
//PROSPECTIVA:// ¿ Cómo vamos con el plan México ?
Gerardo Maqueda Martínez
En enero pasado, la presidenta Sheinbaum presentó el plan México y antes de qué empiece a instrumentarse, y por supuesto derivado de los cambios de escenario que trae consigo las órdenes ejecutivas, leídas por el presidente de Estados Unidos y que fundamentalmente se refieren a la aplicación de aranceles, ha puesto en crisis, el alcance del plan, el involucramiento de los sectores productivos, el alcance de las decisiones presupuestales por parte del gobierno mexicano, y por desgracia también implica ajuste en el estado de ánimo de quienes hoy asumen la responsabilidad de generar riqueza en nuestro país para atender todas las necesidades que se derivan del crecimiento de nuestra nación.
Me refiero atender todas las necesidades que se derivan del crecimiento, porque no es el gobierno quien genera los recursos para atender todas las necesidades del crecimiento de nuestro país, es el sector productivo, y si me apresuran más claramente dicho las micro pequeñas y medianas empresas; no es el gobierno, por desgracia, tampoco las empresas para-gubernamentales, que al día de hoy siguen siendo escandalosamente deficitarias, siguen representando un espacio de nepotismo, encubrimiento, manipulación y peculado, como no nos hubiésemos imaginado en sexenios anteriores.
Es probable que las autoridades gubernamentales, olviden que no son ni las grandes empresas de capital nacional, ni los grandes consorcios de capital extranjero, donde se genera la principal fuente de ingresos para tratar de resolver las necesidades de nuestra nación, así que sin dejar de ser muy importante que se estudie y se analice el comportamiento de las empresas que cotizan en la bolsa mexicana de valores, o en otras bolsas de Nueva York o de Londres. No es ahí en donde está obligadamente la mayor preocupación para el desempeño de una nación compleja, como la nuestra que cada vez demanda más atenciones específicas que impliquen crecimiento económico.
Éste es el tema, el crecimiento económico donde el comportamiento del producto interno bruto, es sin duda, el indicador más relevante y por ahora los pronósticos de crecimiento, lamentablemente no le atribuyen a nuestra nación una estimación superior 0.90% de crecimiento anualizado.
En la dialéctica y Esther y el discusión que se genera casi en automático, cuando se firma en estas definiciones de carácter macroeconómico los voceros del oficialismo pronto reaccionan diciendo que se están atendiendo las necesidades del combatir a la pobreza, que los programas sociales están cumpliendo con su función de reducir estos índices y que por supuesto si están haciendo bien, la tendencia debe ser a incrementarlos tanto a nuevos segmentos sociales como los montos por recibir, y desde luego la segunda argumentación tiene que ver con el incremento del salario mínimo y por supuesto que los ajustes salariales siempre tendrán un primer impacto en la capacidad de compra de quienes devengan esos salarios, y en el segundo plano siempre se genera la expectativa de qué sus incrementos tengan un impacto negativo de carácter inflacionario, modificando la capacidad de compra de las familias mexicanas.
En la dialéctica y Esther y el discusión que se genera casi en automático, cuando se firma en estas definiciones de carácter macroeconómico los voceros del oficialismo pronto reaccionan diciendo que se están atendiendo las necesidades del combatir a la pobreza, que los programas sociales están cumpliendo con su función de reducir estos índices y que por supuesto si están haciendo bien, la tendencia debe ser a incrementarlos tanto a nuevos segmentos sociales como los montos por recibir, y desde luego la segunda argumentación tiene que ver con el incremento del salario mínimo y por supuesto que los ajustes salariales siempre tendrán un primer impacto en la capacidad de compra de quienes devengan esos salarios, y en el segundo plano siempre se genera la expectativa de qué sus incrementos tengan un impacto negativo de carácter inflacionario, modificando la capacidad de compra de las familias mexicanas.
La realidad es que mientras en el país siga existiendo un 60% de economía informal y no existan políticas que generen una reducción en este porcentaje la economía mexicana, por tanto está a la deriva de unos discursos gubernamentales sin sustento y una realidad, lamentablemente irrefutable, con relación a la capacidad de compra de los mexicanos, dicho de otro modo, es urgente que el gobierno tome decisiones disciplinaria sobre el presupuesto de gasto gubernamental, tanto como medidas disciplinarias que amplíen la base de recaudación y por lo tanto el cumplimiento de las obligaciones fiscales del mayor número posible de mexicanos, para que se generen espacios de oportunidades de desarrollo de la economía de nuestro país.
Cuándo el oficialismo representado por la presidenta de México, mantiene un discurso populista y mantiene la agenda gubernamental enfocada en la destrucción del poder judicial, el mayor deterioro estimado en las estrategias de educación del país y una severa omisión en los segmentos productivos no hay manera de pensar con un mínimo de optimismo en que un plan de crecimiento como el plan en México, vaya a tener algún resultado que entusiasma a los inversionistas, no no precisamente a los extranjeros, principalmente a los inversionistas nacionales.
Después de estos fatídicos 60 días en donde finalmente tenemos que asumir, por ahora, unas imposiciones arancelarias de un presidente de la economía más fuerte del mundo, aunque parece que esa afirmación ya es una materia grave de disputa entre China y Estados Unidos; inclusive en el discurso gubernamental chino, ya es su nación, la economía más poderosa del mundo.
Nuestro país ahora tendrá que descifrar una nueva presentación de un llamado plan México sólo reforzado con 18 acciones que tienen la intención de fortalecer el consumo nacional y la sustitución de importaciones. Esa parece ser, la gran novedad con la que quiere darse la respuesta por parte de México a la incertidumbre global generado por la ola de aranceles y sigamos considerado uno de los principales retos para la participación de la iniciativa privada en el sector energético, hacer lo posible por detonar proyectos de infraestructura, desde luego nuevos ajustes de incremento en los salarios de los trabajadores, crecer en la soberanía alimentaria, y como lo repite, cada vez que puede en sus discursos gubernamentales, incrementar la producción nacional, sustituyendo importaciones y apostando por innovaciones..
Existe un portafolio de inversiones por más de 200,000 millones de dólares, según el discurso gubernamental y el reforzamiento del plan méxico consiste en echar andar la maquinaria e implementar a la brevedad, inversiones en carreteras, trenes, aeropuertos y demás obra pública para generar entre 500,000 y hasta 1 millón de empleos, cuyos detalles se darán a conocer más o menos durante el mes de mayo.
Impulsar la producción de industrias como la automotriz, acero y aluminio, que se verán impactadas por el arancel del 25%, y también se atenderá a sectores como el textil, confección, semiconductores, baterías, electricidad, y como era de suponerse una larga lista que Invita más a pensar en que se está construyendo un discurso iluso en lugar de una estrategia.
Pero es la presentación del Plan México reforzado; aunque la mayoría de los afirmaciones tienen que ver con iniciativas, acciones y medidas de las que hablan los propietarios de los grandes capitales del país, y que tienen que ver con su visión de áreas de oportunidad de negocios, y son elementos de discurso que han existido antes de esta administración, antes de los aranceles, y después de los aranceles y después de los discursos gubernamentales.
Pero aquí se trata de anunciar que el Plan México continúa y que ha sido, insisto, reforzado, pero que no obedece a proyectos de carácter estratégico, ni mucho menos a documentos de trabajo que hayan partido del involucramiento en la visión de las necesidades del crecimiento y del desarrollo de nuestra nación. Por ejemplo, hay decenas de proyectos que tienen que ver con la producción de energía, más de 54 planes de inversión para incrementar la generación de electricidad, así como el aumento de un 30% en la producción de gasolina, turbosina o gas, pero la realidad es que en la instrumentación de estos planes no acaba de darse a conocer como serán las inversiones relativas a esta gestión de infraestructura para el desarrollo, tampoco están planteadas de manera que lo que ha permitido visualizar, es que en los proyectos de crecimiento de la producción de energía, lo que ha salido a la luz pública primero son los problemas de corrupción que se derivan del huachicol oficial que más bien tiene que ver con el financiamiento de las gestiones electorales y las candidaturas de los líderes del partido oficialista en el país, que por cierto puede estallar en breve una nueva crisis con ese tema.
La presidenta de México, piensa que dicho plan es el camino y asegura que acelerarán los permisos para la generación de energía renovable, pero garantizando siempre que el 54% de la generación eléctrica sea pública, como lo establecen las leyes, recientemente modificadas…
El asunto de la acero y de aluminio tendrá que ver con un decreto gubernamental que se dará a conocer la primera semana de mayo, con el plan México, se quiere sustituir importaciones y aumentar la producción interna, así como incentivar el consumo, de lo hecho en México, y para contrarrestar la inflación se volverá a impulsar los programas de PACIC donde se comprometen los empresarios, no elevar los precios y mantener la canasta básica, sin impactar con el incremento de precios.
Dijo que aumentará la producción de alimentos básicos y también que se incrementará la producción de maíz blanco y así sucesivamente…
Sigue sin quedar claro que es lo que reforzaron en qué consiste el refuerzo o por qué se llama el plan méxico reforzado.. lo único que se ve con un refuerzo es el discurso.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.