Sin sillones…

Sin sillones…

Por Velia María Hontoria Álvarez

Esta historia, aunque ficticia no deja de ser real, por lo mismo, te pido, me acompañes hasta el final.
Rinnnn…ring, ringggg tres toques fueron suficientes para que Martis tomará el teléfono, eran las diez treinta de la mañana, el sol ya inundaba la casa, más la luz no era suficiente para opacar el silencio instalado en tanto mueble; a ratos, hablaban los trastes que mosqueaban en el fregadero y las camas sin edredones pacientes esperaban un silbido de la secadora para ser acomodadas.
La voz de un joven apurado y muy educado le dijo: ¿Eres tú? Ella sin más dijo: si soy Martis. Martis, me dijo la señora. Que por favor fueras a su habitación y tomarás las tarjetas de crédito que estaban ahí con las chequeras …¿las del cajón o las que dejo en la salita? Mmm no se acuerda bien, pero apúrale ¿traes el inalámbrico? Meloso cuestionó. No, ¿qué es eso? ¡Ay¡ cierto no hay inalámbrico. Un favorzote mi hermosa, por fa dame el número de tu celular, te voy a marcar, pero deja este teléfono sin colgar es una emergencia mi Martis. Ella, entrecerró los ojos, no entendía que emergencia en viernes, podrían tener cuando dijeron que se iban todos al zoológico; #máscadaquiénsusloqueras. Le dio a la voz del joven su teléfono, su confianza y apoyo había mucho que lavar. Por eso mientras seguía en el trajín de la casa espero a que le marcará, quería mantener su saldo intacto. ¿Martis? Sí. ¡Qué bonita, tienes unos ojazos ya me decía la señora. Ay joven, # deveritaslaseñoraTey se fija . Claro, mira, escúchame bien, doña Tey te quiere mucho y lo dice a cada rato, #eressusolecito; mmm mira te quiero comentar que mi amiga Lucy estará en la otra línea, checando una bronquita que hay en el teléfono, no lo cuelgues ¿va? pero usemos el tuyo ¿va? Ella, solo expiro un aja y preguntó con ánimo de acabar, tengo también aquí las tarjetas de la niña Paty y las del señor Alex ¿esas también? Síiii Martis chula, esas, esas también… Pero solo las de la mesa de entrada o, también las que dejaron en la cama ¡todas mi Martis…Todas¡ Oralé . Entonces, dijo la joven y galana voz, ahora despacito me das los números y también el numerito que trae en la parte de atrás ¿el nip? ¡sí ese mi Martis¡ que buena chica eres, además de super abusada. Tardaron diez minutos en vaciar las cuentas de la familia en cuestión y, usar en 36 docenas de ocasiones múltiples generosas compras hasta límite de las tarjetas. Un fraude, otra vez se habia cocinado con éxito para este pillo, quienes desde el penal de “vayaustéasaber llenaron su cuota de la semana. ¿Sabían quién era la dueña de la tarjeta o acaso la buena de Martis? ¡No¡¿de algo las conocían? ¡menos¡ y la gran pregunta, Martis ¿es tonta? ¡no¡
¿Qué hacer en estos casos? ¿hay forma de prevenirnos, cuando a nosotros mismos nos han sorprendido primos, amigos y hasta vecinos con extrañas peticiones además del whats, redes y chuchería cibernética ? ¡sí¡ prevenir con la capacitación, la comunicación, es una buena manera de detener y frenar estos fraudes. Observar dónde se dejan y se resguardan documentos importantes, no es tema de desconfianza, es un tema de responsabilidad. Advertir, señalar, guardar y sobre todo prevenir nos permite ser candidatos menos accesibles, ante estos defraudadores. Aprender estas lecciones, ponerlas en práctica suele ser menos doloroso que vivirlo. No te dejes estafar, se cuidadoso y pregunta, pregunta, no des datos a nadie, a menos que lo verifiques…Recuerda: no todos los que hablan bonito, son personas serias en una de esas te quedas hasta sin… sillones o usted, ¿

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