
PROSPECTIVA: HUACHICOL-MORENA-HUACHICOL
J. Gerardo Mosqueda M.
Recuerda usted, estimado lector, que las primeras semanas del gobierno del expresidente López tuvimos que enfrentar la mayoría de los mexicanos en todo el país, un fenómeno de escasez de combustible, que para la sociedad era inexplicable, pero que fue la apuesta y declaración más estruendosa en el discurso del entonces presidente que todos los días ponía en los medios de comunicación su firme convicción de terminar con el huachicol, con la impunidad, con todo lo que significaba la corrupción que él afirmaba que terminaría con ella. (recuerda cuántas veces extrajo su pañuelo blanco indicando que estaba terminando con la corrupción y la impunidad).
Es verdad que la opinión de los mexicanos se polarizó, muchos tuvieron que hacer filas de 8, 10 o 14 horas para que les surtieran, gasolina, racionada y siempre buscando la posibilidad de conseguir un poco más de combustible en el mercado negro. Parecía la acción más contundente que permitiría someter al orden a toda la cadena de servicio en el manejo de los combustibles en el país.
Quién se iba imaginar que estábamos presenciando la maniobra de un embustero megalómano, y qué tiempo después vendríamos a comprobar que no sólo no se resolvió el gravísimo problema del robo de combustibles, sino que fue multiplicado exponencialmente, y hoy es el mayor escándalo de corrupción de la historia de nuestro país.
Así es estimado lector, la corrupción ha sido por décadas, el mayor flagelo a la economía de todos los mexicanos, el mayor daño patrimonial que jamás haya recibido el país, incluyendo los tiempos de guerra civil que hemos tenido en más de 100 años.
Los mexicanos perdimos la confianza en las organizaciones políticas, en particular en los partidos, porque representaron los instrumentos de validación para la actuación de generaciones de políticos que llegaban a los recintos de poder para robar lo que encontraba a su paso dentro del desempeño de las funciones gubernamentales que se les atribuían, muchos mexicanos asumieron con convicción que jamás le darían su voto al partido revolucionario institucional, por ser el representante más claro de la corrupción en nuestro país.
A esta afirmación, se le agregó el partido acción nacional y todos los que no se aliaron al movimiento de renovación nacional, MORENA, como le bautizó el propietario de esta franquicia y que vino a asumir las funciones de presidente con un porcentaje de votos suficiente para legitimar su triunfo en las urnas en el 2018 Quién se iba a imaginar que se estaba conformando el mayor escándalo de corrupción en la historia de nuestro país, en números aproximados, el huachicol fiscal les cuesta a los mexicanos aproximadamente 200,000 millones de pesos al año.
MORENA ha rebasado, exponencialmente a toda definición de corrupción, que históricamente pudiésemos haber imaginado los mexicanos, exfuncionarios del círculo más cercano al expresidente López están en las listas de este escándalo, incluyendo altos mandos de las fuerzas armadas y funcionarios de todos los niveles, no sólo del gobierno federal, también de los gobiernos de los estados.
Es el crimen organizado de Estado, como afirma el dirigente del partido acción nacional, del Estado mexicano, donde la corrupción ha rebasado cualquier precedente.
Están involucrados funcionarios del más alto nivel del gobierno, del primer círculo del propio expresidente López, como su secretario de gobernación, su jefe de gabinete, su secretario de Marina, y lo que vaya saliendo conforme se profundice en la información que sigue apareciendo.
Apenas se dieron a conocer algunos hechos incuestionables sobre el tema del huachicol fiscal y se han encendido las alarmas en otros temas, también de corrupción en una vertiente de vinculación con organizaciones del crimen en donde también hay enlaces de información para otros delitos, todos asociados con la corrupción y la impunidad de los gobiernos de MORENA.
Misteriosamente algunos nombres de personajes identificados, que se han dado a conocer a través de los medios, vinculados con este enorme problema de corrupción, han amanecido sin vida, y por supuesto con la declaración inevitable; se está investigando, habrá más información.
El huachicol fiscal consiste en introducir gasolina o diesel al país, simulando, que son otros productos, como aditivos, lubricantes, alcoholes, porque de esa manera evaden el pago de impuestos, algunos analistas estiman que sólo en el año 2024, ingresaron unos 18,000 millones de litros de combustibles ilegales, lo que significa un quebranto aproximado de 177,000 millones de pesos en el año y la traducción del robo de este dinero del huachicol fiscal, pues significa el incumplimiento de inversiones en educación, en salud, en seguridad, y naturalmente, afectando los servicios que requieren todos los mexicanos.
Por un lado, introduciendo combustibles camuflados, y, por otro lado, morena, protegiendo a los grandes evasores que se llenan los bolsillos con el ingreso de esos combustibles, sin que tengan que pagar consecuencias de ningún tipo.
El término huachicol ha evolucionado, antes significaba la perforación de ductos y bidones escondidos en camionetas con ventas a pie de carretera, pero hoy la nueva versión de este delito se conoce como el huachicol fiscal, una actualización del robo de combustible, que ya no depende de la ordeña de ductos, sino de papeles, facturas y aduanas, que envuelven fraudes y corrupción.
La semana pasada fueron detenidas, 14 personas, incluidos seis integrantes de la Marina armada de México, por pertenecer a una red de contrabando de combustible, el foco de atención fue mayor al saberse que esta red es supuestamente liderada por un vicealmirante familiar político del que fuera secretario de la Marina durante el sexenio del expresidente López.
El huachicol fiscal significa un quebranto millonario para el Estado mexicano, que de acuerdo con documentos de análisis en recaudación potencial del contrabando fiscal de la consultora Petro Intelligence, sólo en el 2024, entraron 18,000 millones de litros de combustibles ilegales en el mercado mexicano con un costo aproximado de 9200 millones de dólares, el Estado mexicano se ve perjudicado por la no recaudación de dichos impuestos, tanto de importación como de exportación, y también por la venta desleal de esa gasolina.
Así es que cuando más grave tiene su situación financiera, la petrolera mexicana, cuantas más dificultades hay para la regularización fiscal de las actividades productivas de los mexicanos, y por lo tanto crece la informalidad como un mecanismo de defensa para cuidarse de los abusos fiscales, cuando más grave es la deuda externa mexicana, que ha tenido un incremento de prácticamente el doble en los últimos siete años…aparece un nuevo escenario de corrupción, monumental, inimaginable el saqueo más grande que ha padecido el país en toda su historia.
Desgraciadamente, tendremos que esperar, porque falta mucho por ver.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.