Sin becas
Por Velia María Hontoria Álvarez
Desde hace días me ronda en la cabeza un titular que decía que más de 41 maestros habían sido despedidos y sancionados, algunos hasta con cárcel por temas de acoso y otros delitos hacia sus alumnos. Definitivamente la descomposición social en la que vivimos promueve estos terribles sucesos como nota frecuente ¿qué estamos haciendo para frenarla? ¿cuál y cómo es el comportamiento de los alumnos hacia sus maestros? ¿qué se dice en casa, sobre el respeto que se debe de guardar hacia quien te enseña? ¿dónde quedo aquel sentimiento de gratitud hacia las personas que nos guían? ¿en qué momento dejamos de ver el alma de los alumnos como tiernos brotes, esperanzas y promesas? No lo sé. Estoy convencida que debemos de poner un alto, pues en la adecuada formación de las personas se basa y asegura la conformación exitosa de una sociedad; sembrar buenas ideas, ejemplos de amor, empatía y caridad -palabras que parecen en desuso – son herramientas que contiene el pasaporte que necesitamos para cruzar las fronteras de la vida.
Reconozco que no sería quien soy sin el sinnúmero de maestros y guías que a lo largo de mi vida me han acompañado para desarrollar mi manera de ser, pensar y actuar siendo mis papás, las primeras personas que guiaron mis hábitos y creencias exigié
ndome un profundo respeto hacia mis maestros, enseñándome a respetarme y valorarme. ¿Qué necesitamos para apoyar la educación? Quizá, recordar y anteponer en ambas partes el respeto, difundir la gratitud. Cierta es la existencia de docentes, que abusando de sus puestos agreden y trasgreden la inocencia de quienes deberían recibir instrucción y estas personas deben de ser señaladas y separadas ¿más que hacemos con los alumnos que abusan de su condición, mienten, insultan al profesor? … ¿Qué hacer con los papás que malenseñan a sus hijos? ¿alguna idea, sugerencia?
Más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela y más de 600 mil estan en riesgo de dejarla por falta de recursos, lejanía, apatía o bien la misma violencia (UNICEF) nos señala una gran alarma remarcando los niveles de deserción escolar en aumento aunado a niveles educativos deteriorados de baja calidad , dado que se basan en programas obsoletos hoy México en conjunto con Bolivia, Panamá, Venezuela y Costa Rica ganan los primeros lugares de América Latina (Asociación Educativa con Rumbo) Por otra parte, la falta de recurso e inversión en infraestructura para la educación, sigue siendo un tema sin resolver, además en esta administración federal, está en absoluto olvido, pareciera que conviene la ignorancia.
Hacernos ciegos y sordos ante esta situación, seguramente nos hará daño; si las escuelas, se quedan sin maestros o si el maestro por miedo no ejerce su función de educar y formar, nuestras sociedades estarán condenadas al fracaso. En la casa decisiones se deben de tomar, no pueden esperar a mañana, ni a pláticas cibernéticas o asambleas con votación, pues estamos preparando las generaciones que protegerán y velaran por este mundo; esta reflexión, sirve no solo para escuelas públicas, en donde se podría suponer que debido a un tema de ingresos, los alumnos son incapaces de autodirigirse con los mínimos valores de respeto y cordialidad; pues es bien sabido que son en las escuelas de paga, en donde abundan más niños groseros y apáticos. Se buscan estudiantes, se necesitan alumnos hambrientos de ser. Se buscan papás que amen tanto a sus hijos, que busquen formarlos en valores para fiarles a los maestros su instrucción académica…se necesitan maestros, que se respeten asi mismos; la educación no tiene beca y no es gratuita requiere de esfuerzo, atención, lealtad y sacrificio o usted ¿Qué opina?…