ESCALADA DE VIOLENCIA
Por Juan Miguel Ramírez Sánchez
Una vez más la escalada de violencia en Celaya nos azota, iniciamos el año con un fuerte dispositivo de seguridad que fue desplegado en el municipio por parte del Ejército, la Guardia Nacional, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y la policía local. Este domingo 7 de enero nuevamente hubo bloqueos en todas las salidas del municipio, quema de camiones, carros, hombres armados y enfrentamientos en varias comunidades, colonias y puntos de los límites del municipio de Celaya, con Villagrán y Juventino Rosas.
En este bloqueo e incendio de vehículos fue asesinado un bombero, que también era parte de la cruz roja. Su falta fue querer apagar uno de los vehículos incendiados. Los Bomberos Veteranos de Celaya y ciudadanos lamentamos y condenamos enérgicamente lo sucedido la tarde de este domingo donde en artero y cobarde ataque le arrebataron la vida a el CMTE. Felipe Jiménez Sánchez. Exigimos a nuestras autoridades que lleguen hasta las últimas consecuencias con quienes deban pagar por lo ocurrido.
El problema es que no se puede confiar en que estos esclarecimientos vendrán de la buena voluntad de las autoridades, que en muchos casos son acusados por mantener una complicidad con el crimen organizado.
Con estos sucesos de principio de año no se cree que en 2024 evitemos ser parte de las ciudades más violentas del mundo, hay que recordar que están por salir las estadísticas mundiales de los países y zonas urbanas más inseguras de 2023. Recordemos que en 2022 en el estado de Guanajuato se encontraban en esta lista tres municipios, siendo Celaya la que ocupo el sexto lugar con 740 homicidios dolosos, Irapuato el puesto 13 con 539 y León el lugar 38 con 782 homicidios dolosos.
Durante 2021 estas mismas ciudades estuvieron dentro del ranking, sin embargo, en esa ocasión Celaya ocupó el lugar cinco al registrar 747 homicidios dolosos, Irapuato se encontraba en el lugar 21 con 466, mientras que León se encontraba en el puesto 22 de la lista con mil 97 homicidios dolosos.
Los habitantes de Celaya vivimos con temor, pero tratamos de continuar con nuestra vida lo más normal que se puede. No es que las autoridades tengan todo bajo control, que su eficacia permita ir a nuestras diversas actividades porque no corremos peligro.
