
PROSPECTIVA: La economía mexicana no crece, la tasa de empleo no crece, la confianza en las autoridades tampoco…
J. Gerardo Mosqueda M.
Siempre será importante conocer el comportamiento de los indicadores económicos en un país, no solamente cuando se quiere invertir, ayudan a entender el comportamiento de la economía, especialmente si el propósito es tomar decisiones de inversión, mejor informadas y sobre todo anticiparse en el conocimiento de la dirección hacia donde se mueve la economía de un país, normalmente estos datos son recopilados por organismos gubernamentales, empresas de análisis económico, entidades de inteligencia comercial en general, a través de encuestas o investigaciones de campo, por supuesto que los indicadores económicos no sólo ayudan a evaluar la salud de una economía, también permiten tener una visión a escala global y al profundizar en esos datos también es posible hacer ejercicios de pronósticos, a partir del análisis prospectivo de la información que se tiene al alcance.
En el caso específico de la economía mexicana, los indicadores económicos clave, es decir, los que contribuyen a los análisis y evaluaciones de la condición económica del país, normalmente consideran el producto interno bruto, el índice de precios al consumidor, el índice de precios al productor, el desempleo, la bolsa de valores, los precios del crudo, las tasas de interés, la balanza comercial, la fortaleza de la moneda, entre otros; estos indicadores contribuyen a comprender mejor el crecimiento o la contracción de la economía de un país, pero también contribuyen a comprender mejor en qué medida la economía global puede verse afectada, de tal manera que todos estos indicadores pueden ser agrupados por razones didácticas en tres tipos: los indicadores adelantados, es decir, los que se refieren a los cambios que están a punto de registrarse en una economía, y los indicadores coincidentes, es decir, los que reflejan los cambios en la economía de forma paralela, por ejemplo, el producto interno bruto se mueve en la dirección de la economía, y por lo tanto puede considerarse un indicador coincidente.
El producto interno bruto ( PIB ) se refiere al valor en dinero de los bienes y servicios que se producen en una nación, y seguramente es uno de los indicadores que más frecuentemente se analizan; cuando el PIB es sensible de una caída o disminución en los precios de los productos y servicios, este deterioro impacta en el mercado de valores, que normalmente refleja el desempeño de las empresas en general; cuando los precios de los bienes y servicios se reducen, incurren en pérdida para las marcas, afectando los movimientos de precios en las acciones.
El aumento o la caída en la tasa de desempleo también marca cambios significativos en la economía del país, en efecto, cuando hay pérdidas de empleo o falta de empleo, automáticamente hay un indicador que la economía ha estado sufriendo durante algún tiempo antes de que se provocara una caída en la tasa del empleo; sin embargo, al considerarse un indicador rezagado, es posible que no se haya tenido la oportunidad de preparar escenarios económicos para ayudar a identificar patrones de conducta que llevan a esas situaciones de desempleo, sin embargo, en general los analistas están alertas y preparados para identificar si esos mismos eventos económicos ocurren en el futuro.
Los indicadores económicos son fundamentales, porque contribuyen a describir un panorama sobre el Estado que se encuentra la economía del país, lo que permite a los analistas tomar decisiones mejor informadas con todos estos indicadores se pueden establecer mecanismos de comparación con el estatus del propio país en periodos anteriores, o bien con indicadores económicos parecidos el análisis comparativo con la conducta económica de otros países.
Es fundamental que así como se pueda tener una medición del valor total de todos los bienes y servicios finales producidos en el país, también se pueda tener al alcance de la mano, información relativa a la tasa de incremento de los precios de los bienes y servicios en una economía, porque la inflación que es como se le llama a este indicador cuando registra un aumento constante puede indicar problemas económicos, mientras que una deflación, es decir, disminución de los precios también puede ser perjudicial; del mismo modo son importantes los tipos de interés porque se refieren particularmente a describir el costo del dinero y pueden afectar las inversiones y también el consumo.
Los bancos centrales a menudo utilizan los tipos de interés para controlar la inflación y estimular el crecimiento económico.
Un indicador del que no se habla tanto como de los otros, pero en algunos casos, como el caso mexicano, es de vital importancia por el manejo que la autoridad gubernamental tiene de esto, y me refiero a la deuda pública que representa la deuda total de un gobierno. Los niveles altos de deuda pública pueden generar serias preocupaciones sobre la capacidad del gobierno para pagar sus obligaciones. También es importante referirnos a los índices de confianza, es decir, la necesidad de tener información acerca de los consumidores y las empresas porque permiten evaluar la salud económica del país, hacer comparaciones entre distintos países, por supuesto como base para la toma de decisiones, y desde luego cómo pueden afectar la volatilidad y la generación de estrategias en los mercados financieros.
Sin duda que una de las instituciones que ha mantenido por varios lustros, un seguimiento puntual del comportamiento de todos estos indicadores, ha sido el centro de investigación en política pública del Instituto Mexicano para la Competitividad, y en particular, me quiero referir a su análisis respecto al futuro del empleo 2025: es evidente que el mercado laboral enfrenta y continuará en ese escenario, un cambio significativo, derivado de los avances tecnológicos, de cambios sociales y desafíos ambientales. El IMCO, a su vez, analiza el reporte del futuro del empleo 2025, producido por el foro económico mundial (FEM) y propone un panorama de las habilidades y dinámicas necesarias para afrontar estos cambios.
En el trabajo de campo que se hizo con más de 1000 empleadores que representan a 14 millones de trabajadores en 22 industrias y 55 economías, el reporte destaca como tendencias más relevantes para los próximos cinco años, un aumento significativo del acceso digital, grandes esfuerzos por reducir emisiones de carbono, el incremento en los costos de vida y un mayor énfasis en cuestiones laborales y sociales.
Entre los resultados generales, obtenidos por el estudio del foro económico mundial y del Instituto Mexicano para la Competitividad destacan para el futuro inmediato:
1.- El desarrollo de habilidades es para el pensamiento analítico, la resiliencia, la flexibilidad, la agilidad y el liderazgo social; estas competencias definirán la capacidad de los trabajadores para adaptarse a un mercado laboral, competitivo y con posibilidades de éxito en un entorno dinámico.
2.-Los especialistas en tecnologías como inteligencia artificial, Big data y el desarrollo de software tendrán un crecimiento significativo.
3.-Según los sectores económicos y la región donde se desempeñan, destaca la importancia de habilidades diferenciadas, por ejemplo en sectores como automotriz o telecomunicaciones las habilidades relacionadas con la inteligencia artificial, serán prioritarias, mientras que en industrias, como la de seguros y pensiones, el pensamiento creativo tendrá mayor uso; áreas como la agricultura tendrá como prioridad la resiliencia y la flexibilidad, como competencias cruciales para enfrentar desafíos derivados del cambio climático.
4.-Trabajos relacionados con la economía del cuidado, como enfermería, trabajo social y asistencia personal, están proyectados para expandirse, debido a los cambios demográficos que causarán una gran demanda de profesionales en salud y educación. Conforme al reporte del centro de investigación en política pública, prevén que 40% de las habilidades esenciales requeridas en los empleos en México, cambiarán en los próximos cinco años para adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral. Evidentemente, este porcentaje refleja la necesidad de acelerar la mejora de habilidades en México ante un entorno cada vez más complejo y dinámico.
De acuerdo con los datos del mismo reporte, 95% de las empresas planea adoptar herramientas de inteligencia artificial en los próximos cinco años, mientras que el 63% anticipa un mayor uso de robótica; 82% de los empleados tiene como objetivo acelerar la automatización de procesos y tareas, por lo tanto, es de esperar que posiciones como analistas de seguridad de la información y especialistas en Big data, se vuelvan las responsabilidades más demandadas.
Esta semana, el gobierno de la República, en voz de la presidente, ha expresado en sus declaraciones, una de las afirmaciones más engañosas que podría traer consecuencias no deseadas, y en vez de que se asuman los indicadores con la visión gubernamental de servicio a la sociedad, haciendo propicia una nueva plataforma de ocupación y empleo, comunican a la sociedad, como si las condiciones económicas estuvieran en sus mejores momentos.
Poniendo en práctica la reflexión aquí expuesta en materia de empleo, la fuente confiable para el análisis de esta variable, hasta el día de hoy, sigue siendo la tasa de afiliación de empleo en el Instituto Mexicano del Seguro Social: en enero de 2025, se afiliaron al IMSS 73,200 puestos de trabajo, una reducción de 32.8%, comparándolo con enero del 2024, que tuvo una afiliación de 109,000 puestos registrados ante el IMSS, es decir, en enero de 2025, ha sido el más bajo nivel de creación de puestos formales para un mes de enero desde 2016, excluyendo el periodo de pandemia 2020-2021.
Igualmente, preocupa el aumento de sólo 9000 asegurados permanentes durante el primer mes del año, desafortunadamente estos datos validan la tendencia negativa que caracterizó el empleo formal durante 2024.
Existen dos factores clave en el debilitamiento del empleo formal:
1.-La desaceleración en las obras de construcción, principalmente las relacionadas con el sector público.
2.-El menor dinamismo que registró el sector manufacturero, particularmente automotriz. A pesar de que el sector terciario continúa, siendo el principal eje del crecimiento de la actividad económica, registra una fuerte desaceleración con respecto al año 2022-2023; todo lo anterior, pone en evidencia la debilidad con la que se inicia el año en algunos sectores de la actividad económica.
Durante los primeros seis meses de 2025, se agregaron 87 mil 287, puestos de trabajo al registro del IMSS. Este acumulado es menor a lo registrado desde 2003, con excepción de periodos de crisis, como el 2009, por la gran crisis financiera, y el 2020 por la pandemia del COVID-19.
Cuándo la meta mensual son 100,000 puestos de trabajo por mes o 1.2 millones de nuevos puestos de trabajo al año, con el fin de qué los trabajadores que mes a mes se incorporan al mercado laboral, lo hagan en un empleo formal y se puede revertir la composición predominantemente informal del mercado laboral mexicano; el semáforo económico de generación de empleo formal, cerró el primer semestre de 2025, con números rojos, es decir, el segundo trimestre de este año, se caracteriza por la pérdida de puestos de trabajo
en el IMSS: en abril se perdieron 47,442, en mayo se perdieron 45,624 y en junio se perdieron 46,378.
Sin contar la crisis laboral que generó la pandemia. El registro actual observa un déficit de casi 1 millón 580,000 puestos de trabajo, por lo que la generación de empleo formal es crucial para impulsar la agenda de prosperidad de la cual habla tanto la presidente de México, ya que el ingreso laboral es la principal fuente de ingresos de las familias en promedio, ¿un empleo formal paga cerca del doble que uno informal?
El incremento de casi 88,000 puestos de trabajo entre enero y junio del 2025, es el más bajo que se ha observado para un primer semestre desde 2003, sin contar el impacto de la pandemia en 2020 o la crisis financiera de 2009. No alcanzar los 100,000 puestos de trabajo mensual, implica que este ritmo no es suficiente para incorporar a las personas que mes con mes se suman a la población económicamente activa.
Además, el panorama para el resto del año se vislumbra con débil crecimiento para la economía mexicana, y en consecuencia para la generación de empleo formal.
No obstante, la dificultad que representa a corto plazo el factor negativo en la generación de empleos, el gobierno de la República es, por lo menos, irresponsable y mentiroso, al señalar que se registraron un volumen muy importante de nuevos empleos, sin profundizar que esos nuevos empleos son los trabajadores, principalmente eventuales que se encuentran regularizándose en las plataformas de servicios, el 88.5% de ellos son trabajos eventuales. Es decir, la creación de empleos durante el último trimestre ha sido pésima.
Los empleos permanentes sumaron 155,591, lo que representa una caída con respecto al año 2024 del 51% y marca el nivel más bajo en una década.
Qué necesidad de mentirle a la sociedad mexicana, con respecto a los indicadores del empleo en nuestro país, para que manipular las cifras sí a todos los mexicanos nos toca percibir de primera mano el impacto negativo que tiene en la economía, la incertidumbre, la insuficiente definición con relación a la economía Norteamericana… de qué sirve quererle vender a la opinión pública que se han hecho las mejores negociaciones con los temas arancelarios y el gobierno de Estados Unidos, si lo único que se ha conseguido es una prórroga y por lo tanto tres meses más de rango en la incertidumbre para las decisiones
macroeconómicas del país.
¿Qué caso tiene tratar de engañar a los mexicanos con que nuestra economía marcha bien o seguirle contando a la sociedad, que todos son culpables de las fallas estructurales, menos el actual gobierno, si lo evidente es que el factor corrupción, la incompetencia del gobierno, la incapacidad para resolver en tiempo real las urgencias del país, y cada vez hay mayor desconfianza de que este gobierno vaya a resolver las necesidades económicas del país?
La ideología de las tribus que conducen la agenda política del país le ha abierto las puertas a la corrupción, ha evidenciado los vínculos con organizaciones criminales y está perdiendo el control de la agenda política de la nación.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.