PROSPECTIVA: Organizando un Aranceles-fest

PROSPECTIVA: Organizando un Aranceles-fest

José Gerardo Mosqueda Martínez

Se cumplieron los plazos perentorios de la orden ejecutiva del presidente de los Estados Unidos en lo que se refiere a la aplicación de aranceles a Canadá y a México durante las cuatro semanas.
Después del primer anuncio, el gobierno mexicano insistió en que tenía un plan B, un plan C y un plan D, en realidad aún no es fácil saber en qué consistieron cada uno de esos planes, inclusive si existieron.
La realidad es que se vencieron los plazos con dos avisos anticipados por parte del gobierno norteamericano: el primero que se refiere un anuncio adelantado de aranceles al acero y al aluminio y que por tanto hizo pensar que la fatalidad del siguiente decreto estaría asegurada y un segundo aviso que tiene que ver con un cambio de opinión, sí, el presidente de Estados Unidos cambia de opinión. Cada vez que intuye o se imagina, o tal vez le informan algunos datos que antes no estaban en su consideración, suele cambiar de opinión, es evidente su desconocimiento de la macroeconomía y del impacto financiero que puede tener cada una de sus decisiones, pero si sus asesores le indican que se impactará las operaciones bursátiles y el día siguiente ve los movimientos de la bolsa de valores… Cambio de opinión, quizá el único indicador con el que reacciona de manera sensible, son las operaciones de Bolsa de valores.
También sucede con los grupos en el poder del gobierno mexicano, que por circunstancias diversas, suelen no ponerse de acuerdo o predomina el control político de alguno en particular dentro de esos grupos y se plantean modificaciones en su actuación, que probablemente el común de los mortales tendrá que esperar un poco de tiempo a que les expliquen o bien a que se revele la información que hasta entonces se encontraba reservada, y por la cual no se tomaban esas decisiones; en este caso, los temas pueden llevar a consecuencias dramáticas, como ya está sucediendo con las diferencias que existen entre los grupos políticos que quieren controlar los poderes legislativos que asumen cuotas de poder en el proceso de elección del poder judicial, o que simplemente simpatizan con las decisiones del expresidente y no con las de la presidenta.
Pondré un caso, el dueño de la operación política de nuestro país que lideró durante un sexenio. El primer piso de la cuarta transformación, no se cansó de afirmar que la relación con los delincuentes sería de abrazos, no balazos y por lo tanto todas las fuerzas de orden en el país quedaron sometidas a las instrucciones del jefe de la ejecutiva instrumentadas a través de las estructuras militarizadas del país sin que nadie tuviera posibilidad de contradecirle. De este modo, el presidente del primer piso de la cuarta transformación, dio indicaciones para que no se procediera contra los delincuentes; por ejemplo, con actitud soberbia, afirmó: yo ordené la liberación de Ovidio… sí, estimado lector, el hijo del Chapo Guzmán, el que ahora se encuentra extraditado y en calidad de testigo protegido; sólo por poner un ejemplo patético de las instrucciones que el presidente de la cuarta transformación, primer piso, daba a conocer para que no se les molestara a las organizaciones de delincuentes.
Por qué habría de extrañarnos que el gobierno de los Estados Unidos en la persona de su presidente amague al gobierno mexicano, tengo que precisar; al gobierno mexicano: mientras el gobierno mexicano, no demuestre resultados en su lucha contra el tráfico de drogas, especialmente de fentanilo, se aplicarán aranceles la economía del país.
Entonces explica cómo es que el gobierno mexicano echó mano de 29 procesados, por motivos de narcotráfico, la mayoría de ellos sentenciados, creyendo que para no tener que ejecutar órdenes de aprehensión de delincuentes que siguen ejerciendo sus funciones, podrían entretener al gobierno americano con 29 expedientes de delincuentes, para que inicien sus procesos por las mismas materias, por las mismas causas, por las mismas razones, pero en tribunales norteamericanos.
Algún analista mexicano tuvo la buena ocurrencia de llamarles “ encajuelados” porque fueron enviados sin que me diera procedimiento judicial alguno, pero se convirtieron en “prendas” de la negociación con el país vecino … sólo que esto también motivó que los voceros de la Casa Blanca quisieran saber que les interesan los políticos vinculados con las organizaciones criminales, así como los financieros de las mismas, desde luego que nada de esto modifica la expectativa que se tiene respecto al procedimiento de defensa judicial, que los abogados del Mayo Zambada, que también son abogados de políticos importantes del oficialismo en gobierno mexicano.
Los abogados “ morenistas “ han llevado el tema hasta la misma agenda de los programas propagandísticos de la mañanera para que en el marco de ese programa, el gobierno mexicano, explique lo que cree que se debe de explicar para que todo el mundo entienda que no es el Mayo, el que les está dando las instrucciones, aunque sí lo sea y que no es que ellos estén sometidos a la presión que el Mayo dio a conocer, aunque si están presionados, porque la preocupación creciente en las estructuras gubernamentales es que empiece a circular la información de los vínculos de políticos con esas organizaciones, sólo que un número importante de esos políticos están hoy en funciones gubernamentales.
El caso más elaborado sería el de el ex director de la Comisión Federal de electricidad Manuel Bartlett Diaz que sigue asociado al polémico crimen del agente de la DEA Enrique Camarena y que hoy cobra la actualidad porque entre los 29 “encajuelados” se encuentra Rafael Caro Quintero a quien también se asocia con ese crimen y hoy podría ser el momento preciso de dar a conocer la información confidencial que se tiene sobre el tema, en cuyo caso, el señor Bartlett estaría en serias dificultades.
Mientras se van consolidando estos acontecimientos y derivado de la conversación telefónica, que la presidenta mexicana tuvo con el presidente de Estados Unidos y de la cual se deriva aplazar por 30 días más la aplicación de los aranceles, se genera un espacio de indecisión, de manera que lo que originalmente se convocó como una gran manifestación en el Zócalo capitalino evolucionó el mensaje hacia una posición parecida a unos puntos de acuerdo donde hacen suponer que ya no habrá aranceles, por lo menos relacionados con los temas que corresponden al tratado de libre comercio de Norteamérica, y como mexicano. Deseo que esta polémica de los aranceles ya termine, aunque la presión del gobierno de Estados Unidos continuará en otros conceptos, porque el gobierno mexicano, lo que ha hecho es tratar de cambiar la estrategia para cerrar el capítulo de las presiones del gobierno norteamericano, aunque para ello haya entrado de lleno a un esquema Franco de contradicción con las afirmaciones de su antecesor, es decir, mientras que el gobierno del primer piso de la cuarta transformación, afirmó: no hay laboratorios de fentanilo en México; la presidenta de la cuarta transformación, segundo piso, reporta haber desmantelado casi 400 laboratorios y el equivalente a cientos de millones de dólares en el valor comercial de las drogas producidas.
Las contradicciones entre los actores principales del movimiento populista, tendiente a una dictadura de izquierda, derivadas de las presiones de Estados Unidos, están aplazando la velocidad de sus decisiones, pero también, generando espacios de conflicto entre los propios actores del oficialismo populista. Mañana veremos otros capítulos que tienen que ver con las tensiones internas al oficialismo y las especulaciones acerca de los actores políticos que hoy se considera que están francamente vinculados con la acción de las organizaciones terroristas, como hoy son identificadas.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez

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