
PROSPECTIVA: ¡Haciendo cuentas…no hay con qué pagar!
J. Gerardo Mosqueda
Cuando no te alcanza para pagar una deuda tienes la opción de pedir prestado y si encuentras quien te preste lo más probable es que contraigas una deuda, si esto sucede en tus cuentas personales, sucede también en cualquier otro tipo de transacción económica donde no alcanza el recurso para pagar.
Siempre existirá la posibilidad de qué se te olvide pagar la deuda, o simplemente no quieras pagarla, hasta puede ser que elabores un discurso, generalmente rebuscado, para explicar que tu intención no es tener deudas pero que las circunstancias, las condiciones del país y tantas variables económicas que están fuera de tu alcance que no te permitieron pagar, pero la intención siempre ha sido pagar… y así sucesivamente hasta encontrarte con el escenario ideal para pasar de tu compromiso no cumplido a un discurso relacionado con el entorno de injusticias que generan las potencias económicas, por lo que hacen imposible estar en condiciones de pagar…
La deuda pública de México se genera fundamentalmente porque los ingresos del gobierno y no son suficientes para cubrir el gasto público, esto obliga al Estado a recurrir a préstamos también a la emisión de valores, tanto en los mercados nacionales como internacionales. La deuda se puede originar al financiar déficit, pagar obligaciones, ya existentes, como por ejemplo los salarios o el servicio de la propia deuda, también por necesidad de capitalizar el gasto público y las inversiones y existe una instancia dentro del gobierno mexicano, que es la unidad de crédito público de la Secretaría de hacienda qué es la responsable de gestionar esta deuda, principalmente a través de la emisión de valores de gubernamentales.
Cuatro son las principales fuentes de la deuda pública en nuestro país.
Déficit fiscal. Cuando los gastos del gobierno son mayores a sus ingresos, se necesita financiar la diferencia con deuda.
Emisión de valores gubernamentales. El gobierno emite bonos y otros títulos de deuda, que son comprados por inversionistas locales e internacionales.
Préstamo de entidades financieras. Se puede obtener préstamos directos de organismos multilaterales, gobiernos y bancos.
Obligaciones de las empresas públicas y la banca de desarrollo. La deuda de estas entidades forma parte del pasivo total del gobierno.
También son importantes, las alternativas que se derivan de los mecanismos de financiamiento, los mercados locales e internacionales, permiten que los valores sean colocados en mercados financieros para obtener los recursos.
Subastas Sindicadas, este método se utiliza para asegurar una distribución amplia de los títulos entre inversionistas institucionales y extranjeros como fondos de pensiones y aseguradoras.
¿Para qué se utiliza la deuda?
Financiar el déficit público: cubrir la diferencia entre el gasto y los ingresos.
Pagar el servicio de la deuda: con los nuevos créditos se puede cubrir los intereses y los capitales de la deuda anterior.
Inversión: financiar, proyectos de infraestructura y otros programas de gasto público.
Cubrir gastos corrientes: pagar nóminas y otros gastos de operación del gobierno.
Entonces la deuda pública de México es el total del dinero que el gobierno debe a diversos acreedores tanto nacionales como internacionales y el endeudamiento surge cuando los ingresos no son suficientes para cubrir el gasto público, por lo que el país por conducto de sus gobiernos recurre a créditos.
Es importante conocer y entender de la deuda pública, en México, de su impacto, trascendencia y situación actual, porque influyen de manera directa en el desarrollo económico del país; desde luego que los gobiernos utilizan estos mecanismos para financiar proyectos y para mantener en marcha su economía, pero también representan una carga en el mediano y en el largo plazo si no se gestiona adecuadamente, por esa razón es importantísimo que exista un equilibrio.
Las deudas en sí mismas, no tienen por qué ser malas, pero su manejo puede comprometer el bienestar del país para los siguientes años.
Por qué se clasifica la deuda pública en México, en interna y externa:
Interna. Se refiere a los préstamos que el gobierno adquiere dentro del país, por lo regular mediante la emisión de bonos o CPP que los ciudadanos y las empresas compran. Esta deuda se encuentra denominada en pesos mexicanos y se paga con los recursos generados dentro del territorio nacional.
Externa. Es la que se contrae en moneda extranjera con acreedores internacionales, como organismos financieros y gobiernos extranjeros, es más sensible a factores como las fluctuaciones del tipo de cambio.
La situación actual de la deuda pública en México es crítica, ya para 2024, se proyectaba que alcanzaría el 49.7% del PIB, esto significó que el gobierno, que recién está cumpliendo un año, debería haber enfrentado especiales desafíos para mantener la estabilidad financiera y fomentar el crecimiento económico, desgraciadamente no ha sido así, la tasa de crecimiento durante todo el sexenio pasado ha sido menor al 1% en el primer año de la presidenta Sheinbaum no hay diferencia.
La deuda pública de México muestra un patrón de crecimiento constante en especial durante los últimos sexenios desde el 2000, cuando representaba alrededor del 30% del PIB, la deuda ha ido en aumento ya en 2023, alcanzó el 50% del PIB, en la actualidad el costo financiero de la deuda sigue creciendo debido a las altas tasas de interés globales y la inflación, lo que ha llevado a una mayor carga para el presupuesto nacional.
La deuda pública de México al segundo trimestre de 2025 se ubicó en 17,797,000,000,000 de pesos, lo que representa el 49.5% del PIB nacional. La deuda interna neta del gobierno federal fue de 13,000,000,319,630.5 millones de pesos al cierre del segundo trimestre del 2025. Parece difícil de leer, pero es muy sencillo casi 18 billones significan el 50% del producto interno bruto del país. Al cierre del segundo trimestre del 2025.
Si desglosamos un poco estos números, resulta que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público fue de 17 billones disminuyendo ligeramente del registro del 2024.
La mayoría de los pasivos del gobierno federal están denominados en moneda nacional y representan un 82.8% del saldo al 31 de marzo de 2025. Durante el segundo trimestre se realizaron operaciones de refinanciamiento por 256,000 millones de pesos en el mercado interno y tres colocaciones internacionales para captar recursos en dólares.
La deuda pública de México está en su máximo histórico, según los propios datos de la Secretaría de hacienda y crédito público (SHCP) desde el cierre de abril hasta el presente mes. Las cifras ratifican ese saldo histórico y el indicador más amplio de la deuda nacional está en 17.5 billones de pesos equivale aproximadamente a 972,000 millones de dólares americanos. Esto refleja un aumento de 2.1 billones de pesos mexicanos, con respecto al año anterior y equivale a un crecimiento anual de la deuda en un 9.7% en términos reales.
Desde octubre pasado, cuando Sheinbaum asumió el cargo y hasta abril del 25, la deuda aumentó en 723,950 millones de pesos monto suficiente para financiar la totalidad de los presupuestos del país para 2025, de la educación, salud, energía y seguridad pública, según datos tomados del presupuesto de egresos de la Federación, el principal factor que impulsó el aumento de la deuda fue un incremento real de 9.1% de los costos financieros. Además, la deuda interna aumentó 1.5 billones con respecto a abril del 2024, mientras que la deuda externa aumentó 13,570 millones de dólares.
Esto evidencia el nivel de deuda más alto registrado equivalente a 1.8 veces el gasto público proyectado para finales del 2025, que asciende a 9.3 billones. La Secretaría de Hacienda informó que el saldo ya representa el 94.3% de la deuda anual prevista con un total de 74% en el mercado interno y 26% en el mercado externo.
La debilidad de las instituciones del gobierno y la falta de transparencia en las compras públicas, han incrementado el riesgo de corrupción, lo que puede agravar la situación de la deuda al hacer que los recursos se malgasten o se usen de manera ineficiente, afectando también la disciplina fiscal del país, por lo tanto, el impacto directo e indirecto de la corrupción.
La deuda se refleja en la disminución de la capacidad del gobierno para gestionar eficientemente los recursos y controlar el gasto público, es evidente el aumento del riesgo de corrupción en las compras públicas, donde predominan las adjudicaciones directas y la falta de competencia, porque estas condiciones llevan a sobreprecios, malos contratos, y en última instancia, un mayor costo para el área público, cuando los recursos se desvían o se usan de forma ineficiente, debido a la corrupción, se afecta la capacidad del gobierno para invertir en proyectos productivos o en el bienestar social, lo que puede generar un ciclo de mayor endeudamiento, la falta de fortaleza institucional y el aumento de la corrupción afectan negativamente las calificaciones crediticias soberanas de México, encareciendo el costo del financiamiento y por tanto aumentando la carga de la deuda pública.
Concluye un año del ejecutivo federal, en medio de la ineficiencia, la indolencia, la dejadez, el cinismo de las tribus que manejan en la agenda política de la nación, con un incremento acelerado en la deuda pública, con cada vez más evidencias de vinculación de amplios círculos del poder político y las organizaciones criminales con una muy preocupante nueva realidad en la impartición de justicia del país y una reacción pausada de la sociedad por reconocerse afectada de todas estas circunstancias en donde, sin duda, las condiciones económicas de la nación se verán en mayores grados de dificultad en los próximos meses.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda