
PROSPECTIVA: Creceremos, pero muy poquito…
J. Gerardo Mosqueda M.
Con una proyección en las tasas de crecimiento mundial del 3% para el 2025 y del 3.1% el 2026, el comportamiento de la economía hacia el cierre del cuarto trimestre del año, está afectado por la especulación que genera las órdenes ejecutivas del presidente de Estados Unidos y que básicamente tiene que ver con una variable que afecta a todos los procesos de importación y exportación en el mundo, que es la subida de los aranceles, la negociación de porcentajes en el impacto y composición de los aranceles, y al final de cuentas, las tasas arancelarias que no necesariamente generan mejores condiciones financieras y que sí producen en cadena, un efecto de expansión fiscal para algunos países, como México de una importancia sustantiva.
Los economistas prevén que la inflación mundial descienda, pero que en los Estados Unidos permanecerá por encima del nivel que fijaron como meta al estar vigente una agenda de negociaciones económicas en los meses de noviembre y diciembre, entre ellos la revisión de los términos del tratado comercial de América del Norte que está produciendo tensiones, geopolíticas y poniendo a prueba de restablecimiento de la confianza, la previsión y sostenibilidad, sigue siendo una de las principales prioridades en materia de políticas económicas.
Comparando con el informe económico del banco mundial de abril de 2025, la incertidumbre se mantiene elevada aun cuando las tazas arancelarias efectivas hayan tenido una modesta reducción, cómo es el caso de la negociación del mes de mayo entre China y Estados Unidos, donde acordaron reducir por 90 días, es decir, hasta agosto pasado los aranceles resultantes de la escalada que vino después del anuncio de Ariel, es decir, el aumento de los aranceles estaba previsto originalmente para 9 de julio, pero el gobierno de Estados Unidos concedió a la mayoría de sus socios comerciales. una pausa que expiró el 1 de agosto. Pero en julio, el gobierno de Estados Unidos envió a algunos socios comerciales, cartas que amenazaban con imponer aranceles aún más altos que los anunciados.
Es importante no olvidar que sigue en su curso, los procedimientos judiciales sobre el uso de la ley de poderes económicos de emergencia internacional, como una justificación legal para la imposición de aranceles.
Si la práctica, las condiciones financieras globales se han distendido, de manera que los mercados de renta variable de Estados Unidos se han recuperados en una buena medida tras revertir las pérdidas que les provocaron los anuncios del 2 de abril sobre los aranceles. El informe del banco mundial también establece que hay otros mercados, bursátiles internacionales que también se han recuperado, gracias a los anuncios relativos a los aranceles y ya divulgación de información económica que superaba sus previsiones.
En otro orden de ideas, el dólar estadounidense se ha depreciado, pese a que se esperaba que los aranceles y los mayores déficits fiscales, provocaron alguna apreciación de la moneda, la realidad es que las trayectorias implícitas de las tasas de políticas monetarias se han aplanado en el caso de las economías avanzadas mientras que la continua debilidad del dólar ha concedido a las economías de mercados emergentes, cierto margen de maniobra para la conducción de la política monetaria.
Ante esta circunstancias, la economía en el mundo ha permanecido estable, pero la composición de la actividad invita a pensar que la causa no es la solidez subyacente, sino las distorsiones introducidas por los aranceles, es decir, el crecimiento de la economía en el mundo en el primer trimestre de 2025, se situó en cero, tres puntos porcentuales por encima de lo pronosticado en el informe mundial del mes de abril, por lo que el comercio y las inversiones internacionales impulsaron la actividad, mientras que el consumo privado fue más moderado, por ejemplo en Estados Unidos, el PIB real disminuyó a una tasa anualizada de 0,5%, el gasto de consumo aumento 0,5%, después de que se registrara un impetuoso crecimiento del 4.0% en el cuarto trimestre del 2024.
La inflación mundial. en contraste manda señales ambiguas. la mediana mundial de la inflación ha aumentado un poco, pero la inflación subyacente. se ha moderado de forma considerable y por ahora se encuentra por debajo del 2%, quiere decir que varias economías como por ejemplo la zona del euro ha registrado caídas inesperadas, en el caso de Estados Unidos, la inflación ha aumentado levemente con indicios de que los aranceles y el debilitamiento del dólar están repercutiendo en los precios al consumidor, además de qué los costos de bienes intermedios para los productores siguen aumentando.
La tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos en la que se basan en las proyecciones hasta hoy es del 17, 3%, mientras que en el pronóstico de referencia de abril era del 24, 4%. La correspondiente tasa arancelaria efectiva para el resto del mundo es del tres, 5% frente a la del cuatro, 1%, empleada para el pronóstico de referencia de abril.
Los precios del petróleo han tenido un incremento considerable y este aumento, lo explica el fondo monetario que se debió ante todo al incremento en las primas de riesgo, porque el abastecimiento físico de petróleo no se ha interrumpido en ningún momento, también es importante valorar que el alza inducida por factores geopolíticos se ha disipado en gran medida. Los precios del gas natural se han mantenido relativamente contenidos ante las expectativas de una menor demanda de energía de vida a la incertidumbre comercial, los planes anunciados por la unión europea, para flexibilizar los objetivos de almacenamiento y las perspectivas de aumentos cuantiosos del suministro del gas natural licuado a mediano plazo.
Lo previsible, entonces es que el crecimiento mundial de la economía se desacelere, porque la aparente resiliencia derivada de las distorsiones del comercio está disminuyendo los pronósticos del 3% para 2025 y 3.1 para 2026 se situarán por debajo del 3.3%.
El futuro económico de México para 2025 y 2026, está proyectado con una contracción seguida de una recuperación moderada en 2026, con pronósticos de crecimiento del PIB que varían, pero en general apuntan a una de esa aceleración inicial y una poco perceptible, corrección posterior, la Inflación permanecerá como un factor de riesgo y la fortaleza de la economía dependerá de la resolución de incertidumbre externa, la inversión y el manejo de finanzas públicas y Pemex.
El año 2025, podrá estar cerrando con un crecimiento nulo o negativo, con estimaciones que oscilan entre -0.5% y 0.7%, según los datos del banco de México o una contracción del -0.4%, según los análisis de BBVA Research. Por lo tanto, estamos viendo desaceleración del consumo y una contracción en la inversión como los principales motivos de una previsión, y también se percibe la preocupación de que los riesgos inflacionarios puedan ser mayores de lo esperado.
Por desgracia, toda la información que fluye en el sentido de diluir los datos de corrupción, y en particular del hueco fiscal, que cada vez representa un mayor desafío y por lo tanto un mayor riesgo en la perspectiva de la administración pública, existe como factor importante el riesgo de qué persisten, aranceles y que estos puedan afectar el crecimiento y el empleo tanto formal, como informal, y por otro lado el manejo de las finanzas públicas y la situación de Pemex, como la empresa petrolera más endeudada en el mundo son factores que impactan la calificación soberana del país.
El comportamiento de la ocupación y el empleo ha crecido en sus indicadores de informalidad, es decir, un gran porcentaje de la economía opera en la negligencia lo que limita la recaudación fiscal, sin embargo, el gobierno mexicano no parece abordar estos escenarios con interés de resolver una mejor conducta económica.
La mayoría de los analistas privados estiman un crecimiento de 0.5% al cierre de 2025 y las proyecciones para 2026, varían con relación a una recuperación económica de alrededor del 1.2% el tipo de cambio se espera en una estabilidad relativa con estimaciones de 18 pesos por dólar.
Y entre los factores que podrían estar impulsando la economía como el gasto público que se prevé un incremento en los programas de bienestar y una cada vez más confusa, aplicación presupuestal en los rubros de educación, salud y vivienda, pero el gobierno mexicano sigue considerando importante el rescate a Pemex, como se ve en el paquete económico 2026.
El futuro económico de México se perfila como un período de crecimiento casi cero marcados por un contraste entre el impulso del gasto social y los desafíos que plantea la inflación, la incertidumbre política, los riesgos externos, especialmente derivados de la incertidumbre, arancelaria, pero la mayoría de los análisis concuerdan en que la economía mexicana experimentará una desaceleración al cierre de 2025 y una dificultosa recuperación para el primero y segundo trimestre de 2026.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.
