RESCATE DE EDIFICIOS DE «EL BUEN TONO», CUMPLE CON PLAN Y TRABAJO ESPECIALIZADO
*Obra de arquitectura industrial, de avanzada para su tiempo
*La segunda fase de la primera etapa concluirá en diciembre
*Llevan invertidos unos 200 mdp, incluyendo la compra
*Rescatan fachada del lado poniente del edificio dos
*La segunda etapa será sustituir techos y cancelería
*Si todo fluye, estará operando para diciembre de 2027
POR AGP
Celaya, Gto. (OraleMx, 20 de marzo de 1023).- Aunque la construcción de la alcolera “La Internacional”, que después fue la tabacalera “El Buen Tono”, se inició a construir por 1905 o 1906, su técnica arquitectónica es de siglo XIX, lo que convierte al inmueble en una joya de la arquitectura industrial del siglo XX, perteneciente a la época del Porfiriato. A ello se debe que su rescate requiera de trabajos de mucho detalle y de mucho cuidado, con asesoría permanente de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con la que se ha trazado un plan, mismo que contempla para este diciembre de 2023, haber consolidado los paramentos de los tres edificios, de los que el tercero está concluido, se trabaja en el segundo y en junio iniciarán con el primer edificio, ubicado al oriente del predio. El proyecto en su conjunto ya en operación, se contempla -en este calendario- para diciembre de 2027 o 2028, dependiendo como fluyan los recursos y del acompañamiento del INAH, porque cada paso que se da debe estar autorizado y si surge algún detalle, hay que detenerse, analizarlo y darle una solución en forma conjunta.
En este contexto se centraron los comentarios del arquitecto Ismael Pérez Ordaz, presidente de la Asociación del Empresariado Celayense (AEC) y líder del proyecto “Hub del de la Innovación y la Competitividad”, impulsado por el entonces secretario de la Desarrollo Económico de Guanajuato, Mauricio Usabiaga Díaz Barriga -proyecto al que ahora algunos le llaman Centro para la Innovación, Competitividad y Economía Creativa-, en el que hasta ahora se han invertido unos 200 millones de pesos, incluyendo la compra del inmueble. Además, por disposición del gobernador, el Puerto Interior de Guanajuato debe tener apartados 60 millones de pesos, suficientes para concluir los trabajos de consolidación e iniciar el arreglo de las áreas exteriores, con la finalidad de que ya se puedan realizar algunos eventos.
Explicó el también expresidente municipal, que en esta segunda fase de la primera etapa, está contemplada la consolidación los paramentos (paredes) de los tres edificios, lo que requiere de un trabajo muy detallado y de mucho cuidado para dejarlo tal como eran y poder conservar esta joya del arquitectónica industrial de principios del siglo XX, pero con un sistema de construcción del siglo XIX, que lo hace único en el Bajío y posiblemente en todo México. Fue una obra de vanguardia para su tiempo, con elementos de herrería similares a los de la torre Eiffel, de París, y la Bola del Agua de Celaya, pero ésta fue con fines monumentales.
Durante muchos años, este inmueble tuvo varios usos, distintos a los de su propósito original, como centro de trabajo, primero como alcolera “La Internacional”, debido a las plantaciones de caña que había en la zona, que operó de 1908 hasta antes de la Revolución Mexicana; después, como fábrica de cigarros “El Buen Tono”, de 1929 a 1961. El uso que se le dio en las últimas cinco décadas ocasionó que se le hicieran cambios y se construyeran obras sin ningún orden ni cuidado, ni supervisión.
Afortunadamente, la parte estructural se está recatando integralmente, salvo los pisos que fueron cambiados en su totalidad.
De los elementos constructivos de cada edificio, se desprende que los tres edificios fueron construidos en épocas diferentes; cada uno pasó bajo la supervisión de diferentes técnicos y de diferentes manos. A la hora que se levantan los aplanados, se notan los diferentes sistemas constructivos. En el edificio uno, los paramentos tienen bajadas de carga por arcos, con tableros de adobe ripiados con tabique; el segundo y el tercero son de ladrillo. El tres es todavía de una época posterior y se destinó a guardería, un beneficio social para las mujeres trabajadoras, avanzada a su tiempo. Este edificio, inicialmente se va a destinar a cocina para el servicio interno.
Del lado poniente del edificio dos, se retiró una construcción que estaba adosada, posiblemente de los años cuarenta, permitiendo descubrir una fachada que no se conocía, también con el nombre de “El Buen Tono, S. A.” en la parte superior de las ventanas. De esta fachada se están reconstruyendo los pilastrones para que recupere su imagen original.
De los trabajos realizados en los paramentos se ha podido obtener la paleta de colores del inmueble, desde su color original a base de cal, que es entre rosa y rojo, hasta los más actuales, incluyendo una capa de pintura de aceite. Con esa paleta de colores se va a hacer el acabado final.
Mientras tanto, la segunda etapa de los trabajos será la reconstrucción de la techumbre de manera, con todas las puertas y ventanas, lo que se conoce como el bien mueble, además del techo de lámina, que se va a cambiar en su totalidad; el proyecto -en este sentido- se están recalculando, porque se va colocar un aislante térmico y acústico entre la madera y la lámina.
Se va a cambiar toda la madera secundaria, polines y demás; se van suplir por madera estructural (tratada desde la tala hasta la puesta en la obra), que soporte directamente carga independiente.
Trabajar con el INAH ha permitido ir solucionando de manera más ágil los diferentes detalles que van surgiendo, como es el caso del cambio de las maderas. En lo que se refiere a las láminas, se van a cambiar en su totalidad; algunas son originales, pero otras son de diferentes épocas.
Se va a construir un cuarto edificio para diferentes servicios: bodega, baños para uso de los servicios del parque y otra área de alimentos.
Existe la posibilidad de que se venga una nueva empresa de tecnología, la cual se instalaría en una parte del edificio central (edificio 2), aunque aún no está amarrada.
Los trabajos incluyen el rescate de la zona arbolada, como parte de la historia del edificio; hay laureles de la india, pirules y un mezquite, que tienen unos cien años; algunos estaban infestados de muérdago (una maleza que crece en las ramas, cuyo peso las raja y las deriva o las seca). Todo se ha limpiado y se les da mantenimiento constante.
El trabajo de rescate, de todos los elementos del inmueble han sido detallados y cuidadosos, no sólo para que se rescate como era, sino para que también cumpla con la vocación exacta para lo que está destinado y que no se convierta en un elefante blanco.