LOS GOLPISTAS
G. C. Samayoa Madrigal
Andrés Manuel López Obrador y sus cómplices de la mal llamada cuarta transformación, ante cualquier actitud que exhiba sus fracasos, deficiencias, ineptitud en el estilo de gobernar, engaño al pueblo, ofensas a la sociedad, corruptelas e impunidades, acusan intenciones golpistas.
¿A quiénes consideran y denuncian como golpistas?
Acaso a las mujeres que ya están cansadas de ser víctimas de la violencia y que al no ser escuchadas por el líder moral de un movimiento que nada ha regenerado, al sentirse abandonadas y desprotegidas, decidieron salir a las calles a manifestar su furia y frustración exigiendo justicia, demandando solución y solicitando protección.
Puede calificarse de golpistas a madres y padres de familia, ciudadanos en general, que suplican el abasto de medicinas para salvar de la muerte a sus hijos, a sus semejantes, que padecen enfermedades graves como el cáncer.
O los mexicanos que pidieron desesperados aplicación de vacunas para los menores de edad.
¿Son golpistas los escritores, intelectuales, periodistas, editores, columnistas, analistas, críticos del quehacer público, exservidores públicos, opositores políticos, usuarios de las redes sociales que han tenido el atrevimiento de denunciar las graves fallas de la 4t y su falso mesías?
¿Vale el mismo señalamiento para los científicos que fueron perseguidos por la fiscalía como estrategia para «ahorrarle» a la administración pública un presupuesto oficial?
¿Son golpistas y amenazas a la investidura presidencial los pacifistas que optaron por larga marcha con destino a Palacio Nacional para dialogar con el inquilino monárquico?
¿Son golpistas las clases populares, entre ellos los pobres, que la desesperación les ha llevado a bloquear el convoy presidencial y hasta interrumpir reuniones del mandatario pretendiendo mostrarle las adversidades que padecen?
¿Son golpistas las clases medias por ser «aspiracionistas», por ejercer la libertad de expresión y crítica, además de ser consideradas artífices de lo que el mesías y cómplices estimaron derrota electoral en el 2021, por no conseguir mayoría aplastante en la Cámara de Diputados?
En resumen, ¿es golpista todo aquel que no comulgue con la 4t y cometa la osadía de exhibirla, reprocharla y descalificarla?
Entonces, ¿quién se salva de ser golpista?… En términos presidenciales, el «pueblo bueno que me defiende»…
¿Pero qué queda de pueblo bueno después del recorrido antes expuesto?… Pues no hay de otra… ¡La delincuencia organizada!… Sí, resulta increíble.
Imagínense… Dicho por el presidente… Los jefes de las mafias, los sicarios, los que se dedican a la extorsión, la violencia, el homicidio, el secuestro, la trata de personas, el huachicoleo, el narcotráfico, entre otras… todos ellos son el pueblo que le queda al fracasado líder moral.
Es a ellos —sólo a ellos— a los que hay que respetarle sus derechos humanos. En lugar de combatirlos, perseguirlos y aplicarles la ley, prefiere que sean corregidos por sus madres y abuelos, a ver si les da vergüenza.
Son a ellos a los que les brinda el abrazo presidencial aunque “las ternuritas” respondan con balazos…
Es ese el pueblo —su pueblo— al que ha decidido no reprimir y en ese sentido han sido sus órdenes como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas.
¡Pará Ripley!, dirían por ahí.
¡Pará desgracia de México!, clamor popular.