
PROSPECTIVA: En crisis y con esperanza
José Gerardo Mosqueda Martínez
Es probable que una vez analizados los decretos gubernativos del presidente de Estados Unidos, la sociedades de migrantes y especialmente quienes tienen menos tiempo de haber llegado a esa nación, hoy se está cuestionando con gran incertidumbre, que futuro les depara después de él gran sufrimiento que acarrea desarraigarse de su nación, de su comunidad, de sus familias; aunque todavía no es tiempo para hacer recuentos, algunos medios de comunicación en Estados Unidos, señalaron que al día siguiente de la publicación de las órdenes presidenciales, el ausentismo en los centros de trabajo había sido del 65 al 70%, es decir, el impacto que produce sentirse amenazado por la deportación en familias que han ido construyendo procesos de arraigo en esa nación hasta por décadas.
Es difícil precisar, cuál de los problemas derivados de los decretos gobernativos, vaya a causar más estragos en las familias y en las pequeñas comunidades que se han ido conformando en torno a quienes han ido ubicando su vida en ese país, y por lo tanto desarrollando nuevas y mejores oportunidades de crecimiento, de aprendizaje, de ingresos, inclusive de arraigo en esta sociedad.
No deja de ser importante reconocer que los Estados Unidos es una gran nación de migrantes de todo el mundo, también el actual presidente es hijo de migrantes, es decir, en el último siglo, la variante socio demográfica más importante es la migración.
Hoy es importante que se distinga en qué medida la migración es una causa de la problemática social y política que viven en ese país, y en qué medida es una solución al crecimiento económico y el desarrollo demandado por las nuevas generaciones en ese país, es inevitable, pensar que el entorno socioeconómico requiere de procesos migratorios, planeados, presupuestados y con expectativas de contribución a la armonía de la sociedades en los nuevos conceptos de país que están evolucionando en la humanidad.
Es de tal forma importante, la reflexión sobre un desglose de los conceptos que hacen una descripción de la realidad migratoria en todos los países del mundo y considero innecesario argumentar que las naciones que hoy tienen mejor posición socioeconómica y de crecimiento de su potencial con paz como nación, para en automático, ser atractivo por los habitantes de otras latitudes del mundo que buscan mejores vías de crecimiento personal de desarrollo institucional, y por qué no, de relevos generacionales que permitan configurar mejores modos de vivir.
Los procesos migratorios son un reto a la integración cultural y representan un gran desafío para el arraigo de la educación y los valores con los que se identifica en una familia, especialmente las personas de menor edad, principalmente los jóvenes que están en la transición de seguirse, formando y pasar a formar parte de la fuerza de trabajo de una nación.
Quiero dejar el enfoque puesto en el desempeño de los jóvenes y de las nuevas generaciones en general, porque son apuestas de futuro que representan grandes oportunidades de desarrollo, pero también grandes riesgos derivados de la incertidumbre que les produce el cambio cultural en el que se encuentran y que se irrumpe abruptamente en este caso, por las órdenes presidenciales que han causado zozobra en millones de persona.
Por eso pienso que debe de ser un factor de Esperanza, que la perspectiva con la que se analice este fenómeno esté marcada en una visión de Esperanza encendida en el corazón de las personas y reconocer que hay una especie de vuelta a la religiosidad, como un mecanismo de encuentro o de reencuentro con el creador y que implica también una especie de peregrinaje de la mano de sus sueños.
Tal vez como señala el poeta Charles Péguy en su poema sobre la esperanza cuando se refiere a las tres virtudes, teologales, fe, esperanza y caridad como tres hermanas que caminan juntas. Y no es entonces un tema de discernimiento intelectual, es principalmente la vivencia de un momento intenso, que también puede ser muy largo en el tiempo, pero que es inevitable vivir.
La oración es la principal fuerza de la Esperanza, cuando tú rezas la esperanza crece, avanza, es como subir a una gran latitud, cuando estamos en el suelo, algunas veces no podemos ver el sol, porque el cielo está cubierto de nubes. Pero si nos elevamos por encima de las nubes, la luz y el calor del sol no se envuelven y en esa experiencia en encontramos la certeza de que el sol está siempre presente, aun cuando todo se vea gris, como ha dicho el Papa Francisco.
Grandes acontecimientos, como por ejemplo el encuentro de miles y miles de jóvenes, en el santuario de CRISTO REY, son acciones que alimentan la Esperanza que permiten enfrentarse a sus propios pensamientos y contrarrestar los pensamientos negativos con propuestas positivas que derivan del esfuerzo y el crecimiento en la Esperanza también, dando oportunidades de elegir Ajustes o cambios trascendentes en los estilos de vida. Por eso es tan importante asumir la idea de convertirse en sembradores de esperanza en la vida, con los amigos y con todos los que nos rodean.
Todos los momentos de crisis en la vida requieren ser vistos a la luz de la Esperanza y dejarse guiar y reconocer que si hay cambios sustantivos en nuestra forma de ver el futuro. Tienen que ver con la construcción de nuevos modos de reflexión derivados de vivencias en comunidad compartiendo la esperanza.
Pero también hay una dimensión productiva de la vida, en la que es muy importante, no querer huir de las circunstancias, sino saber asumir en algunos casos enfrentar, y en muchos más casos superar las adversidades, no se trata por tanto de huir de las circunstancias que se presentan en el mundo Sino asumir nuestros tiempos y tratar de ser felices compartiendo con todos sin tener miedo también de compartir la esperanza y la alegría de convivir compartiendo, donando a quien necesita un mensaje de Esperanza, especialmente con los amigos que en apariencia sonríen siempre, pero dentro de ellos hay tristeza y puede ser por pobreza de Esperanza, que nos lleva a contagiarse, de indiferencia y de individualismo.
Es la reflexión que me ha convocado leer del gran acontecimiento que representa el encuentro de miles de jóvenes que hacen esfuerzos de viajes extraordinarios para reunirse a compartir precisamente un mensaje de Esperanza y regresar a sus lugares de origen para multiplicar ese mensaje y enriquecer a otros, llenando el corazón de esperanza.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA
José Gerardo Mosqueda Martínez