
PROSPECTIVA: ¡Seguirán las remesas!
J. Gerardo Mosqueda M.
Una remesa de $200 de Estados Unidos a cualquier punto de la República mexicana, tiene un costo promedio de $9.3 dólares, sin embargo, este costo puede variar según la empresa, según el método de envío y según la recepción del dinero.
En el tercer trimestre de 2024, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), presenta una gama muy amplia en el cobro de las cuotas por envíos y esto naturalmente depende de la empresa que se elija para el envío de esas remesas así como del método de pago y la recepción del dinero en general, el referente que se tiene para hacer el análisis comparativo, es el costo por envío de $200 en adelante, si usamos ese parámetro, es probable que quede un poco más claro en qué consiste la variación y los montos que representa para los mexicanos radicados en Estados Unidos estar enviándole recursos económicos a sus familias.
La cámara de representantes en los Estados Unidos de América analizó una iniciativa que consiste en imponer un impuesto al envío de remesas por parte de los trabajadores mexicanos, que en ese país consideran residentes ilegales, la iniciativa original, propone un impuesto del 5% en cada envío, después de discutirse el asunto en la cámara de representantes la iniciativa ha sido turnada al Senado norteamericano, modificando el porcentaje de 5% a 3.5%.
En el año 2024, México recibió 64,745 millones de dólares en remesas, un máximo histórico y un incremento del 2.3% con respecto a 2023, esta cifra también representa un incremento frecuente durante los últimos 11 años de crecimiento en el envío de los recursos, las remesas son envíos de dinero de personas que viven en el extranjero a su país de origen, y en el caso de México son principalmente de mexicanos que viven en Estados Unidos y Canadá.
El 58% de las remesas que llegan a nuestro país se originan en los estados de California y Texas, y son enviados por migrantes de segunda y tercera generación, así como personas nacidas en nuestro país. Esto hace posible que las remesas sean consideradas como uno de los más importantes componentes de la economía mexicana, especialmente para las zonas con más alto índice de marginación y zonas rurales; en algunas estimaciones de los analistas económicos coinciden en que las remesas podrían representar un 3.8% del Producto Interno Bruto.
El 99% de las transacciones de remesas, se realizan a través de transferencias electrónicas, y con una identificación oficial vigente y un código de transferencia, proporcionado por el remitente se puede disponer del recurso regularmente.
El último informe realizado por el Banco de México, a propósito de las estadísticas de ingresos por remesas del exterior contiene cifras mensuales hasta el mes de marzo de 2025, según el Banco de México, los ingresos por remesas provenientes de exterior, se situaron en 5150 millones de dólares, lo que significa un aumento anual de 2.7%, por su parte, las remesas enviadas por residentes en México al exterior resultaron de 91 millones de dólares, lo que representó una contracción anual de 25.2% con estos resultados; en marzo de 2025 él es superávit de la cuenta de remesas de México, con el resto del mundo se ubicó en 5059 millones de dólares, mayor al de 4892 millones de dólares reportado en el mismo mes de marzo de 2024; con cifras ajustadas por estacionalidad, en el tercer mes de 2025, los ingresos y egresos por remesas, disminuyeron a tasas mensuales de 1.3 y 7.5%, respectivamente. De esta manera en marzo de 2025, el superávit de la cuenta de remesas fue de 5231 millones de dólares, lo que se compara con el de 5296 millones de dólares
observado en el mes de febrero.
La propuesta de la cámara de representantes en Estados Unidos para grabar las remesas enviadas desde ese país, pretenden que se aplique a los trabajadores que consideran indocumentados y tendrá sin duda un impacto; fue aprobada la medida en el Marco de la revisión del paquete fiscal para Estados Unidos con fecha 22 de mayo.
El gobierno mexicano se mantiene en el discurso de que seguirá insistiendo en que se elimine ese impuesto, toda vez que no lo consideran un impuesto legítimo, por lo que ellos afirman que seguirán negociando para que desaparezca este impuesto, pero de manera inconcebible celebran que sólo sea del 3.5%.
Independientemente de la dificultad técnica que tendrá la aplicación de esta medida, en realidad es un impuesto ilegítimo, porque graba una operación sobre un ingreso económico que ya fue grabado previamente, es decir, es un impuesto sobre la renta a quien ya pagó esa renta, en el momento en que el trabajador recibe su salario, ya le restaron el impuesto, no tendrían por qué cobrar otro impuesto, porque se lo mandan a alguien, sin embargo, las opiniones de voces autorizadas del gobierno mexicano, entre ellas los de la
comisión de senadores que se fueron a pasear a Washington, que no hicieron gestiones que valieran la pena y que regresaron muy alegres de qué sólo sea el 3.5%.
A pesar de correr el riesgo de alguna inconsistencia en las cifras citadas, se estima que en Estados Unidos hasta el año 2024, radican aproximadamente 12 millones de personas mexicanas, nacidas en México, que se consideran migrantes de primera generación, de los cuales alrededor de una tercera parte son indocumentados.
Si el gravamen a las remesas sigue avanzando, la iniciativa ya fue enviada al senado norteamericano, los migrantes no documentados tendrán que hacer un esfuerzo adicional para mantener el monto de dólares que envían a sus familias, o en su defecto, las familias, comenzarán a recibir menos dinero. Esto es tan sólo alguna de las consecuencias inmediatas por la aplicación de ese nuevo impuesto; también es previsible que este impuesto afectará al consumo local en los lugares de residencia de los paisanos, es probable que gasten menos dinero para mantener el nivel de envío que cotidianamente mandan a sus familias y desde luego si la ley se aprueba y mientras no se derogue al final del día, los migrantes, terminarán mandando el dinero, aunque les cobren y por lo tanto, el primer efecto será una disminución sus acciones de consumo.
Citando al doctor Oscar Rojas, el agrega que esta iniciativa es parte de un contexto de agresión general contra la migración, de una visión discriminatoria, sin lugar a duda, la entrada de remesas es un ingreso muy importante para las familias de bajos ingresos en nuestro país, y cada dólar que les afecte en las remesas, les hace falta y puede ser que sea éste una especie de delito económico.
Ya de manera natural, existe un efecto cambiario y en la sola operación de envío, hay un costo del servicio y una ganancia en el intermediario de divisa, que por supuesto merma el envío, no obstante, que en los últimos meses el poder adquisitivo de la remesas ha tenido un incremento, es decir, por la misma cantidad de dólares están recibiendo un poco más de pesos, sin embargo, si en el mediano plazo ya no le alcanza a las familias con las remesas que reciben, tendrán que compensar esa retención que les va a hacer el gobierno de
Estados Unidos, de tal modo que mandan más remesas o, en todo caso, tratarán de hacer rendir más lo que reciben.
En algunos aspectos, particularmente especulativos, consideran que estas medidas del presidente norteamericano podrían implicar una disminución en el monto de las remesas, y de alguna manera esa caída se explicaría también por la disminución en la actividad económica de Estados Unidos, derivada de las políticas comerciales erráticas adoptadas por el gobierno de ese país que podría estar provocando una disminución en la tasa de empleo, aunque ésta, no estaría relacionada con el impuesto a las remesas, también es probable que en breve vaya ocupando un espacio en la opinión pública, la especulación del envío de dinero por actividades ilícitas a través de las remesas. Mucho he hablado acerca del retorno del dinero por la venta de drogas, a través de operaciones de bajo monto por medio de remesas, a cambio de esas transferencias de dinero, el receptor recibe una pequeña comisión, una amenaza, la complicidad de su silencio, o alguna novedad que tenga que ver con involucrar a otros miembros de la familia en esas operaciones. Desearía estar equivocado, también puede ser una forma de precisar el circuito económico que
representa esta operación a través de remesas.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
J. Gerardo Mosqueda M.