//MENSAJE DOMINICAL:// Pónganse en marcha, ha resucitado

//MENSAJE DOMINICAL:// Pónganse en marcha, ha resucitado

*Domingo de Resurrección


Pbro. Carlos Sandoval Rangel

¿Qué celebramos hoy? Hoy tenemos la oportunidad de reafirmar que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios (Gn,1). Así lo quiso Dios porque nos creó con amor. Y ya no hay nada que pueda opacar la grandeza de nuestro ser.
Celebramos que Dios nos ha entregado todas las semillas, plantas, animales y todo cuanto existe. Lo que implica la responsabilidad que tenemos frente a toda la creación y lo mucho que Dios confía en nosotros para poner en nuestras manos su obra.
Celebramos que, ante las esclavitudes que nos angustian y agobian, que nos opacan, hoy, el Señor nos dice en el libro del éxodo, a través de Moisés: “diles a los israelitas que se pongan en marcha”. Es decir, Dios está, Dios nos ama, pero quiere que también nosotros nos pongamos de pie y emprendamos el camino.
Celebramos que Cristo ha resucitado y que lo ha vencido todo. Efectivamente, Cristo ha resucitado y lo ha vencido todo, incluyendo el pecado y la muerte. Lo que escuchamos en el evangelio sirve para nosotros: “No se espanten. ¿Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado? No está aquí, ha resucitado” (Mc. 16, 1-7).
Tenemos que trabajar mucho para que nuestra mente, nuestra voluntad y nuestro corazón aprendan a vivir de esa verdad que lo cambia todo. Si la indicación al antiguo pueblo fue: “diles a los israelitas que se pongan en marcha”, ahora nos lo dice a nosotros: ¡pónganse en marcha, Cristo ha resucitado!”.
Las sombras de muerte e incertidumbre que enfrentamos en México y en gran parte del mundo son intensas. Y son intensas porque nuestras referencias, nuestros ejes de vida y nuestra visión queremos que sean solo desde proyectos temporales que, además, nos dividen. Pero hoy Cristo nos da una respuesta con mayor sentido: No está aquí, ha resucitado.
Pongámonos en marcha, es tiempo de sacudir lo que no nos sirve. “Así como Cristo resucitó de entre los muertos por gloria del Padre, así también nosotros vivimos una vida nueva” (Rom 6, 3-11). El viernes, Jesús recogió nuestras miserias y las redimió en la cruz, después bajó al sepulcro para enterrar ahí lo que no nos sirve. Ahora nosotros no volvamos al sepulcro a querer desenterrar lo que él ya nos quitó.
Él ya resucitó, no busquemos en el sepulcro al que está vivo, sino que ahora permitamos que camine con nosotros y nos muestre el camino. ¿Para qué ir al sepulcro a resucitar las miserias que nos estorban para vivir? Por eso, las palabras del éxodo: “pónganse en marcha”.
México, con todos los creyentes en Cristo, puede ser nuevo si aprendemos a renunciar a muchas miserias, si le permitimos a Cristo que nos ayude a entender la vida y a sacudirnos lo que nos ata a los signos de muerte y de miseria.
No está aquí, ha resucitado.

CATEGORIES
Share This

COMMENTS

Wordpress (0)
Disqus (0 )