PROSPECTIVA: PLAN México…

José Gerardo Mosqueda Martínez

Es normal que cuando se inicie una gestión de gobierno en cualquiera de sus órdenes, se tenga muchas iniciativas, buenos propósitos y también un peculiar modo de querer destacar o llamar la atención para tratar de posicionar algún concepto con el cual la opinión pública identifique lo que se está haciendo para atender las necesidades de la sociedad.
El plan México , por ejemplo, planteado apenas este fin de semana, a los mismos empresarios de siempre, es decir, a los que tienen los consorcios o las firmas más fáciles de identificar, pero que no son, ni con mucho esfuerzo, los que generan la planta productiva de nuestro país; pero si son los que siempre han estado en las mesas de conversación con la autoridad federal, independientemente de la formación ideológica, de la visión política, de si le entienden o no al desarrollo económico, pero son los que hay.
Como muestra estuvo el activista de morena, con corbatas de seda y que cobra como presidente del Consejo Coordinador empresarial, patrocinado por alguno de los miembros del Consejo mexicano de negocios y es quien encabeza esas contrapartes de negociación con el gobierno de la República, pero que, ni haciendo su mejor esfuerzo, representa a las micro, pequeñas y medianas empresas que por lo pronto representan más del 80% de la nómina productiva de nuestro país.
Es deshonesto que un pequeño grupo de empresarios se asuma como la representación de todos los mexicanos que cada día hacen un esfuerzo extraordinario, por generar bienes y servicios con los que se atienden las necesidades del consumo cotidiano, del crecimiento de los negocios y sobre todo de la generación de los impuestos con los que el gobierno en cualquiera de sus órdenes, tiene recursos para atender las necesidades de los mexicanos.( otro tema es cómo los atienden, cómo son evaluados y cuánta corrupción hay en sus acciones ) .
El razonamiento que se hizo ante la opinión pública en el marco de su evento de propaganda de todas las mañanas por el secretario de hacienda es aparentemente muy sencillo: México importa demasiado de Asia, especialmente de China, por lo que, con este plan, se busca que estos productos de importación se produzcan en territorio nacional.
Y con la reunión que sostuvieron los miembros del Consejo mexicano de negocios y la presidenta en donde fueron “invitados a participar con la finalidad de generar cadenas que beneficien desde la pequeña empresa, hasta la más grande” (sic).
Es uno de los riesgos de tener que hablar todos los días y no tener claridad de los contenidos, pero alguien debería de explicarle a la presidenta de este país, que los acuerdos que haga con Francisco Cervantes, en su carácter de presidente del Consejo Coordinador empresarial, sirven para rellenar el espacio mediático de sus eventos de propaganda mañanero, pero no son, en modo alguno las definiciones estructurales que el país requiere para producir los insumos, los productos, los servicios, la comercialización y ofrecer mejores condiciones de calidad, precio y servicio que le generen al país una capacidad de producción con la que se esté en condiciones de competir y por supuesto mejorar las ofertas que vengan del exterior, independientemente de la región del mundo de su procedencia.
En la reunión del plan México, la presidenta habla de cadenas productivas, el representante del Consejo coordinador empresarial, habla de infraestructura, el secretario de hacienda habla de sustitución de importaciones y los empresarios que están en el día, resolviendo como sus empresas, produzcan los márgenes de utilidad indispensables para permanecer en las competencias de mercado; mientras el gobierno mexicano sigue sin entender que urge contar con nuevos escenarios estratégicos para facilitar la creación de empresas, para fortalecer la promoción de proyectos emprendedores, para generar los espacios de financiamiento, que requiere la renovación de equipos de trabajo, la actualización de tecnologías y la adquisición de herramientas innovadoras para el desarrollo de las empresas.
Los gobiernos de la cuarta transformación siguen sin tener interés en aprender a gobernar un país que sabe trabajar, que quiere crecer, que necesita mejores escenarios, económicos y financieros para despegar proyectos innovadores, y sobre todo que se voltea a ver a las nuevas generaciones y su capacidad de crear nuevos modelos de negocios, con los cuales, en efecto se pueda generar bienes y servicios internacionalmente competitivos.
No son los acuerdos cupulares los que resuelven las nuevas alternativas, en esos acuerdos sólo se producen discursos, prometedores que no significan nada en expectativa del desarrollo económico del país, si acaso, alguna oportunidad de negocio, un nuevo espacio de lucimiento, pero de resultados, nada.
Hasta hoy el plan México es un discurso de propaganda mañanera sin sustento, sin investigación, sin las estrategias, sin carácter.
El actual gobierno de México no sabe y no quiere entender que para la generación de una planta productiva competitiva internacionalmente, se requiere innovar todos los modelos educativos de la nación y estimular de manera contundente, el emprendimiento de nuevas empresas, la capacidad de crecer con vínculos de negociaciones internacionales, y un nuevo esquema Fiscal Que deje de asfixiar a las empresas que cumplen para que logren crecer al tiempo que hacen el crecimiento en el desarrollo económico del país.
Los discursos del gobierno desalientan la inversión, desaniman a los emprendedores, con polarización social, con mentiras gubernamentales no hay confianza.
Ahora me refiero a las tribus que le tripulan la agenda a la presidenta de México: ¿anunciaron un plan México para hacer contrapeso a las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos?
El gobierno de la cuarta transformación en el primero, y en el segundo piso, no entiende de productividad, no le importa el crecimiento, ni el desarrollo económico del país.
Su ambición de poder y su mente autócrata les ha servido para engañar a los mexicanos que reciben unos cuantos pesos en un programa de gastos social, de progreso y desarrollo, de crecimiento y más oportunidades para emprender, seguirán sin entender y retrasando las oportunidades para las nuevas generaciones de mexicanos, con talento emprendedor.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.

José Gerardo Mosqueda Martínez
gmgm@gerardomosqueda.com.mx