NO AL AUMENTO DEL TRANSPORTE PÚBLICO

Por Juan Miguel Ramírez Sánchez

El servicio público de transporte de pasajeros es una concesión del Estado, que se comparte con el particular para que éste preste o realice un servicio, para satisfacer las necesidades de movilidad de la población. La regulación y marco legal de las concesiones de transporte de pasajeros en los municipios, es una facultad exclusiva de la autoridad municipal.
Los esfuerzos del Gobierno Federal para mantener los precios de los combustibles durante estos años y apoyar a los que menos tienen son evidentes, por lo mismo no es justificado el incremento del transporte. Aumentar el costo de la tarifa en el transporte público, constituye una acción unilateral, que pareciera estar motivada por otros intereses (electorales) y no por una mejora en un servicio que históricamente ha sido deficiente, indigno y peligroso.
El transporte público de pasajeros, en las ciudades y en las zonas suburbanas, se ha convertido en un tema que preocupa a la ciudadanía y a los responsables de la administración pública. La ciudadanía busca una mano amiga en los gobiernos municipales, y evidentemente ésta no es la forma de hacerlo: autorizar un incremento en el transporte público sería imprudente e insensible.
A cambio de incrementar las tarifas del transporte público, los dueños de las concesiones del transporte prometen mejorar el servicio, renovar e incrementar las unidades para que se cuente con un transporte de calidad. Por otro lado, encontramos: deterioro de transporte público, construcción de infraestructura de elevado costo y poca utilidad, planificación incorrecta, mala organización con los horarios derivando largos tiempos de espera para los usuarios, falta de control de los operadores, ocultación del mal funcionamiento e incidencias en el servicio, desatención al usuario, asaltos, entre muchos problemas cotidianos.
El transporte público municipal de pasajeros, también representa poder, ya que los concesionarios han incrementado su participación e influencia en los procesos electorales, ya que están al apoyo del presidente municipal en turno, quien otorga y regula el régimen de concesión municipal –en la práctica-, contribuyendo a que el servicio no sea barato.
Para contar con un transporte adecuado se requiere actualización de las leyes y reglamentos que regulan al transporte público de pasajeros, la realización permanente de diagnósticos, la planificación sistematizada del servicio de transporte público de pasajeros, la planeación del transporte colectivo de pasajeros de manera incluyente e integral, vincular el transporte con las características de las necesidades de los usuarios, y regular a los prestadores del servicio obligándoles a mantener políticas con mística de servicio y atención al público.
Deben mantenerse políticas públicas de preservación del medio ambiente en cada medio de transporte, favoreciendo el uso de vehículos no contaminantes como las bicicletas. También realizar un Plan Integral de Movilidad en conjunto con los municipios limítrofes, impulsar un sistema de transporte público urbano y suburbano confortable, seguro y económico basado en las necesidades de quienes lo usan. Eliminar la discrecionalidad y la falta de transparencia (corrupción) en las licitaciones de las obras de infraestructura de transporte, promover un programa de modernización del transporte público, entre otros.
No debe de haber divorcio entre el medio de transporte y las necesidades de la población. La opción de transporte público de pasajeros de calidad, económico, rápido, flexible y cómodo, no pasa primero por aumentar el pasaje. NO AL AUMENTO DEL TRANSPORTE PÚBLICO.