//RED CIUDADANA 4.0:// PROCESIÓN DEL SILENCIO, TRADICIÓN DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR

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*Su objetivo religioso es acompañar a la Virgen en su dolor
*Representan los misterios dolorosos y estaciones el Viacrucis
*Patrimonio Cultural de la Humanidad, la de San Luis Potosí
*La Procesión del Silencio de Celaya, la segunda en México
*Se realiza también en: Querétaro, Morelia, Taxco, Oaxaca y Xalapa
*Mensajes del Papa Francisco con motivo de los Días Santos




 

DESTACAN: SEVILLA, SAN LUIS POTOSÍ Y CELAYA

Este Viernes Santo, en Celaya, se realizará la Procesión del Silencio, una tradición de la religiosidad popular, que cumple 60 años, cuyo origen se remonta -según algunos- al siglo XIII; pero el referente más inmediato y documentado, es el de Sevilla, España, que inició en el Siglo XIV, con la Hermandad del Silencio, concretamente en 1340; de allá llegó a México; fue traída por los misioneros, como un medio de evangelización, de fomentar la oración, la contemplación y la conversión; hay quienes la atribuyen a los franciscanos, pero la que ha logrado trascender en el tiempo y arraigarse en la sociedad, es la de San Luis Potosí, impulsada por los religiosos Carmelitas en 1954, hoy catalogado como el evento más importante de Semana Santa, a nivel estatal, nacional e internacional; en 2013, la Procesión del Silencio de este lugar se le reconoció como Patrimonio Cultural de la Humanidad, promovida por la Asociación de Tradiciones Potosinas. (*)

La de Celaya, que inició en 1963, se considera la segunda en importancia, según los organizadores; pero también se realiza en Querétaro, Querétaro; Morelia y Pátzcuaro, Michoacán; Taxco, Guerrero; Xalapa, Veracruz, y en Oaxaca, Oaxaca, entre otros lugares. La mayoría se organiza tomando en cuenta la representación o significación simbólica de los cinco misterios dolorosos y de las 14 estaciones del Viacrucis y tiene el propósito religioso de acompañar a la Virgen de la Soledad, por la muerte de su hijo Jesús, así como de reflexionar en las escenas del Viacrucis y de su muerte en la Cruz, que para los cristianos significa la Salvación.


Este día no se escuchan las campanas, sino el toque de la matraca al paso de la Procesión del Silencio. en varios lugares, los comercios y hogares apagan sus luces en señal de recogimiento y sólo queda la luz de las velas alumbran el camino de esta procesión.
Se observan participantes que caminan descalzos en señal de que sienten el dolor de ver a Cristo fallecer, se escuchan cánticos breves y sentenciosos que refieren a los creyentes devoción y penitencia, mismos que son acompañados de una corneta como único instrumento musical.


PROCESIÓN DEL SILENCIO EN CELAYA

La Procesión del Silencio en Celaya inició en 1963, a iniciativa de un grupo de celayenses, entre quien se encontraba el torero Antonio del Olivar, quien recientemente había participado en la Procesión del Silencio de Sevilla, en la que los toreros tienen destacada participación. Su relato entusiasmó al grupo, al grado de generar el interés por hacer algo semejante, como ya se hacía en San Luis Potosí.

Hoy las crónicas citan que, entre este grupo de amigos, se encontraban: Manuel Amate, los hermanos y primos Pesquera, el periodista Francisco “Baloncillo” Jaramillo, Miguel Flores, José Luis Marco Erdosain, Rafael Torre, José García Murrias, Manuel Bucio y el mismo Antonio del Olivar, entre otros.
La iniciativa fue secundada por los frailes Carmelitas, como la de Sevilla y la de San Luis Potosí, luego de no hallar apoyo de los frailes Franciscanos, con quienes acudieron primero, dada la supremacía de la orden en la ciudad.

La primera procesión se realizó el Viernes Santo de 1963, con un recorrido en el interior del templo y atrio, con la participación de sólo tres cofradías: El Señor del Santo Entierro, Nuestra Señora de la Soledad, y Costaleros de la Soledad.
Los participantes, entre toreros y aficionados, estuvieron: Antonio del Olivar, Joselito Huerta, Alfredo Leal, Juan Silveti, Humeberto Moro, Miguel y Agustín Ojeda, Héctor Obregón, el Pollo Galván, “Paquín” Millar, José Luis Merino, Don Pancho Bonilla, Rafael Torres López, Ángel Oliver, Carlos Oliver y Manuel Amate.
“Al siguiente año, en 1964, el recorrido ya se hizo alrededor de la manzana y se integraron más cofradías, según el registro del diario El Sol del Bajío”, entre otros documentos y testimonios recopilados, en su momento, por el arquitecto Reinaldo Gutiérrez Hernández, quien fungió como presidente del comité organizador por varios años, como miembro de Los Caballeros de Colón.


LA DE SAN LUIS POTOSÍ ES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

La Procesión del Silencio de San Luis Potosí, que en 2013 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, inició en 1954 y es la segunda en importancia en el mundo, después de la de Sevilla, España.
Llegó a la capital potosina a través de los padres Carmelitas, quienes inculcaban a los toreros la devoción a la Virgen de la Soledad, a quien -al principio- ofrecían sólo un acto devocional en torno a la imagen de la Virgen de la Soledad del Templo del Carmen; al sumarse más fieles, con un solo objetivo, de acompañar la Virgen María en su dolor y soledad, tuvieron que salir a las calles.

Antes de comenzar se anuncia el pregón, mediante el cual el pregonero declama el paso de las imágenes, invitando a la reflexión y al arrepentimiento. En la ruta procesional se ubican puntos estratégicos para escuchar las saetas: un canto agudo y lastimero, que conmociona y pretende llegar a los corazones y contagiar el sentimiento de dolor propio de la noche. De las antiguas saetas sevillanas, se retoman y se ajustan las que aquí se cantan:

“Nuestra Madre dolorosa
se acerca entre mil luceros.
Viene derramando gracias
bajo el azul de los cielos”
“Míralo por dónde viene
el Señor del Gran Poder.
Por cada paso que sangra
nace un lirio y un clavel”


“Cristo de las cinco llagas,
sangre de cinco agujeros
llanto de cinco luceros
para lavarnos las plagas”.
“Madre con siete puñales,
Virgen con siete dolores
haz que tus ojos de flores
laven mis culpas mortales”.


“Están tristes los olivos en tu cielo de aceitunas.
La vida enciende el dolor
Lámparas votivas cantan
el Salmo del gran amor.
Así Dios ama al hombre:
los olivos están tristes
de ver la faz del Señor”


En Querétaro esta tradición tiene poco más de 30 años, con un recorrido por las calles del Centro Histórico, donde diferentes hermandades y cofradías marchan, como símbolo de su dolor, por la muerte de Jesús.
Este tipo de manifestación religiosa es atribuida a los primeros cristianos o a los monjes franciscanos durante el siglo XIII en su peregrinar por la Ciudad Santa de Jerusalén, según el relato de la crónica queretana.
En México, se cree que esta tradición fue traída a la llamada Nueva España por los padres Carmelitas en 1585; dicha tradición continuó así hasta nuestros días y se arraigó con mayor fuerza en las ciudades de Querétaro, San Luis Potosí, San Miguel de Allende y Taxco.
Aunque la Procesión del Silencio surgió como una muestra de devoción por parte de los fieles de la Iglesia Católica, en el marco de la pasión y muerte de Jesús, durante los últimos años ha tomado tintes de atractivo turístico, debido, en parte, a la expansión de las redes sociales.

La procesión del Silencio en Oaxaca lleva un orden programado: primero la cruz y los ciriales, que preceden a toda la procesión; después los estandartes bordados en plata o en oro, portando relicarios con Antigüedad, que los convierte en piezas de museo, seguidas de las damas de la Tercera Orden de Santo Domingo, acompañando al señor de la Columna (una imagen, de talla hermosísima, del siglo XVII) que se venera precisamente en este Templo de la Tercera Orden.
A continuación un hombre con los pies descalzos, encapuchado, cubierto tan sólo con un taparrabo, carga una cruz muy grande y pesada; va seguido de la Cofradía de las Siervitas (damas de la Virgen de Dolores, pertenecientes al Templo del Patrocinio), todas en riguroso luto acompañando a la Santísima Virgen, cargada en andas por otros penitentes, también encapuchados.
Al final de la procesión, veinte enormes lanzas adornadas con motivos de la Pasión del Señor: la corona de las espinas, los tres clavos, la sábana santa, etc., son portadas por la cofradía que escolta la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo, que se venera en el templo del mismo nombre.


ORÍGENES DE LA PROCESIÓN DEL SILENCIO EN PÁTZCUARO

La Procesión del Silencio es una manifestación de devoción popular, cuyo origen se encuentra en la edad media y que, sobre todo en España, adquirió gran importancia durante los siglos barrocos XVII y XVIII.
La procesión, en silencio, sólo se acompaña de un tambor y una trompeta, así como de algunos cantos tristes,

(*)(Fuentes: Tradiciones y Leyendas de México, México Desconocido, El Sol del Bajío y publicaciones diocesanas).



MENSAJES DEL PAPA FRANCISCO

Papa Francisco
@Pontifex_es
En estos días santos, acerquémonos al Crucificado. Pongámonos ante Él, despojado, para decirnos la verdad sobre nosotros mismos, quitando lo superfluo. Mirémoslo herido, y pongamos nuestras heridas en las suyas. Dejemos que Jesús regenere en nosotros la esperanza

“Sin el Espíritu del Señor, no hay vida cristiana, y sin Su unción, no hay santidad. Es bueno hoy, en el día nativo del sacerdocio, reconocer que está Él en el origen del ministerio, vida y vitalidad de todo Pastor”.

“Jesús en la cruz no cede a la desesperación, sino que reza y se encomienda al Padre. En el abandono sigue amando y perdonando a quienes lo crucificaron. Jesús abandonado nos pide que tengamos ojos y corazón para los muchos «Cristos abandonados».

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