palabras del propio Edmundo González: prestaré juramento el 10 de enero, como está previsto en la Constitución. Será el presidente de Venezuela 2025-2031.
Maduro, Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez, el fiscal Tarek Saab y todos los que integran el primer círculo de gobierno donde se encuentran las más atroces complicidades en el manejo de los recursos del país, en los acuerdos de asociaciones delictuosas y con las urgencias de esconder las evidencias de los fraudes electorales, como de los grandes decisiones de corrupción, generando fortunas en beneficio de unos cuantos vividores están preocupados, porque tienen todos los recursos que la nación dispone: el dinero de los venezolanos, armas, una guardia especial para defender al presidente, complicidades con otros, que están haciendo los negocios que se generan con los bienes nacionales, pero en el final de la dictadura, lo que marca la diferencia para identificar un buen gobierno de un mal gobierno, es contar con la empatía y la voluntad de su pueblo.
El principio del final de una dictadura es no contar con la voluntad popular. Maduro no ha podido sacar al pueblo a la calle… ha intentado conciertos populares, marchas, manifestaciones, propaganda en espectaculares, carteles en las esquinas… parece que nada le funciona. Por lo pronto tiene convocado entre el 7 y el 12 de enero, dos congresos mundiales (así dice en sus declaraciones.) antifascistas, uno de ellos es de jóvenes.
Hace unos días generó una campaña acusando al presidente electo de ser el líder de un movimiento popular para un golpe de Estado contra el gobierno que él preside… también parece que nadie le creyó.
Por ahora, parece el principio del fin de la dictadura venezolana, en cinco días se estará fraguando un cambio de página en la historia de un país de grandes valores que ha resistido las consecuencias de un desastre que ha costado miles de vidas y, el desarraigo de millones de ciudadanos venezolanos, sin embargo, el encuentro con la libertad está cerca.. muy cerca.
No existe una manera de transmitir la historia de una nación a otra, más que a partir del interés ciudadano de un país y del otro por conocer, entender y actuar… los que hoy gobiernan nuestro país y que han adoptado hasta los dichos de gobernantes corruptos que anteponen sus intereses personales, de sus movimientos, de sus ambiciones, al propósito de la política, que es, principalmente, un servicio a la sociedad, están actuando como han actuado en los periodos de inicio de las dictaduras: primero va a hacer todo lo necesario por ganarse la simpatía de los ciudadanos, haciendo todo lo posible por desmantelar la estructura social, especialmente la estructura jurídica del país, con lo cual se deja de ser un país de orden constitucional y de leyes, y entonces únicamente actuar como si el pueblo lo pidiera… piénsalo.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez
Presidente del Instituto de Administración Pública.