REDUCIR JORNADA LABORAL Y AMPLIAR VACACIONES, DE FORMA GRADUAL Y PAULATINA

*Además de ser tendencia global, tiene sustento legal y es parte de la nueva cultura empresarial y de la responsabilidad social de las empresas

POR AGP

Celaya, Gto. (31 de agosto de 2022).- Reducir la jornada laboral de ocho a seis horas y ampliar el período vacacional de ocho a 10 días el primer año de trabajo en una empresa, como lo proponen senadores de Morena y del PT, tiene sentido, más que como una tendencia mundial por la globalización, como una adecuación a lo dispuesto en el Artículo 2 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) y como parte de la nueva cultura empresarial y responsabilidad social de las empresas, que impulsa el sector empresarial, pero tiene que hacerse de manera gradual y paulatina, bien pensada, no como una bandera política.
Así lo expresaron, por una parte, el licenciado Gonzalo Hernández Medina, director jurídico del despecho “2H Consulting”, quien dijo que tanto la LFT, como los compromisos del T-MEC, obligan a las empresas a generar condiciones que mejoren la calidad de vida de sus trabajadores; y por otra, Juan Yúdico Herrasti, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Celaya (CCEC), añadió que la nueva cultura empresarial y la responsabilidad social de las empresas consideran una propuesta más amplia e integral, que tiene que ver con el bienestar de los trabajadores, de los clientes y de los inversionistas.
Legisladores, abogados y empresarios, en general, están de acuerdo en que las propuesta son factibles y se debe avanzar en generar mejores condiciones para los trabajadores; de hecho, hay empresas que ya lo están haciendo, pero para generalizarlo, tienen que darle sustento legal a otras acciones, como el teletrabajo y el trabajo en casa, entre otros.

Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre y Ricardo Velázquez Meza.

La iniciativa de reforma a la LFT para reducir la jornada laboral de ocho a seis horas, fue presentada, a mediados de agosto, por el senador Ricardo Velázquez Meza, de Morena, la cual se turnó a la Comisión del Trabajo para su análisis y dictamen; la propuesta para ampliar el período vacaciones, la presentó la senadora Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre, del PT, considerando, de forma amplia, que toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Gonzalo Hernández Medina.

Hernández Medina dijo que la reducción de la jornada laboral y ampliación del período vacacional, además de ser una tendencia global, el Artículo 2 de la LFT plantea el derecho humano a un trabajo digno y decente: “Se entiende por trabajo digno o decente aquel en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento de la productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones óptimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo”.
La nueva cultura laboral, que impulsa el sector empresarial, se orienta, más a la consecución de objetivos y metas, que al horario de trabajo, como ya lo vienen haciendo algunas empresas, principalmente las transnacionales o las que están ubicadas en la frontera norte del país; por lo cual considera que no se contrapone con las nuevas tendencias.

Juan Yúdico Herrasti.

Juan Yúdico, por su parte, dijo que la nueva Cultura Laboral, que promueven los empresarios del país, más que enfocarse en la jornada laboral, se orienta a generar empresas socialmente responsables, donde se busca el bienestar, tanto de los trabajadores o asociados, como de los clientes y de los inversionistas.
Sin embargo, en este cambio de la jornada laboral y del período vacacional, se tiene que buscar un equilibrio y hacerse de manera responsable, gradual y paulatina; porque, lo primero que se debe hacer es mejorar las condiciones salariales, como ya lo había venido impulsando el sector empresarial, con el propósito de alcanzar un salario mínimo que sustente el bienestar del trabajador, estimado en su momento, entre los ocho y los 12 mil pesos mensuales; sin embargo, la pandemia y la inflación han generado un desequilibrio, que frenó esta decisión empresarial, porque no se puede solucionar con incrementos salariales por decreto, sino que se tienen que buscar otras alternativas viables, que no generen una carrera alcista, como la de los años ochenta y noventa.